Buscar este blog

domingo, 11 de abril de 2010

Ya somos el olvido que seremos

Ya somos el olvido que seremos.

El polvo elemental que nos ignora

y que fue el rojo Adán y que es ahora

todos los hombres, y que no veremos.

Ya somos en la tumba las dos fechas

del principio y el término. La caja,

la obscena corrupción y la mortaja,

los ritos de la muerte, y las endechas.

No soy el insensato que se aferra

al mágico sonido de su nombre.

Jorge Luis Borges

de Entre Rios Olegario Victor Andrade

El consejo maternal

Ven para acá, me dijo dulcemente
mi madre cierto día.
(Aún parece que escucho en el ambiente
de su voz la dulce melodía). -

Ven y dime qué causas tan extrañas
te arrancan esa lágrima, hijo mío,
que cuelga de tus trémulas pestañas
como gota cuajada de rocío.

Tú tienes una pena y me la ocultas;
¿no sabes que la madre más sencilla
sabe leer en el alma de sus hijos
como tú en la cartilla?

¿Quieres que te adivine lo que sientes?
Ven acá, pilluelo,
que con un par de besos en la frente
disiparé las nubes de tu cielo.

Yo prorrumpí a llorar. Nada le dije.
- La causa de mis lágrimas ignoro,
¡pero de vez en cuando se me oprime
el corazón y lloro!

Ella inclinó la frente pensativa,
se turbó su pupila,
y, enjugando sus ojos y los míos,
me dijo más tranquila:

- Llama siempre a tu madre cuando sufras,
que vendrá muerta o viva;
si está en el mundo, a compartir tus penas,
y si no, a consolarte desde arriba.

Y lo hago así cuando la suerte ruda,
como hoy, perturba de mi hogar la calma,
invoco el nombre de mi madre amada,
y entonces siento que se me ensancha el alma.

francisco de la mata

 
Posted by Picasa