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lunes, 19 de marzo de 2007

LISBON TERREIRO DE PACO octubre 1997

Lisboa, Café Martinho da Arcada, Terreiro de Paco.
Sábado 18 de octubre de 1997. Medianoche:

Amigo :

Un amigo común, el mismo que me hizo los arreglos con los travellers, me ha contado, sobre las tribulaciones de Víctor Laslo y Sra. desde que llegaron de Casablanca. Quiso reiniciar su vida, busco una nueva identidad, un nombre, y nuestro común amigo le dio todo lo que necesitaba: pasaporte, residencia, permiso para trabajar, todo. Víctor, bajo su nuevo nombre, fue entonces vendedor callejero de loterías en Lisboa, su zona era el Rossio, Rua do Zapateiros. Las reiteradas expulsiones de A Brasileira, donde quería realizar su actividad, son recordadas todavía, mas ahora con el desenlace que tuvo su triste historia. Muchos dicen que el no ser gitano lo perjudico en este cambio de jurisdicción, eso le impidió a Víctor realizar su trabajo en el Chiado en A Brasileira. Hace unos cuantos años el nuevo hombre o Víctor, apareció degollado en las aguas del Tejo. Su cabeza perdida nunca fue hallada De este crimen fue acusada su mujer Ilsa, y el Tribunal Militar que la Juzgo, luego de un juicio sumarísimo la privó de su residencia, prácticamente fue expulsada de Portugal, desde entonces vive en París. Cuando nuestro común amigo me dijo el nombre que le había elegido para el nuevo Víctor, quede sorprendido: ¿Damasceno Monteiro, de donde sacaste ese nombre?, Me dijo yo vivo en la Gracia en la Rua de ese nombre, allí esta mi casa, creí que Víctor tomaría de esta manera un tono más local, de acuerdo a sus nuevas expectativas de vida.
Parto a París, el lunes a la tarde, me acompaña Iris, la hija de Ilsa. Ella tiene el mismo encanto de la madre, pero moreno, sus ojos tienen también el brillo de los de Ilsa, tal como los recuerdo de aquella noche en el aeropuerto de Casablanca.
Te agradeceré que para la fecha prevista, hagas que me espere una ambulancia del Hospital Alemán. Bueno, todo esto si regreso, como vienen desencadenase los hechos dudo de mi vuelta. Mi pedido, es solo, que no se digan discursos ni haya minutos de silencio, ya sabemos como nuestros amigos toman todas esas mundanas expresiones espirituales. Que no haya placas recordatorios con mi nombre e historia, ni marcas, ni cruces, nada. Yo fui, no volveré a ser. Siempre tendré París, es lo único que he conseguido.
Hasta pronto y te esperamos, no vas a poder hacer nada para no llegar donde ya estamos nosotros.
Alex Search.



París, Café Le Dome, Monparnasse, viernes 24 de octubre. Media tarde

Amigo:

Tomando chocolate caliente, espero a Iris, que ha ido a comprar pan francés, con manteca y azúcar es exquisito. Mientras tanto te sigo contando de Víctor Laslo y Sra. Ya te dije como llego a ser Damasceno Monteiro y como perdió la cabeza. Antes de partir de Lisboa hice por mi cuenta algunas averiguaciones. La Rua Damasceno Monteiro existe, he estado en ella, allí queda la casa de nuestro común amigo. El Miradeiro de Nuestra Senhora tiene el parapeto en esa calle. El metro me dejo bajo, en la estación Socorro, y subí por esas empinadas Ruas, hasta llegar a la de Damasceno Monteiro. ¿Al llegar al parapeto pensé quien es Damasceno Monteiro? ,¿ Un político?,¿ Un escritor o poeta?,¿ Un militar?, Por lo que te voy a contar es un personaje algo confuso, perdido en algún extraño olvido, que incluso puede ser mío. Indague en varias bibliotecas en sus fichas y bases de datos y en la Grande Enciclopedia Portuguesa, no lo tienen. El Sr. Silva librero en el Chiado, en la Traversa da Quemada 28, me informo dándome una vieja lamina con un dibujo de Rosa Damasceno, me contó que ella era una actriz de otras épocas. Me dijo que la calle es por ella, el crimen de su marido. Pense en Ilsa, será?. Luego verifique todo lo que me habia dicho Silva en la Grande Enciclopedia y era real, ella habia muerto en 1905. No podría ser Ilsa. En la Casa de Fernando Pessoa, ante mi frustración, en las casi sin uso Grande Enciclopedia Portuguesa no lo encontré tampoco. Estaba casi en un llanto, con un grande y terrible desasosiego, pensaba que eso me pasaba a mí por ser un triste contable metido en investigador literato, entonces una voz me hablo desde el cuadro en la pequeña sala de lectura. El Sr. delgado de sombrero con un cigarro en la mano, me dice: Eh Search, tú el que llora, eres algo de Alexander Search, le dije que fue un tío, hermano de mi padre y que además me llamo igual pero todos me dicen Arpo. Magnifico Search, me dijo, deja todo eso y vamos a la esquina, tomamos un trago juntos, charlamos y yo te ayudare a buscar. Bajamos y luego de pasar por la tabaquería, donde compro tabaco y lío dos cigarros, uno que encendió para él y otro me lo ofreció a mí, saludo al barbero y llegamos al bar de la esquina, allí nos tomamos unos aguardientes y volvimos como pudimos a su casa, realmente me tuvo que ayudar el de la tabaquería Senhor Alves y el barbero, Senhor Manases, y lo llevamos a don Fernando, de vuelta a su casa a su cuadro. Subirlo al cuadro fue realmente el problema, pero mientras lo alzábamos me dijo busca, pero busca bien, Víctor Laslo es lo que debes buscar. Así volví sobre los tomos de la Grande Enciclopedia y en el volumen IX en la pagina 313 encontré lo siguiente: “”.....VÍCTOR LASLO: ....nacido en París el 30 de noviembre de 1915, refugiado en Portugal, luego de escapar de Casablanca, con su esposa e hija vivió y murrio bajo la identidad de Damasceno Monteiro. Héroe de la Resistencia Francesa pero en Lisboa devino en una víctima de la revolución de los claveles. Encontrado degollado en 1974, "sin su cabeza" en las aguas del Tejo.....””” Habia una lamina con el rostro bastante borroso de VL. Que encabezaba la pequeña biografía, al pie nota: dibujo realizado por Ricardo Reís. Mire hacia el cuadro, y Don Fernando ya había recobrado su apostura, no-tenia puesto su sombrero. Creo que sonreía burlón. Saque una fotocopia de la pag 313 de la Grande Enciclopedia, y baje las escaleras para irme, en el descanso tropecé con un viejo sombrero, mire el cuadro y la figura de don Fernando estirando su mano, me decía por favor, y se lo alcance. Mientras espero que Iris vuelva, creo que me quede sin el pan y manteca, te sigo contando, ella vivió también durante algún tiempo con su madre aquí en París. Luego del juicio, vinieron aquí. Iris se había casado en Lisboa con Ruperto Tabucchi , un italiano de Toscana, periodista a veces escritor, que también tenia dificultades florales en Portugal, cuando la revolución de los algarrobos, tuvo que unirse en París con Iris y su madre. En Portugal nuestro común amigo, también con Ruperto, trabajo con su nueva documentación para que pudiera salir sin dificultades, y luego París, allí dejo de ser Ruperto y llego a ser Luis Nuñez, ese era el nombre que nuestro común amigo le había elegido al italiano. Luego de su escape de Lisboa, en París su permiso de trabajo fue de "mendigo clase B para operar únicamente en la estación Monparnasse Benvenue". Pero toda esta gente a la que nuestro común amigo le cambia el nombre, parece que se encapricha de trabajar donde no debe. El nuevo Ruperto, se empeño en mendigar, bueno trabajar, en Saint Michell y no hace mucho su cabeza apareció en una vidriera heladera de un restaurante tunecino de la rue de San Severin. Esta vez lo que se perdió fue el cuerpo. Con el tiempo apareció en el Sena, se dedujo que era el correspondiente a Ruperto, porque en su mano derecha empuñaba una Mont Blanck Presidente, y en su izquierda un toscano apagado. Todas este juego de cabezas y cuerpos, que aparecen y desaparecen, trastornaron a Ilsa, la que desde entonces esta internada en una clínica de París.
Todo lo que es hoy una profunda y seria investigación, me mueve a molestarte para que averigües allí ¿quien es este Luis Nuñez, o fue y que hace, donde está? ; pues el pasaporte que se le encontró a Ruperto es de la República Argentina. Iris pasó también de las suyas, sus problemas económicos la obligaron a trabajar y tocaba el piano y cantar en una viejo restaurante de París, "La aurora", tuvo gran éxito en esta actividad, vos ya sabes como son las negras para cantar blues.
Amigo, últimamente he tenido terribles sueños, pesadillas y alucinaciones, que me indican que yo Search podría ser, o fui o peor aun seré Luis Nuñez, y que tal vez mi cabeza aparecerá en las profundidades del Río Reconquista, realmente un río de Primera B. Yo que he estado en los mejores ríos del mundo: el Hudson, el Tejo, el Sena, el de la Plata, acabare en el Reconquista, todo este futuro es muy duro para mí. Por las dudas que Iris no vuelva, y yo tenga que regresar, ten preparada la ambulancia, como ya te dije y el nuevo pedido sobre Luis Nuñez, fíjate en Internet, o en el reciclaje de algún basurero electrónico en la web. Bueno, como verás mi problema no hay dudas es de Praxis y uno reiterado del plot, así que mi realidad está completamente desintegrada y bien decía nuestra tía Javiera, es necesario que me haga ver por un mecánico o psiquiatra, no me acuerdo bien como me habia dicho?.
Adiós
Alex Search

