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sábado, 28 de junio de 2008

CUENTOS DE NAVEA- LA LLEGADA

LA LLEGADA

El pasaje ya está en el puerto esperado.
Un cielo rojizo, que se torna sepia en la medida que el barco se acerca a la costa, enmarca la escena con el color del río como en una vieja fotografía .

La chica, de apenas 15 años, que viene de Santiago, mira desde la escasa cubierta de tercera las dársenas del puerto y la ciudad soñada.

Sus entristecidos ojos, van tomando otro brillo, cuando descubren los edificios, los galpones, y el ancho río.

Viaja sola, un marbete colgado del cuello la califica, esta consignada a un lejano pariente. Un abrigado capote, cubre sus flacos y ateridos hombros.

La llegada es en un brumoso y lejano invierno ; al partir de España, no se había iniciado la lucha : sangre y muerte, familias divididas y destruidas; todo eso se latía en complejo estado de temor y amenazas previas, que están en las miradas y conversaciones casi silenciosas de los hombres de su casa.
Si, algo se preparaba. La embarcaron en Vigo.

Nadie del pasaje conocía lo que estaba ocurriendo allá en sus tierras , los pasaron a todos al Hotel de Inmigrantes.
Allá en España, a muchos de los hombres y muchachos los pasaron por las armas.

La muchacha durante ese tiempo en el hotel, vivió una vida transitoria y desconocida , con otros también temerosos hombres, mujeres y niños, todos frente a sus nuevas realidades.

Hace unos meses antes de morir, la muchacha ya una
mujer mayor, le repite a su hijo aquellos imágenes, aquellos colores , aquellos miedos y angustias, su vida en las montañas, su aldea, todo en la vigilia de su gran sueño, el sueño de los sueños.

Cuantas esperanzas había traído, cuantas entre brumas y fuego esa ciudad le devoró.

Le hablaba de su desesperación, en aquellos dias, por volver a su aldea, sin interesarle las noticias de la guerra civil, se sintia sola y con mucho miedo , con el hijo por nacer .

Ahora en el avión, que vuela sobre Galicia, el hijo lo va memorando todo ,

A 50 años de los hechos iniciales , sobre Compostela comienza el descenso. Cuanto fuego hay en la mirada y el corazón de este hombre, en el solitario regreso , que ansió su madre, que ahora hace suyo.

Tratará de buscar y saber de su padre. El avión toca tierra, ha llegado a : Santiago.
17/08/1997
LITE10.DOC
404

LAS AVENTURAS DE NIK Y DAMASCENO

Hemos recibido de un amigo y redactor en este blog el aviso que publico el sitio www.consejo.org.ar

Cuya parte especifica transcribimos a continuación, y el posterior envio de Damasceno al Señor Nik para desagraviarlo a el.



Los contadores de numeros dicen:

Ofensa a los profesionales

Aclaración del Diario “La Nación”


Con motivo de la publicación contenida en la página 8 del Diario La Nación del 14 de abril, titulada “Virtual”, de autoría del dibujante Nik, donde en la segunda parte del diálogo decía textualmente: “…antes se contrataba a un contador para que dibujara los números…”,.el Consejo envió una nota al Sr. Julio César Saguier, presidente del Diario La Nación.

En la nota expresaba su profundo malestar y ponía de manifiesto que el diálogo que se reproduce en la misma “resulta ofensivo hacia los profesionales en Ciencias Económicas, toda vez que livianamente y sin fundamento alguno se le atribuyen al contador actividades delictivas que nada tienen que ver con la actividad que dichos profesionales ejercen diariamente”.

Además se destacó que la misiva era enviada en cumplimiento de su deber legal de jerarquizar, estimular y velar por el libre ejercicio de las profesiones en Ciencias Económicas y amparar la dignidad profesional, evitando que sea vulnerada tanto en lo colectivo como en lo individual, sin que implique de ningún modo una restricción y/o menoscabo de la libertad de prensa y expresión.

En respuesta, el Sr. Saguier, dirigiéndose a nuestro Presidente expresa que “lejos del ánimo de La Nación podría haber estado la voluntad de inferir daño o dolor a los miembros de la institución de profesionales que usted preside. Si se ha interpretado lo contrario de la ilustración de Nik, del 14 de abril último, presento en nombre de La Nación las excusas consiguientes” y agrega “Quieren las cosas, sin embargo, que el humor -incluso el de un talentoso y celebrado profesional como Nik- deba realizarse con licencias que no se corresponderían con otros géneros periodísticos. No necesito reiterar lo que usted y los señores miembros de esa Institución seguramente saben: La Nación ha observado invariablemente un cuidado especial por el honor de las personas y de las instituciones y ese estilo es parte de su identidad.”




Los contadores de cuentos decimos:


Hemos querido dar nuestra opinión sobre este asunto que lastima tanto a los sseñores Contadores, y nos parecio que lo mejor fue dirigirle al Sr Nik el dibujante de realidades y con mucho humor un mail con nuestra o con la de Damasceno Monteiro.