París, Saint Severin, Viernes 31.10.97, ya casi en la madrugada del Holloween, y próximo a embarcar para Chicago.

Amigo:

El asunto de Víctor Laslo y Sra. se esta casi clarificando.
He estado durante el día, caminado por París, principalmente por el Metro, con la gran caja que he encontrado sobre mi cama del hotel.
Iris ha desaparecido, ya te dije que los otros días no trajo el pan que había ido a comprar.
Días después una llamada telefónica me informa que regrese a mi hotel que hay un recado para mí, y allí esta la caja y la carta con instrucciones y la despedida de Iris, ella además me dice que me ama, pero por lo mismo me tiene que dejar.
La carta además de perfumada era muy clara, debía tirar la caja y su contenido al Sena.
Durante horas y horas anduve por la ciudad, un carrito lleva maletas me ayudaba con la gran caja. Tuve las dificultades que te imaginaras en las escaleras del Metro, pero esa dificultad la sortee con gran dignidad sudamericana.
No se porque pase dos veces por los jardines de Luxemburgo, estaría pensando en lograr el acuerdo de Senado para cumplir la misión de Iris.
Tuve algún problema para entrar con la caja en el teatro para niños que hay en los Jardines, pero no quería irme de París sin ver la obrita. Se llamaba "los 39 escalones".
El actor que representaba al actor le dice al público, que abramos la caja y en su contenido estaba develado el misterio.
Ya cerca del Sena, al pasar los empedrados y cruzar las calles de San Michell, la caja hacia un sonido como si dentro se desplazara algún "objeto", mi cabeza no dejaba de pensar en que cabeza me encontraría en su interior.
Así llego la noche y estaba sentado frente a Notre Dame, a mis espaldas el edificio de la Prefectura General de París, que generaba en mi una atracción física mayor que la de la Catedral que tenia a mi frente.
Algo irresistible se estaba armando en mi interior, y me precipite sobre la caja, la tome, como pesaba la condenada, algo se movía en su interior, corría hacia el río, y al llegar al parapeto, no pude mas y la abrí, y allí en su interior... no había n a d a.
Estaba vacía, una gran decepción se genero en mi interior y arroje la caja a las aguas del Sena.
Un silbido sacudió la noche, y me encontré perseguido por un gendarme que me agarro en la puerta de la Prefectura.
Me metió adentro, y me dijo pase lo están esperando, no haga esperar mas al inspector que se tiene que ir a la casa, lo espera la esposa con la sopa.
Entramos y en un gran despacho, estaba él, un diminuto hombrecillo muy parecido a Claude Reims, quien me dijo, Víctor Laslo, lo hacia en Lisboa. Vamos quedando pocos de aquellos tiempos, el que siempre me preocupo fue Richard Blaine, Rick cuando fue el nacimiento de nuestra maravillosa amistad, creo que el tenia un sentido algo especial de la amistad, para el era hasta las ultimas consecuencias, me dijeron que fue a parar a la Argentina, al fin del mundo.
Creo que perdí en ese momento el conocimiento, y al despertarme, una suave voz nos anunciaba que estabamos llegando a Chicago.
Bueno, tengo un gran dolor de cabeza, pero gracias a Dios ella esta sobre mis hombros, ya llego, espero que no te hayas olvidado de la ambulancia.
Te saluda Luis Nuñez.

PATIO DE TIERRA -version enviada a OSVALDO SORIANO en octubre 1996

PATIO DE TIERRA
cuento
Gajos cosidos en tientos de Recuerdos, figuritas, Radio, Cine, Revistas, Diarios y los chistes. Y por sobre todo: el corazón de Villa Pueyrredón
..............“ Pienso que el lunes voy a estar en la tapa de El Gráfico”

Llego del colegio, entro en la cocina, el guardapolvo lo traigo en la mano, como una bola, lo pateo a un ángulo de la mesa, y la pongo allá en el rincón, lejos del arquero.
Mamá grita para que me saque los zapatos nuevos y use las zapatillas para ir al patio.
Entonces otro puntapié al guardapolvo, como un ovillo, o una pelota de trapo, tira las macetas, que están en barrera cubriendo el arco de Avenida La Plata, los tientos se abren y el guardapolvo se desparrama.
Corro y salgo al patio de tierra.
Estoy con el Negro junto a su cucha, esperando para salir a la cancha, por el túnel.
El Negro me mira como siempre en duda o reproche y le digo:
La barrera estaba adelantada, no te parece?, la pelota se desinfló.
Salimos , la gente de la tribuna de la calle Maza nos aplaude, allí debe estar mi papa.
Donde habrá dejado el colectivo?.
Estamos el Negro y yo en el centro de la cancha, Don Macias pita, se la paso al Negro, la da para atrás, desde allí Zubietta me la devuelve y me encuentro solo con una chapita de Bidú allí en la tierra, la pateo, pasa por sobre el alambrado y cae en el gallinero, en las chapas donde duermen las gallinas. Chau, perdí la chapita.
La gente de las tribunas grita y agita pañuelos que parecen palomas saludando al campeón, se levantan los cronometristas, parece que termina el partido. El gasometro está imponente y parece que explota .
Que lío ....... como se me rayó el zapato, justo ahí adelante; y ahora?
Mamá nos lleva al Negro y a mi para la cocina. A mi de una oreja. Entonces me dice que le dé los zapatos y tome la leche,... nunca haces caso!
El Negro mira. Mientras le pongo azúcar al pan y manteca, le voy pasando un cacho.
Superman ya terminó, mama apaga la radio, ahora los deberes.
Pienso que el lunes voy a estar en la tapa de El Gráfico.
Mamá ya me hizo sacar los zapatos; ahora los lustra y sonríe.
Que linda es Mamá cuando ríe.
2
Llueve desde la mañana, seguro que se suspenderán los partidos.
Nos miramos con el negro.
Ya habíamos terminado de comer.
Mamá y Papá se habían ido a dormir la siesta.
Miramos el patio,como se juntaba el agua en la tierra, el barro, cuanto barro, adiós domingo.
De que hablaran ahora los jugadores en la concentración?, pensaran en el domingo ya casi perdido bajo esta terrible lluvia.
Comentarios previos al partido.
Boroccoto dice que no debió jugarse las terceras y las reservas, esto es ha sido un diluvio. Parece que el está tan preocupado como nosotros.
Desde la cabina, vemos tres tipos vestidos de negro que se acercan al medio del patio, hay barro por todos lados.
La cabina de transmisión --en el Gráfico vi una fotografía -- se parece a la ventana de nuestra cocina, pero un momento! allí aparece mama con un gran balde tirando aserrín sobre los charcos de todo el fondo.
Ella como todos nosotros , también está pendiente por el estado del patio, le interesa mantener limpios los pisos de nuestra única pieza. No habrá patines que valgan !
Los hombres de negro la miran y le hacen señas negativas.
-les dicen que no !-, entonces ella parece que les grita; los tipos se vuelven para el túnel y se van por la cucha del Negro.
Se suspende el partido.!
Negro , veni que saco la caja de zapatos y el espejo y nos vemos una película, hoy creo que dan El Halcón Maltés.
El negro me sigue mirando como si no comprendiera nada.
Ves la muchacha. No entiendo porque el muchacho no solamente la deja sino que la entrega a la policía.
No lo entiendo! No , no lo entiendo.
Parece que somos dos, el Negro tampoco lo entiende y mueve la cola.
3
El subterráneo , el Centro, todo es alegría, una fiesta.
Caminamos entre la gente y los coches por la calle Lavalle, en todas las vidrieras de los biógrafos fotos de las películas de ese día y las de los próximos.
Algún cacho de pizza y faina con Papá y luego Florida, el subte y la vuelta.
Algunas veces, no todas, entrábamos a un cine, y veíamos tres películas, después se las contaría al negro, aunque muchas veces le conté sobre las fotos que me devoraba de las vitrinas y con las cuales yo pensaba historietas que me entusiasmaban a medida que las iba contando.
Lavalle es una calle maravillosa, un gran parque de diversiones y de los mas gratos sueños , no se podía casi pasar y sin embargo autos y gente se volcaban por allí, buscando Florida y salir.
Papá decía que Lavalle debería ser sólo para peatones, --falta que yo venga por aquí con el colectivo.
Lo miré, me gustó lo que dijo.
Pero que lío se le armaría con el patrón del colectivo.
Perdería el trabajo.
Ir con Papá por esa calle, era alegría.
En los últimos tiempos me hablaba solo de sus proyectos, dejar el colectivo, conseguirse un buen trabajo, algo mas seguro, se venia la Corporación, tendría que usar uniforme, si el hubiera estudiado, quería que yo lo hiciera.
Mis ideas saltaban también por esa calle, yo solo quería bailar y cantar como veía en las películas.
Quizás yo podría acompañar a Papá en su entrada triunfal por la calle Lavalle con su colectivo, en lugar de pasajeros papa llevaría una banda de música con instrumentos brillantes como oro.
Pero que es eso que viene allí ?,
Un camión de soda?.
No, es el número 33 con papa al volante !.
Se oye una banda y la música llega desde el colectivo, cubriendo toda Lavalle.
Yo ya sobre el techo, con smoking blanco y mi moño azul a pintitas blanca, -como el del colegio - voy girando con lo música por la pista plateada, mientras zapateo con mis suelas de lata..
Ella me esperaba, en la pista ; era la muchacha del Halcón Maltés, y comenzamos a bailar, muy juntos, al compás de una música suave y melodiosa.
Grandes reflectores desde las marquesinas de los cines, nos iluminan yo subo por una escalera luminosa que da a los techos del cine Hindú y desde allá arriba comienzo a bajar los escalones luminosos, uno a uno, y a cantar con una voz que no conozco como mía, en inglés.
Siento que es como si se entendiera todo.
Llueve papel picado, la gente aplaude y saluda, llegamos a Florida, la boca del subte, bajamos y nos sentamos silenciosos papa y yo, cada uno metidos en sus cosas, sus sueños.
Que musical había visto esa tarde en el Big Parade de la calle Lavalle.
Como se lo iba a contar al Negro? .
4
Regresaba del colegio. El viernes terminaban las clases y llegaban las vacaciones.
Mamá estaba en la puerta con el Negro, hablando con el matrimonio que nos alquilaba la pieza.
Don Santiago y Encarnación.
Ellos vivían en la parte de adelante de la casa.
Todos parecen muy serios, que pasó?,
Habrá hecho algo el Negro?.
El no me salió a saludar, apenas me vio se fue para el fondo, al patio.
Doña Encarna, no es muy amiga de los perros, nos vigila siempre, desde su cocina , muchas veces, me parece que sonreía, pero ahora está muy seria.
Cuando pasé para el fondo, para preguntarle al negro, ella casi ni me miró.
Encarna y Santiago vivían solos y no tenían ninguna familia.
La casa era muy grande para ellos solos.
En un principio no le querían alquilar a Papá, decian que ellos eran una parejita muy simpática, pero lastima que tengan un chico y un perro.
Luego cedieron, y nos venimos a vivir aqui.
Luego de esa tarde sin mayores explicaciones, era el primer lunes de mis vacaciones de colegio, nos mudamos de lo de Santiago y Encarna.
Papa ya había cambiado de trabajo, y nos íbamos a vivir a un departamento.
Los dos viejos dueños de casa lloraban y eso me hizo llorar a mi.
Pero mis verdaderos motivos era el tener que dejar el patio de tierra y quizas la siempre abierta posibilidad del colectivo de papá por Lavalle.
Además eso de que un perro no se podía tener en un departamento, no lo entendia, eran muchas cosas que venia no entendiendo.
El Negro se quedó, lo tuve que entregar como hizo aquel muchacho del sombrero casi sobre los ojos, con aquella muchacha.
Que ganas de llorar.
No lo pense mas, me baje el ala de mi gorra, casi tapando mis ojos, como había hecho el muchacho, para que a mi tampoco se me vean los mocos, que se me caían de la nariz, por que no podía parar de llorar.
Subí al camioncito donde estaban las pocas cosas que teníamos, y poco falto para que saltara y volviera por el Negro, pero no pude, no se que fue lo que me sujetó.
Durante el viaje al nuevo barrio, al departamento , Mama tiro mi caja de zapatos. No entendía para que la traía yo.
Chau mi caja de ensueños, mi caja de cine, me ajuste la gorra un poco , me limpie los mocos y seguí llorando.
18/10/96
PATIO91.TXT
1612