Firma Victor Lazlo

No debemos olvidar que los contadores somos como los poetas fingidores fingidores

Y AQUI VA EL MAIL DE NUESTRO DIRECTOR ESPIRITUAL

Para el Señor Nik
Estimado Señor al que conozco solo por sus dibujos.
He leido con displacer la nota de los Contadores Argentinos o de la Ciudad de Buenos Aires, donde primero se quejaron y luego ahora reciben la disculpa del titular del diario La Nacion de Argentina, sobre un termino por su lapiz utilizado de que los contadores antes se los llamaban para que dibujaran los numeros, y bueno no nos entienden Señor Nik.
Uds los dibujantes dibujan (ud con humor) la realidad y yo soy contador pero de cuentos, tambien dibujo la realidad. que puede ser de malo que esos profesionales no tengan un poco de humor. Aqui en Lisboa tambien los contables tienen mal humor, le recomiendo el libro de Fernando Pessoa El libro del Desasociego que es de un heteronimio de Pessoa que era contador.
muchas gracias por su tiempo

Damasceno Monteiro

O F E R T A

 
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DE QUE MATERIAL ESTAN HECHO LOS SUEÑOS

 
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EDITORIAL
Crispación argentina
Los oscuros modos políticos de los Kirchner agravan su dilatado pulso con los agricultores
20/06/2008


De los seis meses que Cristina Fernández lleva al frente de Argentina, los últimos tres están marcados por su conflicto con los agricultores, un choque que se mantiene vivo y que está socavando la credibilidad económica del país suramericano y decisivamente la imagen del Gobierno de los Kirchner. La popularidad de la presidenta ha caído 30 puntos desde febrero, hasta el 26% actual. Lo que comenzó siendo un enfrentamiento por un desmesurado aumento de impuestos a las exportaciones de granos ha derivado en la peor crisis política desde 2001. Está por verse si su única concesión hasta la fecha, que el Parlamento se pronuncie, tres meses después, sobre la oportunidad de la medida, sirve para apaciguar los ánimos.
La presidenta Fernández no sólo no practica el diálogo político que prometió en campaña electoral. Al amparo de la debilidad institucional argentina se enroca en posiciones altaneras y recurre a los más impresentables tics autoritarios del peronismo para contrarrestar el creciente malestar en la calle, ilustrado a comienzos de semana con una multitudinaria cacerolada popular. De este conocido repertorio del justicialismo, que ahora preside su marido, el ex jefe del Estado Néstor Kirchner, forman parte desde las recurrentes exhibiciones de fuerza en la plaza de Mayo hasta la burda manipulación que pretende que tras la sostenida y en ocasiones inadmisible protesta agropecuaria anida un golpe de Estado en ciernes. En una vitriólica y excepcional rueda de prensa, Kirchner se ha despachado contra periódicos, periodistas e instituciones económicas internacionales, un tótum revolútum culpable según él de favorecer la desestabilización argentina. Es el mensaje del miedo.
Más allá de las razones de un Gobierno representativo para adoptar medidas impopulares está su obligación de explicarlas convincentemente y facilitar su debate parlamentario. Fernández, sin embargo, parece estar más interesada en el enmascaramiento de la realidad, como lo muestra la consistente manipulación de los datos de inflación argentina, oficialmente en un solo dígito, pero en realidad por encima del 20%, según todas las estimaciones solventes. La deliberada ficción en que vive la tercera economía latinoamericana, consagrada en el nuevo índice de precios vigente desde este mes, constituye una muestra más del desprecio presidencial por los valores que dice defender.
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viernes, 27 de junio de 2008

TITULARES DEL HOY ARGENTINO

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NOTICIAS DE DIARIOS DE ARGENTINA - TITULARES


Charly se encuentra mejor y está componiendo

· Aguilar lo convenció y por ahora Ortega seguirá en River
·
El país, primer consumidor de cocaína en América latina
En marihuana está segundo; lo dice un informe de la ONU

LOS POETAS NO TIENEN BIOGRAFIA, SI UN DESTINO

Poema Tormenta de Elvio Romero

La noche ha sido larga.
Como desde cien años de lluvia,
de una respiración embravecida proveniente de un fondo de vértigo nocturno,
de un cántaro color adojadeando en la tierra,
el viento ha desatado su tempestad violenta
sobre el velo anhelante de la ilusión
efímera, sobre los fatigados menesteres
y tú y yo, en la colina
más alta,
en el rincón de nuestros dos silencios,
abrazados al tiempo del amor, desvelándonos

ELVIO ROMERO - POETA -

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Año IX • Nº 109
24 de mayo de 2004
Cagua, VenezuelaDepósito Legal:pp199602AR26ISSN: 1856-7983

La revista de los
escritores hispanoamericanos en Internet
Noticias
Murió el poeta
paraguayoElvio Romero