SIGUE PATIO DE TIERRA- ARMADO PARCIAL CASI TOTAL

1
Llego del colegio, entro en la cocina, el guardapolvo que traigo en la mano, como una bola, lo pateo a un ángulo de la mesa, en el rincón de las ánimas, lejos del control del guardameta, creo que allí estaba Isack López, el de Chacarita.
Mamá grita para que me saque los zapatos nuevos y use para ir al fondo las zapatillas.
Entonces de un pelotazo con el ovillo del guardapolvo, como pelota de trapo, tiro las mazetas, que estan formando barrera en el arco sobre la Avenida La Plata
Creo que estaban todos adelantados, me apuré!.
Corro para el patio de tierra.
Estoy con el Negro junto a su cucha, esperando para salir a la cancha, por el tunel.
El negro me mira, y entonces digo, frente a su mirada siempre de duda y reproche:
--Negro viste, la barrera estaba adelantada, así no vale!.
--Negro porque Mamá me adelanta la barrera?!? , hay mucha marca, así va a ser dificil meter un gol!.
Salimos , el Negro, yo y los otros nueve, la gente de la tribuna sobre Maza nos aplaude.
Alguien le grita algo al Negro, yo le digo por lo bajo que no le de bolilla.
--Perro....uuuuuu!
Estamos el Negro y yo en el centro de la cancha, le digo “Aurieli” (* already), y el me mira significando: “diez” (* yes), entonces Bartolome Macias pita, y se la paso al Negro, que la da atrás, Zubietta me la devuelve y resulta que es una chapita de Bidú, que desde fuera del area pateo y sale junto al poste en el arco de Avda La Plata.
Isack Lopez no se que me dice,señalando la chapita que pasa por arriba de la tribuna, llegando hasta la calle Santander.
La multitud sigue aplaudiendo, se levantan los cronometristas, parece que termina el partido. Miles de pañuelos flamean en los cuatro costados del Gasometro.
Uh Dio....... como se rajó el zapato, justo ahi adelante.
Mamá nos lleva al Negro y a mi para la cocina. A mi agarrandome de una oreja.
En la cocina, me dice que me saque los zapatos y que tome la leche.
El Negro mira.
Mientras le pongo azucar al pan y manteca, le doy un pedazo.
Pienso que el lunes voy a estar en la tapa de El Grafico, Mamá ya me hizo sacar los zapatos; ahora los lustra y sonrie.
Que linda es Mamá cuando se rie.
El tiro al arco apenas empezó el partido, fue bárbaro, le paso cerca, luego la chapita voló, espero que la revista traiga la foto.

2
El Negro debe estar mirando desde hace rato, creo que bosteza; Superman está por terminar.
Habíamos tomado la leche y terminado con el pan, la manteca y también el azúcar.
Ahora Mamá me peinará y me dejará sentar en el umbral de la puerta de calle, , a mirar pasar los colectivos y esperar a Papá en su ultima vuelta, si es que viene el otro relevante, para es también relevante.
Mamá no deja que el Negro salga a la calle conmigo.
Seguro que lo estará bañando, pobre Negro, el tampoco puede hacer lo que quiere.
Los arboles de la calle tiran unos frutos pequeños, sueltos o en racimos, son los venenitos, son amarillos.
La vereda esta casi cubierta por esas ramas y sus venenitos, luego Mamá vendrá a barrer.
Ya tengo mi racimo en la mano.
Viene un colectivo, creo que realmente es un tanque, el reflejo del sol, no me deja ver bien, a esta hora en el desierto de Sahara .
Miro a ambos lados del camino, y al estar ya pasando frente a mi, le arrojo dos amarillos venenito.
El tanque vuela por los aires, la onda de la explosión me impulsa hacia la casa, donde entro como un fugitivo seguido por los enemigos, el Negro nos ve pasar y nos ladra, se acopla a la fuga y sigue corriendo con todos nosotros.
Ya estoy bajo la sombra de la higuera.
Esta carrera y el calor del desierto me han fatigado.
Se acerca el Negro, recién bañado, todavia mojado y viéndome necesitado de agua, se sacude frente a mi.
Me mira, siempre preguntando.
Yo algo mas tranquilo le cuento entonces que unos de los colectivos enemigos acababa de ser volado con una de mis granadas de las cuales conservo algunas sin activar todavia en mis manos.
El Negro se sacude nuevamente y me tira todo una lluvia de agua perfumada que refresca mi rostro, esto es buenisimo luego de estar tanto tiempo en la arena del camino en el desierto.
Quedo totalmente salpicado.
Pienso que debo seguir pasando desapercibido, y me arrastro hasta la casilla de vigilancia, no veo a ningún centinela.
Lo importante es que mi misión haya sido cumplida, lo que lamento es que era el colectivo 33, justo el 33, el de Papá.
Dejo al lado del Negro, junto a su casilla, los venenitos sobrantes de mi aventura y nos quedamos mirándolos, como hechizados por su amarillo peligroso.
Adelante se sienten ruidos, ya nos han descubierto, estoy perdido, lo siento a Papá preguntar a Mamá donde se metió este chico. Debe estar con el Negro en su casilla, ella me delata.
?Porque vino más temprano de su trabajo?
?Papá que hará ahora sin su 33?
Nos miramos con el negro, y el se mete en su casilla
El puesto del centinela sigue copado por nosotros. Son las 7 de la tarde hora de Villa Puerredon, sincronizamos nuestros relojes, pero....
...yo no tengo reloj, y el Negro tampoco.

3
Hoy Papá esta en casa. Allí junto a la higuera, habla con el Negro. De que hablara Papá con el Negro?
Espero que no le diga lo de los venenitos.
Los miro desde la cocina, estoy con lo deberes.
Entra Papá y me dice:
--che trae la pelota que vamos a jugar con el Negro.
Me siento aliviado; pero todavia no muy seguro, a veces el enemigo es muy astuto e inteligente.
Se va para el banquito y yo me acerco con la pelota.
El Negro salta y ladra.
No aguanto más y le pregunto por su colectivo,
-- le están haciendo un ajuste de motor , el pobre ya no aguanta más, tendrá para 15 días de reparaciones, le harán un ajuste.
--Tendré que pensar en otro trabajo mas estable, esto de relevante no es muy cómodo.
!! O sea que los venenitos explosivos no le hicieron nada!!
!! Ahora si me siento más tranquilo.!!

4

Entrar a la cocina y pedirle a Mamá que salga ya que me tengo que convertir en Superman, es uno de mis imposibles necesidades.
En el baño no se lo he podido hacer nunca, por que Doña Encarna, me esta mirando y vigilando, es muy dcuriosa con todo lo que yo hago.
Ademas Clark Kent no se hubiera cambiado nunca en un baño.
Hacerme Superman era algo que tenia grandes complicaciones.
En la historieta, Clark Kent entraba en una cabina telefonica y listo.
Pero por el barrio, en aquellos tiempos, no habia cabinas, ni siquiera telefono teniamos en casa.
Teniamos que ir a la panaderia para hablar , y el rincon del telefono estaba a la vista de todos, sobre todo de Don Manuel, el panadero de la caja.
O sea que me resulto mucho mas facil ser el Capitán Maravilla, tenia que decir solo ”Sasan” y listo, lo que pasa es que yo lo decia en voz muy alta, casi a los gritos, un alarido como lo habia visto y escuchado en los episodios de la Parroquia.
En los colectivos, y en el colegio, no tenia problemas, para venirme el Cápitan Maravilla.
Pero en casa, y justo a la hora de la siesta de Papá y Mamá, eso era explosivo, el viejo corriendome por el patio con el cinto en su mano.
Alli quedaron truncos mis sueños de ser el Capitan Maravilla.
He tenido pues muchas dificultades para venirme Superman y Maravilla a lo largo de toda mi vida.

5
Nos miramos con el negro.
--Que me decís como llueve afuera en el patio
Ya habiamos almorzado los cuatro , mientras llovia afuera.
Mamá y Papá se van a dormir la siesta.
Miramos el patio,como se juntaba el agua en la tierra, el barro que se armaba.
Como siempre, seguro que se suspenden los partidos.
--Los jugadores, ahora, en este mismo momento, de que hablaran?
--De lo mismo que yo hablo con el Negro?
El comienza a dar vueltas, y vueltas y se sienta, junto a mi.
La radio, y el comentario de antes del partido.
En ese momento dos tipos de negro y pantalon corto, van hasta el medio del patio, Mamá esta alli con el tacho de la ropa bajo el brazo , pero que esta tirando sobre los charcos?: aserrin, como hoy cuando empezo a llover, y lo hecho en el piso de la cocina.
--Pero no se habia ido a dormir?.
--Parece que Mamá quiere que se juegue el partido.
Los tipos se miran y se dicen algo, uno de ellos hace gestos negativos, creo que suspenden el partido, Mamá los para y les habla, pero parece que no le dan bolilla.
--Como es que pueden no darle bolilla a Mamá?.
El público va a invadir la cancha.
--Esos tipos parece que no saben lo que hacen.
Alguien en la radio dice que no debieron jugar las terceras y la reserva.
--Bueno negro, veni que saco la caja de zapatos y el espejo y nos vemos una pelicula, que te parece El Halcon Maltes?.
El negro mira y me parece que dice que si.
--Mira esa es la muchacha, es Mary Astor, no entiendo porque Spade no solamente la deja sino que la entrega a la policia.?
No lo entiendo! No , no lo entiendo.
El Negro tampoco lo entiende, lo dice moviendo la cola.
6
Viajar en subte, era en esos tiempos ir al cine y a la calle Lavalle.
Lavalle era una calle extraña, era como me imaginaba un gran parque de diversiones, no se podía casi pasar y sin embargo autos y gente se volcaban por allí, buscando salir por Florida.
Papá decía que esa calle debería ser sólo para los peatones, --falta que yo venga por aquí con el colectivo.
Me reí de la idea.
Ir con Papá por esa calle, oyéndolo hablar de sus proyectos, de dejar el trabajo del colectivo, de que yo estudiara.
Mis ideas saltaban también por esa calle, yo solo quería aprender a tocar el trombón.
Quizás yo podría acompañar a Papá para su entrada triunfal por la calle Lavalle con su colectivo, yo dirigiendo una banda de músicos como Tyrone Power y su Ragtime Band, Alice Faye iría sentada junto a mi.
Sueños, los de mi Papá y los míos; que pena si Papá dejaba el colectivo yo no podría estudiar el trombón.
No me iban a necesitar con mis músicos y el trombón.
Y tal vez no me encontraría nunca con Alice Faye.
Parece que el trombón lo dejaré por algún tiempo, a Alice también.
7
Regresamos a casa.
Mamá estaba en la puerta con el Negro, hablando con la señora que nos alquilaba la pieza de su casa, su marido Don Santiago estaba con ellas. Son los de adelante.
Un hall-living y un dormitorio, una cocina grande y un baño.
Nosotros usábamos una piecita, la del medio, que era nuestro dormitorio, y el baño común, donde me bañaban los sábados a la noche. Puf....eso si que era como un castigo.
Teníamos en el fondo, una cocina, donde comíamos y prácticamente vivíamos
Doña Encarna, no le gustaba mucho el Negro, con el tiempo supe que todo lo hacia por su “‘pitocho”, que era yo.
Ella y su marido no tenían hijos.
No querían alquilarle a Papá, me cuentan que decian que eran una parejita simpática pero lastima que tenían un chico y un perro.
Cuando nos mudamos de esa casa , cuando Papá dejo el colectivo, el marido y ella lloraron, ese día todos lloramos.
Ellos no sabrían nunca mis verdaderos motivos: el patio de tierra, el trombón, Alice Faye y ese dichoso asunto de que un perro no se podía tener en un departamento.

Viste Negro, no te dejaban entrar en la pieza, no podías salir a la calle conmigo, no en la iglesia, y en el cine, no con los abuelos.
Negro, Negro, no saliste nunca de este patio de esta casa, te quedaste con ellos con Encarna y Santiago, decian que no te querían.
Lejos de aquí ya encontré mi trombón y mi Alice.
El negro me mira y creo que ya sabia todo.
lunes 30 de septiembre de 1996
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SIGUE PATIO DE TIERRA, ROLLO 11 Y 12

11.

las carreras de autos de aquellos tiempos, tienen que ver casi todo con la radio.
Luis Elias y su hermano Corner, eran lo que Pelliccialli en el fútbol.

La carrera a Caracas fue la mas importante, y el regreso desde Lima, no te digo.
Yo era hincha de Oscar Galvez "el aguilucho", me gustaba el Ford, teníamos una pica con los Chivos y Fangio.
Esas carreras duraban días y días.
En el barrio se armaban competencias similares a las regatas de los días de lluvia.
Pero estas eran con autitos pequeños, yo tenia un ford con el numero 3.

Pero aquí se repetía lo de las regatas. Raulito me ganaba, y yo o el negro, y casi siempre mi numero 3, nos metíamos en la zanja.

Un día de la carrera fue muy triste, fue cuando Oscar llego primero a Caracas, no recuerdo cuantas horas de ventaja llevaba y lo descalificaron porque llego empujando a su auto con otro auto..
Le dieron ganada la carrera a Domingo Marimon que Tenia un Chevrolet.





12


Mama me dice que tengo que ir al almacén a buscar kerosene.
En invierno busco kerosene, en verano hielo.

Sobre la heladera, que en este tiempo casi no se usa, sobre la tapa de arriba, esta el diccionario que me trajo papa.
una botella de vino y pan.

Mama saca los cubiertos y pone la mesa, no me deja que yo la ayude,

El negro me mira,

No puedo llevar al negro a buscar kerosene, mama dice que lo voy a perder

Mama es linda cuando sonríe, hace mucho que no lo veo ; cuando lavaba la ropa , la oí cantar.

Ya traje el kerosene, le doy a mama los dos centavos del vuelto, que grandes me parecen las monedas.

Hoy miércoles, comemos puchero, no me gusta el puchero, mama dice que yo tengo muchas ñañas,

Golpean la puerta, la vecina trae al negro que parece que salió atrás mío cuando fui al almacén.

Yo no lo vi.

Mama dice que voy a terminar perdiendo al negro.

Ya estamos los tres a la mesa, lo que me gusta del puchero es comerme el contenido del caracú,
lastima que lo como al final como un postre, previa sopa.
Me siento siempre sobre el pedazo de pan, que quiere ser un sanwiche de caracul que pongo sobre la silla envuelto en una servilleta.

El próximo miércoles, le voy a agregar un pedazo de chorizo.
mama me dice que no se comer....