El poeta Elvio Romero falleció la madrugada del miércoles 19 de mayo, tras sufrir una larga enfermedad en la garganta. Aquejado hace meses de una operación que le afectó las cuerdas vocales, y aunque la intervención resultó satisfactoria, el restablecimiento se complicó debido a la diabetes que sufría el poeta, quien finalmente no pudo superar el trance y sufrió un paro cardio-respiratorio en Buenos Aires, donde residía.
El escritor nació en Yegros (Caazapá, Paraguay) el 12 de diciembre de 1926. Se incorporó a la vida literaria de Asunción siendo muy joven, y compartió tertulias con Josefina Plá, Hérib Campos Cervera, Óscar Ferreiro, José Antonio Bilbao y otros altos exponentes de las letras paraguayas de aquellos años.
En 1947 tuvo que exiliarse a Argentina. Primeramente vivió en Roque Sáenz Peña (Chaco), y por su casa pasaron, camino del exilio, figuras como José Asunción Flores, Herminio Giménez, los hermanos Larramendia y muchos otros. Posteriormente se instaló en Buenos Aires, y desde entonces su voz (testimonio poético de las vicisitudes y los padecimientos de su país) se dio a conocer en la América Latina.
Grandes escritores reconocieron tempranamente el talento de Romero. Recibió el elogio y el reconocimiento de numerosos lectores, entre ellos tres ganadores del Premio Nobel de Literatura, como Gabriela Mistral (que afirmaba leerlo "como acostada sobre la tierra"), Miguel Ángel Asturias ("poesía invadida llamo yo a esta poesía, poesía invadida por la vida, por el juego y el fuego de la vida") y Pablo Neruda ("poesía llena de fuerza y follaje"). El poeta Hamlet Lima Quintana lo señala como uno de los referentes más importantes de nuestra poesía latinoamericana. Josefina Plá decía que al leer la poesía de Romero "se va a escuchar la voz de un pueblo reclamando su lugar en el coro de la libertad".
Nicolás Guillén le dedicó estos versos: "Elvio Romero, mi hermano, / yo partiría en un vuelo / de avión o de ave marina, / mar a mar y cielo a cielo, / hacia el Paraguay lejano, / de lumbre sangrienta y fina".
Es la voz poética paraguaya más conocida en el mundo hispanoparlante. De su obra poética destacan Días roturados (1947), Resoles áridos (1948-49), Despiertan las fogatas (1950-52), El sol bajo las raíces (1952-55), De cara al corazón (1955), Esta guitarra dura (1960), Un relámpago herido (1963-65), Los innombrables (1959-73), Destierro y atardecer (1962-75), El viejo fuego (1977), Los valles imaginarios (1984), Flechas en un arco tendido (1983-1993) y El poeta y sus encrucijadas (1991). También publicó la biografía Miguel Hernández, destino y poesía (1958), el ensayo El poeta y sus circunstancias (1991) —por el cual se le otorgó el Premio Nacional de Literatura de ese año— y la colección de relatos Fabulaciones.
Producido el derrocamiento de Alfredo Stroessner, pudo regresar al país, donde tomó contacto con sus amigos y colegas paraguayos. Era miembro de número de la Academia Paraguaya de la Lengua Española y socio del PEN Club del Paraguay. Hasta su muerte ocupó un cargo diplomático en la Embajada del Paraguay en Buenos Aires.
Su último libro, la antología Contra la vida quieta, bajo el sello Candaya, fue presentado en España recientemente. Se trata de un libro que viene acompañado de un CD con la voz de Rafael Alberti recitando el poema que le dedicó en una oportunidad, y Romero, asimismo, incluye la canción Cielito del Paraguay, interpretada por Lizza Bogado.
"He pretendido que mis libros respirasen como los hombres", escribió Romero en una oportunidad. "Que contuvieran el aliento de nuestra naturaleza encendida por su vasto espacio verde y por el verano; por eso los poblé de personajes y de árboles que cantan y de gente cuyo oficio era sentarse en mitad de la luz del mediodía o del fulgor de la luna, de guitarreros demorados bajo las ventanas para entonar endechas; quise que esos libros invitasen a los viajeros a detenerse y a contemplar la magia de nuestra región escarlata".
Los restos mortales de Elvio Romero fueron velados en la sede de la Embajada de Paraguay en Buenos Aires, de donde partieron el jueves 20 hasta su última morada en el Cementerio de la Chacarita, donde fueron cremados según la voluntad expresa del poeta, cuya viuda, la guarambareña Élida Vallejos, y su único hijo, Ariel, recibieron las condolencias de quienes se acercaron a despedir a tan relevante personalidad del mundo de las letras y de la cultura.