Salgo al patio y junto a la higuera esta el negro,
me acerco, en el camino una chapita de naranjin, la cruzo bien fuerte de derecha y el negro mira como pasa sobre la alambrada del gallinero.

Miro para la cocina.

Mama me mira por la ventana y se ríe.

Pienso que piensa que no se tampoco patear una chapita.

Nos miramos con el negro, ....tuve por un momento la sensación que el negro también se reía, pero no realmente me sonríe, y no me dice nada, solo mira....
Tengo idea de que fue un tiro formidable.

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512
sábado 21 de septiembre de 1996

LA PRIMER HISTORIA PATIO DE TIERRA ROLLO UNO

1

Radio, historietas, cine, en ajenas y propias invensiones que se armaban, casi solas en el patio de tierra del fondo, junto a la higuera, al gallinero, la cucha del Negro y la cocinita.
En Villa Pueyrredón.
Alli pasabamos todo el tiempo en que estabamos en casa.
Todas esas cosas fueron recursos verdaderos, fuentes y usinas que sostuvieron a este chico que se creyo muchas veces solo.
Con eso, hoy parece, se lograron momentos felices y plenos.
Inventaba o recordaba algun partido escuchado, Lalo Pelliccialli era el eje sonoro de la acción.
Algun viejo Grafico, ayudaba a que se mezclaran Zito la “bordadora”, con la “Fiera” Bernabe, con el “charro” Moreno y “Adolfo” Pedernera, a veces Boca ponia, por intermedio de alguna olvidada y vieja figurita , a Tesorieri en el arco.
Los comentarios tambien se hacia con mi voz y lo que yo crei la forma de ver y pensar de Daniel Frascara y otras veces de Boroccoto.
Alli en el fondo estaba lo mejor del fobal que yo habia visto solamente atravez de la radio, en El Grafico, y por esas tarde de domingos bajo la higuera soñando con la cancha de San Lorenzo, cuando miles de pañuelos saludaban al campeon
Como seria realmente todo eso?
La caja de zapatos, donde se armó mi primer biografo, bajo la mesa de la cocina.
Algun reflejo de luz, un espejo, con el que Papá se afeitaba en el patio.
Y alli estaban en la pantalla de plata en el interior de la caja, que era una suerte de escenario, todas las proyecciones de cintas que en la mayoria de los casos no habia visto nunca y que conocia por los comentarios de la radio, algo de Radiolandia y algo de El Mundo.
Alli se mezclaba un poco las peliculas de los cines con las adaptaciones libres de Alfredo Lima, asi lo anunciaba la radio que se escuchaba en casa los sabados a la noche, y sobre todo las peliculas que el chico de enfrente , Raul, nos contaba a todos nosotros , cuando después de cenar, en la vereda, donde los grandes se sentaban a tomar fresco, y yo lo escuchaba a Raul y veia pasar los colectivos, y los confudia con tanques o camellos en el desierto.
Tambien Radio Porteña transmitia desde los teatros, la funcion completa, todas las noches, menos los lunes.
Gran exito tuvo en la caja de zapatos "El conde de Montecristo", con Dantes y Farias.
Yo tenia las fotos de Arturo de Córdoba y de Robert Donat, pegadas (con jabon) al armario de la cocina junto a la de Gardel y Bing Crosby.
Simultaneamente con todas esas usinas de inmaginacion vino la pizarra magica, que era como la alfombra voladora de Sabu en el Ladron de Bagdad.
Asi ocurria que con solo escribir el nombre del lugar y yo ya estaba alli.
Yo cantaba y tocaba el piano en Casablanca, en el Ricky’s Bar.
Ingrid Berman era linda como mama en esta foto, que he conservado siempre.
Con el armario de la cocina se fueron las fotos de mis otros amigos.
Luego todo lo podia mezclar y pensando en Bagdad, tenia un cocktel delicioso, con la alfombra volaba sobre Nueva York con Lois en mis brazos, alli estaba la Estutua de la Libertad, y alli atras la Torre de los Ingleses y los trenes de Retiro.

2

Llego del colegio, entro en la cocina, el guardapolvo que traigo en la mano, como una bola, lo pateo a un angulo de la mesa, en el rincón de las ánimas, lejos del control del guardameta, creo que alli estaba Isack Lopez, de Chacarita.
Mama grita para que me saque los zapatos nuevos y use para ir al fondo las zapatillas.
Entonces de un pelotazo con el ovillo del guardapolvo, como pelota de trapo, tiro las mazetas, que estan formando barrera en el arco sobre la Avenida La Plata
Creo que estaban todos adelantados, me apuré!.
Corro para el patio de tierra.
Estoy con el Negro junto a su cucha, esperando para salir a la cancha, por el tunel.
El negro me mira, y entonces digo, frente a su mirada siempre de duda y reproche:
--Negro viste, la barrera estaba adelantada, asi no vale!.
--Negro porque mama me adelanta la barrera?!? , hay mucha marca, asi va a ser dificil meter un gol!.
Salimos , el Negro, yo y los otros nueve, la gente de la tribuna sobre Maza nos aplaude.
Alguien le grita algo al Negro, yo le digo por lo bajo que no le de bolilla.
--Perro....uuuuuu!
Estamos el Negro y yo en el centro de la cancha, le digo “Aurieli” (* already), y el me mira que significaba “diez” (* yes), entonces Bartolome Macias pita, y se la paso al Negro, que la da atras, Zubietta me la devuelve y resulta que es una chapita de Bidu, que ya desde fuera del area pateo y sale junto al poste alla sobre la Avda La Plata.
Isack Lopez no se que me dice,señalando la chapita que pasa por arriba de la tribuna y llega hasta la calle Santander?
La multitud sigue aplaudiendo, se levantan los cronometristas, parece que termina el partido.Los pañuelos flamean (?) en los cuatro costados del Gasometro.
Uh Dio....... como se rajo el zapato, justo ahi adelante.
Mama nos lleva al Negro y a mi para la cocina. A mi agarrandome de una oreja.
En la cocina, me dice que me saque los zapatos y que tome la leche.
El Negro mira.
Mientras le pongo azucar al pan y manteca, le doy un pedazo.
Pienso que el lunes voy a estar en la tapa de El Grafico, Mama ya me hizo sacar los zapatos; ahora los lustra y sonrie.
Que linda es mama cuando se rie.
El tiro al arco apenas empezo el partido, fue barbaro, le paso cerca, luego la chapita volo, espero que la revista traiga la foto.

3

El Negro me debe estar mirando desde hace rato, lo veo bostezar; la audicion de Superman está por terminar.
Yo estaba como metido en lo que pasaba en la radio.
Ya habiamos tomado la leche y terminado con el pan, la manteca y tambien el azucar.
Mama dentro de un rato me peinara y me dejará sentar en la puerta de calle, en el umbral, mirando pasar los colectivos y esperar a Papá de su ultima vuelta, luego de entregar el colectivo en la esquina.
Esto se pone aburrido. Al Negro Mama no lo deja salir a la calle conmigo.
Ahora, seguro que lo estara bañando, pobre Negro, el tampoco puede hacer lo que quiere.
Los arboles de la calle tiran unos frutos pequeñitos, los llamamos venenitos.
La vereda esta casi cubierta por esas ramas, luego Mama vendra a barrer.
Ya tengo un racimo en la mano.
Viene un colectivo, se me ocurre que es un tanque, y el reflejo no me deja ver bien ahora en el desierto de Sahara .
Miro a ambos lados del camino, y al estar ya pasando frente a mi, le arrojo un venenito.
El tanque vuela por los aires, la onda de la explosión me impulsa hacia la casa, donde entro como un fugitivo seguido por los colectiveros enemigos, el Negro nos ve pasar y nos ladra, se acopla a la fuga y sigue corriendo con todos nosotros.
Ya estoy bajo la sombra de la higuera.
Esta carrera y el calor del desierto me ha fatigado.
Se acerca el Negro, recien bañado, todavia mojado y viendome necesitado de fresco, se sacude frente a mi.
Me mira, y como siempre preguntando.
Yo algo mas tranquilo le cuento entonces que unos de los colectivos enemigos acababa de ser volado con una de mis granadas de las cuales conservo algunas sin activar todavia en mis manos.
El Negro se sacude nuevamente y me tira todo una lluvia de agua perfumada que refresca mi rostro, esto es buenisimo luego de estar tanto tiempo en la arena del camino en el desierto.
Quedo totalmente salpicado.
Pienso que debo pasar desapercibido.
Lo importante es que mi mision haya sido un exito, lo que lamento es que era el colectivo 33, el de Papá.
Papá tendra problemas con su trabajo.
Dejo al lado del Negro los venenitos sobrantes de mi aventura y nos quedamos mirando, como hechizados por el verdor de estas granadas.
Adelante se sienten ruidos, ya nos han descubierto, estoy perdido, lo siento a Papá preguntar a Mama donde se metio este chico.
Porque vino más temprano de el trabajo?
Que habrá pasado con el 33?
Nos miramos con el negro.

4

El Negro sabia con anticipación cuando se venia el agua y pugnaba algunas noches para que Mama no lo dejara afuera.
Debia entrar, el sabia lo que se venia, lo que le esperaba.
Si quedaba afuera estaba perdido.
El asunto era que si se salia cuando estaba lloviendo, la entrada en la cocinita y en la pieza era imposible.
Mama no nos dejaria. En la cocina no se usaban patines, solo habia en el piso algun diario viejo.
Mama queria mucho a sus pisos.
Los amaba tanto, y los cuidaba tanto como a mi y a mis zapatos.
Tenia poco, decia, pero ella lo poco que tenia lo queria y cuidaba mucho.
Los dias de colegio, con lluvia, la rutina era casi igual a las de cualquier día, los horarios y las clases seguian normalmente.
Pero en el colegio recuerdo un dia de lluvia en que no vino mi maestra de segundo grado, y nos pasaron a todos al sexto grado.
Que bien me senti con los mas grandes, libre de responder y explicar nada de nada.
Cada dia que llueve en el colegio cuando llegan los maestros a veces pienso que seria lindo que el mio faltase, para pasar a los otros grados superiores.
Pero esas ausencias ocurrian casi nunca.
Pero aquella unica vez de un dia de lluvia en que no vino la maestra, nos pasaron al sexto y yo me senti como cuando estaba en el patio con el Negro.
No tenia casi ningun compromiso con nadie, no tenia que explicar nada, solamente al Negro y con el yo no tengo problema.
Algo tortuoso era el uso de las galochas, no cuando llovia sino cuando dejaba de llover.
Yo no sabia que hacer con ellas puestas.
Yo no habia pensado que luego al parar, las galochas eran para sacarselas.
Cuando descubri esta situacion, tuve un dia la desgracia de olvidar un par en un colectivo.
Cuando ya habiamos bajado del colectivo, en la parada final como el que me llevaba era Papá, el tampoco se dio cuenta.
Al llegar a casa mama nos reto a los dos.
Tuvimos que ir a buscarlas a la parada, pero alli no estaba y en el colectivo tampoco. Donde las habré tirado?

5.

Mama con el negro no tenia problema, cuando llovia, se la pasaba chocho abajo de la mesa de la cocina..
La radio no era lo mismo los domingos, salvo el fobal, pero si llovia casi siempre se suspendian los partidos.
Escuchar y ver el fobal bajo la lluvia.
Crei que unicamente en Londres jugaban en esos dias, Wembley y Ruggilo, era una figurita dificil, yo la cambie por dos que tenia repetidas de Vito Dumas.
Al dejar de llover, se salia a la calle y casi todas las vecinas, Mama incluida barrian las veredas y sacaban las hojas y venenitos que se habian quedado obstaculizando el correr de las aguas de los cordones.
Luego durante algunas horas seguiamos los chicos con las regatas , por las aguas que corrian por los cordones, las competencias eran grandiosas, hasta desembocar en la zanja de la otra cuadra.
Algunas veces o el Negro o yo nos caiamos en la zanja, que lio que teniamos para volver con ese olor a casa.
Las regatas las ganaba siempre el pibe de enfrente, Raulito, ademas como hacia para no caerse nunca en la zanja?.
Pero la verdad ganaba porque las pajitas de las escobas de su mama eran mejores que las de mia.
Los domingos de lluvia, desde algun tiempo despues , casi siempre se han asociado al cine.
Pero las limitaciones eran rotundas, si no iba con Papá o con Mama, no habia cine..
Me costo entender, aunque creo que no lo pude entender nunca, porque el Negro no podia venir con nosotros al Cine.
Yo me adelantaba y compraba, dos mayores y una menor.
La iglesia de la otra cuadra, tambien en la calle Cabezon, ejercio un movimiento liberatorio sobre mi.
La parroquia tenia un salon sobre la iglesia, donde los domingos se proyectaban peliculas, creo haber visto alli mis primeras peliculas de episodios :...La moneda rota con Edy Polo.
El mecanismo de la iglesia era dar a los concurrentes --chicos y chicas- despues de la misa de la mañana del domingo un vale, que a la tarde al entrar al cine parroquial equivalia a un 50% de descuento en el precio.
Al Negro tampoco lo dejaban entrar en la misa ni en el cine parroquial (?)
Algunos domingos ibamos a la casa de los abuelos.
Eso fue para mi un terrible problema, me perdía el cine de la parroquia.
Papá y sus Hermanos y el Abuelo se iban despues de los almuerzos al hipodromo y yo me quedaba con mis primos, con Mama, la Abuela y las Tias.
Eso era aburrido, no me dejaban jugar a la pelota, pero mejor, el patio de la abuela era de baldosas.
No era lo mismo mi patio de tierra, yo lo imaginaba como una verdadera cancha de fobal.
Ademas mis primas eran troncas en esto del fobal, y para jugar solo sobre las baldosas , era mejor escuchar el partido por radio en casa de la abuela.
Yo pensaba que el Negro estaria peor, porque estaba solo alla en casa, porque tampoco lo podiamos traer, pero posiblemente podria hacer lo que el quisiera, pero que haria en la cocina, por que mama lo dejaba alli dentro .
Hubo una epoca en que cuando llovia, uno de mis Tios, el soltero, el que no iba siempre a las carreras, nos llevaba a todos al cine del centro.
Alli conoci la calle Lavalle.y algunas cosas comenzaron a cambiar.