jueves, 26 de junio de 2008

Balada de la Primera Novia --Alejandro Dolina

Balada de la Primera Novia


El poeta Jorge Allen tuvo su primera novia a la edad de doce años. Guarden las personas mayores sus sonrisas condescendientes. Porque en la vida de un hombre hay pocas cosas mas serias que su amor inaugural.
Por cierto, los mercaderes, los Refutadores de Leyendas y los aplicadores de inyecciones parecen opinar en forma diferente y resaltan en sus discursos la importancia del automóvil, la higiene, las tarjetas de crédito y las comunicaciones instantáneas. El pensamiento de estas gentes no debe preocuparnos. Después de todo han venido al mundo con propósitos tan diferentes de los nuestros, que casi es imposible que nos molesten.
Ocupémonos de la novia de Allen. Su nombre se ha perdido para nosotros, no lejos de Patricia o Pamela. Fue tal vez morocha y linda.
El poeta niño la quiso con gravedad y temor. No tenía entonces el cínico aplomo que da el demasiado trato con las mujeres. Tampoco tenía -ni tuvo nunca- la audacia guaranga de los papanatas.
Las manifestaciones visibles de aquel romance fueron modestas. Allen creía recordar una mano tierna sobre su mentón, una blanca vecindad frente a un libro de lectura y una frase, tan solo una: "Me gustás vos." En algun recreo perdió su amor y más tarde su rastro.
Despues de una triste fiestita de fin de curso, ya no volvió a verla ni a tener noticias de ella.
Sin embargo siguió queriéndola a lo largo de sus años. Jorge Allen se hizo hombre y vivió formidables gestas amorosas. Pero jamás dejó de llorar por la morocha ausente.
La noche en que cumplía treinta y tres años, el poeta supo que había llegado el momento de ir a buscarla.
Aquí conviene decir que la aventura de la Primera Novia es un mito que aparece en muchísimos relatos del barrio de Flores. Los racionalistas y los psicólogos tejen previsibles metáforas y alegorías resobadas. De ellas surge un estado de incredulidad que no es el más recomendable para emocionarse por un amor perdido.
A falta de mejor ocurrencia, Allen merodeó la antigua casa de la muchacha, en un barrio donde nadie la recordaba. Después consultó la guía telefónica y los padrones electorales. Miró fijamente a las mujeres de su edad y también a las niñas de doce años. Pero no sucedió nada.
Entonces pidió socorro a sus amigos, los Hombres Sensibles de Flores. Por suerte, estos espíritus tan proclives al macaneo metafísico tenían una noción sonante y contante de la ayuda.
Jamás alcanzaron a comprender a quienes sostienen que escuchar las ajenas lamentaciones es ya un servicio abnegado. Nada de apoyos morales ni
palabras de aliento. Llegado el caso, los muchachos del Angel Gris actuaban directamente sobre la circunstancia adversa: convencían a mujeres tercas, amenazaban a los tramposos, revocaban injusticias, luchaban contra el mal, detenían el tiempo, abolían la muerte.
Así, ahorrándose inútiles consejos, con el mayor entusiasmo buscaron junto al poeta a la Primera Novia.
El caso no era fácil. Allen no poseía ningun dato prometedor. Y para colmo anunció un hecho inquietante:
- Ella fue mi primera novia, pero no estoy seguro de haber sido su primer novio.
- Esto complica las cosas -dijo Manuel Mandeb, el polígrafo-. Las mujeres recuerdan al primer novio, pero difícilmente al tercero o al quinto.
El músico Ives Castagnino declaró que para una mujer de verdad, todos los novios son el primero, especialmente cuando tienen carácter fuerte. Resueltas las objeciones leguleyas, los amigos resolvieron visitar a Celia, la vieja bruja de la calle Gavilán. En realidad, Allen debió ser llevado a la rastra, pues era hombre temeroso de los hechizos.
- Usted tiene una gran pena -gritó la adivina apenas lo vió. - Ya lo sé señora... dígame algo que yo no sepa... - Tendrá grandes dificultades en el futuro... - También lo sé... - Le espera una gran desgracia... - Como a todos, señora... - Tal vez viaje... - O tal vez no... - Una mujer lo espera... - Ahi me va gustando... ¿Dónde está esa mujer? - Lejos, muy lejos... En el patio de un colegio. Un patio de baldosas grises. - Siga... con eso no me alcanza. - Veo un hombre que canta lo que otros le mandan cantar. Ese hombre sabe algo... Veo también una casa humilde con pilares rosados. - ¿Qué más? - Nada más... Cuanto más yo le diga, menos podrá usted encontrarla. Váyase. Pero antes pague.
Los meses que siguieron fueron infructuosos. Algunas mujeres de la barriada se enteraron de la búsqueda y fingieron ser la Primera Novia para seducir al poeta. En ocasiones Mandeb, Castagnino y el ruso Salzman simularon ser Allen para abusar de las novias falsas.
Los viejos compañeros del colegio no tardaron en presentarse a reclamar evocaciones. Uno de ellos hizo una revelación brutal.
- La chica se llamaba Gomez. Fue mi Primera Novia - ¡Mentira! -gritó Allen. - ¿Por qué no? Pudo haber sido la Primera Novia de muchos.
Entre todos lo echaron a patadas. Una tarde se presentó una rubia estupenda de ojos enormes y esforzados breteles. Resultó ser el segundo amor del poeta. Algunas semanas después apareció la sexta novia y luego la cuarta. Se supo entonces que Jorge Allen solía ocultar su pasado amoroso a todas las mujeres, de modo que cada una de ellas creía iniciar la serie.
A fines de ese año, Manuel Mandeb concibió con astucia la idea de organizar una fiesta de ex-alumnos de la escuela del poeta.
Hablaron con las autoridades, cursaron invitaciones, publicaron gacetillas en las revistas y en los diarios, pegaron carteles y compraron masas y canapés. La reunión no estuvo mal. Hubo discursos, lágrimas, brindis y algún reencuentro emocionante. Pero la chica de apellido Gómez no concurrió.
Sin embargo, los Hombres Sensibles -que estaban allí en calidad de colados- no perdieron el tiempo y trataron de obtener datos entre los presentes.
El poeta conversó con Ines, compañera de banco de la morocha ausente.
- Gómez, claro -dijo la chica-. Estaba loca por Ferrari.
Allen no pudo soportarlo.
- Estaba loca por mí. - No, no... Bueno, eran cosas de chicos.
Cosas de chicos. Nada menos. Amores sin cálculo, rencores sin piedad, traiciones sin remordimiento.
El petiso Cáceres declaró haberla visto una vez en Paso del Rey. Y alguien se la había cruzado en el tren que iba a Moreno. Nada más.
Los muchachos del Angel Gris fueron olvidando el asunto. Pero Allen no se resignaba. Inútilmente buscó en sus cajones algún papel subrepticio, alguna anotación reveladora. Encontró la foto oficial de sexto grado. Se descubrió a sí mismo con una sonrisa de zonzo. La morochita estaba lejos, en los arrabales de la imagen, ajena a cualquier drama.
- ¡Ay, si supieras que te he llorado....! Si supieras que me gustaría mostrarte mi hombría... Si supieras todo lo que aprendí desde aquel tiempo...
Una noche de verano, el poeta se aburría con Manuel Mandeb en una churrasquería de Caseros. Un payador mediocre complacía los pedidos de la gente.
- Al de la mesa del fondo le canto sinceramente...
De pronto Allen tuvo una inspiración.
- Ese hombre canta lo que otros le mandan cantar. - Es el destino de los payadores de churrasquería. - Celia, la adivina, dijo que un hombre así conocia a mi novia... Mandeb copó la banca. - Acérquese, amigo.
El payador se sento en la mesa y aceptó una cerveza. Después de algunos vagos comentarios artísticos, el polígrafo fue al asunto. - Se me hace que usted conoce a una amiga nuestra. Se apellida Gómez, y creo que vivía por Paso del Rey. - Yo soy Gómez -dijo el cantor-. Y por esos barrios tengo una prima. Despues pulsó la guitarra, se levantó y abandonando la mesa se largó con una décima.
- Aca este amable señor conoce una prima mía que según creo vivía en la calle Tronador. Vaya mi canto mejor con toda mi alma de artista tal vez mi verso resista pa' saludar a esta gente y a mi prima, la del puente sobre el Río Reconquista.
Durante los siguientes días los Hombres Sensibles de Flores recorrieron Paso del Rey en las vecindades del río Reconquista, buscando la calle Tronador y una casa humilde con pilares rosados. Una tarde fueron atacados por unos lugareños levantiscos y dos noches después cayeron presos por sospechosos. Para facilitarse la investigación decían vender sábanas. Salzman y Mandeb levantaron docenas de pedidos.
Finalmente, la tarde que Jorge Allen cumplía treinta y cuatro años, el poeta y Mandeb descubrieron la casa. - Es aquí. Aquí están los pilares rosados. Mandeb era un hombre demasiado agudo como para tener esperanzas. - No me parece. Vámonos. Pero Allen tocó el timbre. Su amigo permaneció cerca del cordón de la vereda. - Aquí no es, rajemos. Nuevo timbrazo. Al rato salió una mujer gorda, morochita, vencida, avejentada. Un gesto forastero le habitaba el entrecejo. La boca se le estaba haciendo cruel. Los años son pesados para algunas personas. - Buenas tades -dijo la voz que alguna vez había alegrado un patio de baldosas grises. Pero no era suficiente. Ya la mujer estaba más cerca del desengaño que de la promesa. Y allí, a su frente, Jorge Allen, más niño que nunca, mirando por encima del
hombro de la Primera Novia, esperaba un milagro que no se producía. - Busco a una compañera de colegio -dijo-. Soy Allen, sexto grado B, turno mañana. La chica se llamaba Gómez. La mujer abrió los ojos y una niña de doce años sonrió dentro suyo. Se adelantó un paso y comenzó una risa amistosa con interjecciones evocativas. Rápido como el refucilo, en uno de los procedimientos más felices de su vida, Mandeb se adelantó. - Nos han dicho que vive por aquí... Yo soy Manuel Mandeb, mucho gusto. Y apretó la mano de la mujer con toda la fuerza de su alma, mientras le clavaba una mirada de súplica, de inteligencia o quizás de amenaza. Tal vez inspirada por los ángeles que siempre cuidan a los chicos, ella comprendió. - Encantada -murmuró-. Pero lamento no conocer a esa persona. Le habrán informado mal. - Por un momento pensé que era usted -respiró Allen-. Le ruego que nos disculpe. - Vamos -sonrió Mandeb-. La señora bien pudo haber sido tu alumna, viejo sinvergüenza... Los dos amigos se fueron en silencio.
Esa noche Mandeb volvió solo a la casa de los pilares rosados. Ya frente a la mujer morocha le dijo: - Quiero agradecerle lo que ha hecho.... - Lo siento mucho... No he tenido suerte, estoy avergonzada, míreme.... - No se aflija. El la seguira buscando eternamente. Y ella contestó, tal vez llorando: - Yo también. - Algun día todos nos encontraremos. Buenas noches, señora.
Las aventuras verdaderamente grandes son aquellas que mejoran el alma de quien las vive. En ese único sentido es indispensable buscar a la Primera Novia. El hombre sabio debera cuidar -eso sí- el detenerse a tiempo, antes de encontrarla.
El camino está lleno de hondas y entrañables tristezas. Jorge Allen siguió recorriéndolo hasta que él mismo se perdió en los barrios hostiles junto con todos los Hombres Sensibles.

Neftalí Ricardo Reyes. - poeta-

ALLÁ voy, allá voy, piedras, esperen!

Alguna vez o voz o tiempo
podemos estar juntos o ser juntos,
vivir, morir en ese gran silencio
de la dureza, madre del fulgor.

Alguna vez corriendo
por fuego de volcán o uva del río
o propaganda fiel de la frescura
o caminata inmóvil en la nieve
o polvo derribado en las provincias
de los desiertos, polvareda
de metales,
o aún más lejos, polar, patria de piedra,
zafiro helado,
antártica,
en este punto o puerto o parto o muerte
piedra seremos, noche sin banderas,
amor inmóvil, fulgor infinito,
luz de la eternidad, fuego enterrado,
orgullo condenado a su energía,
única estrella que nos pertenece.

Pablo Neruda

miércoles, 25 de junio de 2008

el mundo esta loco loco

 
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Elvio Romero. Poema: Alegres éramos....

Elvio Romero. Poema: Alegres éramos....

carlos gardel - volver - 1935 - esta completa

va volver

¿Qué significa Google?

¿Qué significa Google?

7 de Diciembre de 2006 •
No se vosotros, pero tanto yo como muchas de las personas de mi entorno nos hemos preguntado: “eso de Google, ¿qué significa?” sin haber obtenido una respuesta muy concreta, más que nada por no haberlo buscado realmente. A mí particularmente no me gusta mucho utilizar tanto una cosa sin saber qué significa su nombre y hoy por casualidad he econtrado esta entrevista a Sergey Brin, uno de los creadores del buscador más famoso del mundo, que por fin me ha aclarado la cuestión:
Estábamos pensando en números muy grandes… y se nos ocurrió el término ‘googol’ que es el término matemático para 10 elevado a cien. La forma correcta de escribirlo era g-o-o-g-o-l, y en ese momento creo que no nos dimos cuenta de que lo habíamos escrito mal. Pero usamos eso, de todas formas. Entonces estaba este chico que había comprado Googol.com, al que ofrecí comprar el dominio, pero estaba muy apegado a él. Así que seguimos con Google.
Creo que el anterior nombre que pensamos para el servicio fue Whatbox, que hubiese estado bien. Pero entonces pensamos que ‘Whatbox’ sonaba como ‘Wetbox’, que a su vez sonaba como un sitio porno o algo así, y preferimos alejarnos de eso. La versión anterior del servicio se llamaba Backrub. Se llamaba así (Backrub) porque tenía mucho que ver con mirar a la estructura de enlaces de la web y ver los backlinks — qué páginas enlazan a otras. Así que Backrub era como una tecnología muy básica y convertimos la idea de mirar backlinks en un motor de búsqueda.