6

Nos miramos con el negro.
--Que me decis como llueve afuera en el patio
Ya habiamos almorzado los cuatro juntos, mientras llovia afuera.
Mama y Papá se van a dormir la siesta.
Miramos el patio,como se juntaba el agua en la tierra, el barro que se armaba.
Como siempre, seguro que se suspenden los partidos.
--Los jugadores ahora en este mismo momento de que hablaran?
--De lo mismo que yo hablo con el Negro?
Ahora comienza a dar vueltas, y vueltas y se sienta, junto a mi.
La radio, el comentario de antes del partido, en ese momento dos tipos de negro y pantalon corto, van hasta el medio del patio, Mama esta alli con el tacho de la ropa bajo el brazo , pero que esta tirando sobre los charcos?: aserrin, como hoy cuando empezo a llover, y lo hecho en el piso de la cocina.
--Pero no se habia ido a dormir?.
--Parece que Mama quiere que se juegue el partido.
Los tipos se miran y se dicen algo, uno de ellos hace gestos negativos, creo que suspenden el partido, mama los para y les habla, pero parece que no le dan bolilla.
--Como es que pueden no darle bolilla a mama?.
El publico va a invadir la cancha.
--Esos tipos parece que no saben lo que hacen.
Alguien en la radio dice que no debieron jugar las terceras y la reserva.
--Bueno negro, veni que saco la caja de zapatos y el espejo y nos vemos una pelicula, que te parece El Halcon Maltes?.
El negro mira y me parece que dice que si.
--Mira esa es la muchacha, es Mary Astor, no entiendo porque Spade no solamente la deja sino que la entrega a la policia.
No lo entiendo
El Negro tampoco lo entiende, lo dice moviendo la cola.

7

Entrar a la cocina y pedirle a mama que salga afuera ya que me tengo que convertir en Superman, es uno de mis imposibles.
En el baño no se me ocurrio nunca cambiarme y venirme Superman, era un baño compartido con la gente de adelante.
Ademas Clark Kent no lo hubiera hecho nunca.
Hacerme Superman era algo que tenia grandes complicaciones.
En la historieta, Clark Kent entraba en una cabina telefonica y listo.
Pero por el barrio no habia cabinas, ni siquiera telefono habia en la casa.
Teniamos que ir a la panaderia para hablar , y el rincon del telefono estaba a la vista de todos, sobre todo de Don Manuel, el panadero de la caja.
O sea que me resulto mucho mas facil ser el Capitán Maravilla, tenia que decir solo ”Sasan” y listo, lo que pasa es que yo lo decia en voz muy alta, casi a los gritos, un alarido como lo habia visto y escuchado en los episodios de la Parroquia.
En los colectivos, y en el colegio, no tenia problemas, para venirme el Cápitan Maravilla.
Pero en casa a la hora de la siesta de Papá y mama, llegue a no hacer algunos trabajos del Capitán por los líos que se me armaban, cuando gritaba “Sasan”
Con el Negro vimos casi todas las historietas representadas con el espejo en la caja de zapatos.
Eran de Rip Kirby,Vito Nervio, Fantomas, Mandrake y Superman.
Ademas Langostino, Corina y Rinkel.
Que delantera de historieta : Mario Boye, Pio Corcuera, Jaime Sarlanga, Severino Varela y Pin.
Creo que se han mezclado las figuritas, pero me salio la delantera de Boca.Además Zubieta Greco y Colombo
No los olvidare nunca, que grande cuando junte las figuritas de todo el equipo Argentino en el Sudamericano al encontrar un dia en la calle la de Salomón.
“”Sasan.””
Pim Pum Pim

8

Hoy Lunes Papá esta en casa. Junto a la higuera, habla con el Negro.
De que hablara Papá con el Negro?
Los miro desde la cocina, estoy con lo deberes.
Entra Papá y me dice:
--che trae la pelota que vamos a jugar con el Negro.
Se va para el banquito y yo me acerco con la pelota.
El Negro salta y ladra.
No aguanto mas y le pregunto por su colectivo,
-- realmente es de Don Jovino, yo soy solo el peón --, me responde que le están haciendo un ajuste de motor , que tiene para 15 días de parate, pues dentro de tres días se van todos los del colectivo para Mar del Plata para ablandarlo.
O sea que los venenitos explosivos no le hicieron nada!!
--Te tengo que llevar a la peluquería. Me sigue diciendo
Eso me gustaba mucho porque era en Villa Urquiza, era como ir a una gran ciudad, a otro país.
La peluquería de Villa Urquiza era un lugar fenomenal, era como cuando faltaba nuestra maestra y nos llevaban al quinto o sexto grado.
Cuando sea grande voy a venir a esta peluquería todos los días, me gustaría afeitarme y que me pongan fomentos como a Papá.
Papá cuando me lleva a mi, se hace afeitar, los demás días se afeita, antes de ir a dormir, en la pileta del fondo, usa el espejo de mi biógrafo.
Yo me lo quedo mirando desde el marco de la puerta de la cocina, el negro nos mira desde el patio.

9

Viajar en subte, era en esos tiempos ir al cine y a la calle Lavalle.
Lavalle era una calle extraña, era como me imaginaba un parque de diversiones, no se podía casi pasar y sin embargo autos y gente se volcaban por allí, buscando salir por Florida y no por otra calle.
Papá decía que esa calle debería ser solo para los peatones, --falta que yo venga por aquí con el colectivo.
Me reí de la idea.
Ir con Papá por esa calle, oyéndolo hablar de sus proyectos, de dejar el trabajo del colectivo, de que yo estudiara.
Mis ideas saltaban también por esa calle, yo solo quería aprender a tocar el trombón.
Quizás yo podría acompañar a Papá para su entrada triunfal por la calle Lavalle en colectivo, yo dirigiendo una banda de músicos como Tyrone Power y su Ragtime Band, Alice Faye iría sentada junto a mi.
Sueños, los de mi Papá y los míos; que pena si Papá dejaba el colectivo yo no podría estudiar el trombón.
No me iban a necesitar con mis músicos y el trombón.
Y tal vez no me encontraría nunca con Alice Faye.
Parece que el trombón lo dejare por algún tiempo, a Alice también.

10

Regresamos a casa.
Mama estaba en la puerta con el Negro, hablando con la señora que nos alquilaba la pieza de su casa, su marido Don Santiago estaba con ellas. Son los de adelante.
Un hall-living y un dormitorio, una cocina grande y un baño.
Nosotros usábamos una pieza del medio, que era nuestro dormitorio, y el baño común, donde me bañaban los sábados a la noche. Puf....eso si que era como un castigo.
Teníamos en el fondo, una cocinita, donde comíamos y prácticamente vivíamos
Doña Encarna, no le gustaba mucho el Negro, con el tiempo supe que todo lo hacia por su “‘pitocho”, que era yo.
Ella y su marido no tenían hijos.
No querían alquilarle a Papá, me cuentan que decian que eran una parejita simpática pero lastima que tenían un chico y un perro.
Cuando nos mudamos de esa casa , cuando Papá dejo el colectivo, el marido y ella lloraron, ese día todos lloramos.
Ellos no sabrían nunca mis verdaderos motivos: el patio de tierra, el trombón, Alice Faye y ese dichoso asunto de que un perro no se podía tener en un departamento.

Viste Negro, no te dejaban entrar en la pieza, no podías salir a la calle conmigo, no en la iglesia, y en el cine, no con los abuelos.
Negro, Negro, no saliste nunca de este patio de esta casa, te quedaste con ellos con Encarna y Santiago, decian que no te querian.
Lejos de aqui ya encontré mi trombón y mi Alice.
El negro me mira y creo que ya sabia todo.


PATIO1.DOC
miércoles 18 de septiembre de 1996
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