martes, 24 de junio de 2008

CARLOS ROMUALDO GARDEL

 
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Aqui vemos una foto poco conocida. La encontre entre los papeles de mi tio Cristobal. El era el de jopo rubio, junto a mi tia Gertrudis.

de la caja de fotos de Damasceno Monteiro

lunes, 23 de junio de 2008

La materia de los sueños

Sun Tzu soñó que era una mariposa.
Al despertar,
ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa,
o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu.


SUN TZU (CIRCA 300 A. DE C.)

LOS GITANOS Y LA MATERIA DE LOS SUEÑOS

Los gitanos 1, 2 y 3


1. Los gitanos y la materia de los sueños
En la Italia de Berlusconi se ha desatado la persecución de los calés. Allí y en todas partes su principal 'pecado' es su carácter irreductible. Habría que defenderlos: he aquí una causa al alcance de todos
EDUARDO MENDOZA 11/06/2008

El Gobierno italiano que preside Berlusconi, pero que ha sido elegido por una apreciable mayoría de los italianos, ha tomado medidas coercitivas y algo bruscas contra los gitanos. Ignoro la causa de estas medidas y más aún el resultado, aunque imagino que habrán ocasionado más sufrimientos que beneficios, salvo el de colocar en primer plano, aunque sea por unos días, a este colectivo misterioso, que a todo el mundo cae simpático en abstracto y pone de los nervios en concreto.
España es un caso destacado de esta flagrante contradicción. Los gitanos son un signo preeminente de nuestra identidad y los embajadores casi exclusivos de nuestro folclore y nuestro temperamento nacional, si es que existe tal cosa, y por esta razón nos sentimos orgullosos de los gitanos y los andamos exhibiendo por el mundo; pero luego procuramos mantenerlos a distancia y los consideramos extraños o, lo que es peor, ciudadanos de segunda.
Se trata de una injusticia casi universal, a la que contribuye en buena parte el origen recóndito de los gitanos y su irreductible idiosincrasia.
Aunque hay teorías para todos los gustos, el consenso apunta a que son originarios de la India, donde conformaban una de las muchas subdivisiones de la casta de los parias. El subsistema de castas se basa en el tipo de actividad que practican sus miembros, y los gitanos estaban especializados en dos oficios distintos pero no incompatibles: eran muy apreciados como herreros y forjadores, pero aún más por sus aptitudes innatas para la música, el canto y el baile.
Más tarde, al hacerse trashumantes y frecuentar ferias y mercados, incorporaron a su currículum la trata de ganado. No se sabe cuándo ni por qué causa emigraron en bloque. Unos dicen que fueron expulsados; otros, que acudieron a la invitación de algún monarca poderoso y falto de diversiones, con la esperanza de mejorar su suerte. Sea como sea, recalaron en lo que entonces era el imperio persa. De ahí pasaron al imperio bizantino y luego al otomano, bajo cuya bandera se dispersaron por Europa. Tal vez pasaron por Egipto, pero no proceden de ahí ni tienen nada que ver con los faraones como antiguamente se creía.
En la actualidad hay comunidades gitanas importantes en todo el mundo, incluida la América del Sur y la del Norte. Al no ser sedentarios, es difícil censarlos, pero su número es mayor de lo que uno tendería a pensar. Hace una década se calculaba que había unos 11 millones de gitanos en el mundo, una cifra considerable si pensamos que en esa misma fecha los judíos sumaban poco más de 12 millones.
Los gitanos mantienen ciertos rasgos morfológicos distintivos, pero difícilmente se puede hablar de una raza en sentido estricto, porque se suelen casar entre ellos, pero después de tantos siglos de vagar, las excepciones a la endogamia hacen que estén muy mezclados. Lo mismo ocurre con su lengua, transmitida por tradición oral, poco estudiada y, tan contaminada como los genes, si no más. Los que la hablan son siempre bilingües, por lo menos. En España hablan castellano con los giros propios de cada región, así como las demás lenguas del Estado. La Carmen de Mérimée hablaba caló, sevillano y euskera, con lo que armaba líos a tres bandas. El propio Mérimée, que inventó el personaje, cuenta en sus cartas que al pasar por Barcelona conoció gitanos que hablaban y cantaban en catalán. También los nombres y apellidos se pegan al terreno.
En cuanto a su extraordinario talento musical, y en contra de lo que parece, no es creativo, sino interpretativo. No hay música gitana propiamente dicha. Adaptan y hacen suya la que encuentran. En España, el flamenco, pero en Hungría, en Yugoslavia, en Rumania o en Italia, la música folclórica de cada lugar.
Muchos gitanos se integran sin dificultad en la forma de vida convencional de sus respectivos países, pero lo que les sigue caracterizando como colectivo es su forma de vivir desarraigada, excluyente y voluntariamente marginada de toda sociedad. Es este carácter inconformista el que ha creado un sentimiento generalizado de desconfianza hacia ellos que en ocasiones se transforma en animadversión, cuando no en violencia.
En la Europa medieval, y después también, fueron anatematizados. Al que no pertenecía a la Iglesia en cuerpo y alma se le consideraba pagano, un término que entonces era sinónimo de poseído por el demonio o servidor de Satanás. En la tradición centroeuropea, los gitanos son los aliados naturales de los vampiros y sus fieles servidores. Son ellos los que trasiegan el ataúd de Drácula cuando éste no puede valerse por sí mismo. Una antigua tradición cristiana dice que Dios los maldijo porque negaron su ayuda a la Sagrada Familia en la huida a Egipto. Pero no hace falta tanta imaginación ni remontarse a un pasado tan lejano. El que visita Ausch-witz se sorprende y sobrecoge al ver la cantidad de gitanos que fueron exterminados en aquel inicuo y lúgubre lugar, como consta en un austero y apartado recordatorio, tan marginal como las personas que por allí pasaron. Una tragedia de la que se habla poco, porque los gitanos no dejan testimonio escrito de su historia y como todas las gentes que van de paso, no tienen interés por el pasado y son reacios a la memoria.
El que no sean réprobos no significa que sean ángeles. En cualquier comunidad humana hay personas buenas, malas, y una suma de las dos cosas. Los gitanos, como todo el que camina por el borde de la sociedad, están más expuestos a resbalar e incurrir en delitos pequeños pero molestos: robar gallinas o lo que el azar pone a su alcance y cosas por el estilo. En la actualidad parece ser que algunos entran y salen del mundo de la droga, más como consumidores que como traficantes. Una actitud incívica y la fama de promiscuidad sexual han dejado de ser crímenes para convertirse casi en virtudes.
No es cierto, como se contaba, que antiguamente robaran niños: son prolíficos y con sus propios churumbeles tienen de sobra. Sí es verdad, en cambio, que algunos niños, por afán de aventura o para huir de malos tratos o abusos de cualquier tipo, se unían a las caravanas de gitanos como único medio de transporte y supervivencia. A veces su carácter apasionado les impulsa a echar mano de la navaja y entonces corre la sangre, pero la violencia, como casi todo, no rebasa los límites de su propio círculo. En definitiva, un historial muy parecido al de otros colectivos, y menos perjudicial que el de los especuladores o los abanderados de las causas patrióticas.
En el fondo, son lo que siempre fueron, aquello para lo que estaban genéticamente programados: gente de la farándula. No hay que haber conocido a muchos profesionales del espectáculo para detectar a escala individual rasgos que en los gitanos son atributos tribales. Temperamentales, exagerados, impróvidos, a veces lunáticos, a veces incumplidores, a veces desaseados, propensos a darse puñaladas entre sí, por suerte metafóricas; pero también impulsivos, sentimentales, generosos y divertidos.
De un tiempo a esta parte, el colectivo de actores, con algunas adiciones valiosas del mundo de la canción y otros sectores afines, ha mostrado una especial sensibilidad por los problemas políticos y humanos que asolan el mundo actual: el hambre, la guerra y la opresión en todas sus formas. Con frecuencia ha expresado su repulsa y denunciado a los culpables. En una época dominada por la imagen y el culto a la fama, estas intervenciones han tenido gran repercusión y, dentro de lo posible, una cierta eficacia. A veces la envergadura de la causa era excesiva para sus fuerzas: Irak, el Tíbet, África.
Ahora hay una causa que no debería dejarle indiferente. Los gitanos están más cerca, físicamente y, si mi teoría no es errónea, también espiritualmente. No hace mucho que los cómicos eran considerados poco menos o poco más que los gitanos, vivían segregados de la sociedad y no podían ser enterrados en tierra sagrada. Ahora esto es sólo un recuerdo y una anécdota. En cambio, los gitanos, empeñados sin saberlo en cumplir su extraño destino histórico, persisten en una condición que han asumido sin concesiones y hasta las últimas consecuencias. Pero incómodos, ajenos a todo, a veces patéticos, a veces poéticos, comparten la propiedad de ser lo que Shakespeare definió como la materia de que están hechos nuestros sueños.

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2. Mendoza y los gitanos
BENJAMÍN CABALEIRO, (responsable de Comunicación de la Fundación Secretariado Gitano) - Madrid - 13/06/2008

"... Lo que les sigue caracterizando como colectivo es su forma de vivir desarraigada, excluyente y voluntariamente marginada de toda sociedad". "... A veces su carácter apasionado les impulsa a echar mano de la navaja". "... En el fondo son lo que siempre fueron, aquello para lo que estaban genéticamente programados: gente de la farándula". "... Los gitanos, empeñados sin saberlo en cumplir su extraño destino histórico, persisten en una condición que han asumido sin concesiones y hasta las últimas consecuencias".
Aun siendo frases sacadas de su contexto, no deja de ser éste un artículo firmado por un escritor de la talla de Eduardo Mendoza y publicado, el pasado 11 de junio, en La cuarta página de la sección de Opinión de un diario del prestigio como es EL PAÍS. Es una pena que, tras el reciente interés mostrado por su diario hacia los gitanos a raíz de los sucesos racistas de Italia, tanto en la información a cargo de Miguel Mora como en la opinión de algunos de sus columnistas (Manuel Rivas, Rosa Montero... ), se descuelguen ahora con un texto, en tan preeminente lugar, que constituye un flaco favor hacia los gitanos españoles y su imagen social, bastante deteriorada por arraigados estereotipos y prejuicios.
Lamentamos que se haya perdido la ocasión para abordar con más seriedad y conocimiento de causa la cuestión gitana en España, una asignatura pendiente desde hace ya seis siglos, y, por el contrario, se continúen difundiendo este tipo de visiones, en parte bienintencionadas, pero con un aire romántico y decimonónico que ya toca superar.

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3. La cuestión gitana
EDUARDO MENDOZA 18/06/2008

Mi artículo sobre los gitanos ha suscitado un par de elogios y un montón de denuestos, de lo que deduzco que cometí un error y encima lo expresé mal. Siempre ocurre cuando se incurre en generalizaciones, aunque sin ellas difícilmente podríamos abordar temas de interés general. Reconozco que la cuestión gitana es más compleja de lo que mi comentario daba a entender, y reconozco que al generalizar caí en los inevitables tópicos, aunque los mencionase con ánimo de mostrar su inconsistencia.
Por todo ello, pido disculpas. No a los gitanos, puesto que no creo en identidades étnicas, raciales, culturales ni de ningún otro orden, sino a mis lectores individuales, ante quienes sí soy responsable no sólo de lo que escribo, sino también de las lecturas a que mis escritos den lugar, por más que no correspondan a mi intención ni siquiera a mis palabras. El que escribe, como el que habla, también ha de tener en cuenta esta eventualidad y no pecar de imprudencia o ligereza.

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domingo, 22 de junio de 2008

del material de los sueños


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La Tempestad
Shakespeare



PROSPERO
You do look, my son, in a moved sort,
As if you were dismay'd: be cheerful, sir.
Our revels now are ended.
These our actors, As I foretold you, were all spirits and
Are melted into air, into thin air:
And, like the baseless fabric of this vision,
The cloud-capp'd towers, the gorgeous palaces,
The solemn temples, the great globe itself,
Yea all which it inherit, shall dissolve
And, like this insubstantial pageant faded, Leave not a rack behind.

We are such stuff As dreams are made on, and our little life Is rounded with a sleep.
(Act IV, scene I)
(Se lo ve atribulado hijo mío, Como si estuviera desanimado.
Alégrese, señor.
Nuestros festejos terminaron ahora.
Estos actores Como predije eran todos espíritus
Y se han disuelto en el aire
Y como la sustancia indefinida de esta visión,
Las altas torres coronadas de nubes,
los regios palacios Los templos solemnes, incluso el gran globo
Si, todos los que lo habiten, se disolverán
Y como este espectáculo desvanecido no dejarán rastro tras de sí.
Somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada por un sueño.)
o sea que no fue Sam Spade quien dijo aquello, viene de mas lejos. No hay nada nuevo ya todo se ha escrito pero el sortilegio es que uno sigue escribiendo (Borges) tal esto tambien alguna vez alquien lo dijo y escibio antes, no se?

viernes, 20 de junio de 2008

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El Opinador

El Opinador

LAS COSAS

El bastón, las monedas, el llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos díasque me quedan,
los naipes y el tablero,
un libro y en sus páginas la ajada violeta,
monumento de una tardesin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde
una ilusoria aurora.
¡Cuántas cosas,láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,
ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.

Jorge Luis Borges

BORGES

1964

I
Ya no es mágico el mundo.
Te han dejado
Ya no compartirás la clara luna
Ni los lentos jardines.
Ya no hay unaLuna que no sea espejo del pasado,
Cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
Que acercaba el amor.
Hoy sólo tienes
La fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
Sino lo que no tiene y no ha tenidoNunca,
pero no basta ser valiente
Para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
Y te puede matar una guitarra.
II
Ya no seré feliz.
Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
Un instante cualquiera es más profundo
Y diverso que el mar. La vida es corta
Y aunque las horas son tan largas,
unaOscura maravilla nos acecha,
La muerte, ese otro mar, esa otra flecha
Que nos libra del sol y de la luna
Y del amor.
La dicha que me diste
Y me quitaste debe ser borrada;
Lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo me queda el goce de estar triste,
Esa vana costumbre que me inclina
Al sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

JORGE LUIS BORGES ("El otro, el mismo")

jueves, 19 de junio de 2008

A M O R 7 7

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Amor 77
Y después de hacer todo lo que hacen,
se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten,
y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.
De Julio Cortazar.
1979
Un tal Lucas

PATIO DE TIERRA

PATIO DE TIERRA



1. “todo el mundo viene a la cocina de
Ricky”

Los partidos se han suspendido, esta lluvia es una porquería. Por radio van a pasar solamente música, con comentarios de viejos partidos y grabaciones de goles de otros domingos :un opio. Negro, nos tendremos que quedar metidos en la cocina. Es justo una tarde de cine y gofio. Pero si salimos mamá nos mata. Un perro, no tiene permiso para entrar o salir de algunos lados, ni al patio ahora que llueve, ni que digamos entrar en un cine. Voy y traigo la caja de zapatos donde tengo programas, recortes y fotos del biógrafo. Podremos jugar con los finales de las cintas. Yo te los cuento. Y juntos los vamos arreglando y cambiando.El Halcón Maltés. El muchacho entrega a su muchacha a la policía. Ella es la causante de todo el lío de la peli. Parece que ella hizo todo lo que no debía. ¿Y eso que? . El muchacho es también un sinvergüenza, que ni simpático es, pero de golpe le da por ser como bueno y la entrega. Cuando la llevan por el ascensor pone cara de gil, como si no entendiera lo que acaba de hacer. Mirá Negro, su cara, o lo que te imaginas de ella, pues el sombrero se la cubre. Capaz que está llorando y se le caen los mocos. Pero no puede ser a los muchachos, y menos a este no se le caen lo mocos ni lloran.Hay otra, la del aeropuerto. Es con el mismo muchacho. Se repite, y hace con otra muchacha algo parecido, no sé. Hace que ella se vaya en el avión a Lisboa con el tipo de la Resistencia. Pero el muchacho se queda en Casablanca con el vigilante francés, que es otro sinvergüenza como él, diciendo que eso es el comienzo de una hermosa amistad. Además el cana dice que el muchacho no solo es un sentimental sino un patriota. En una escena anterior, el llora en una escena en que escucha la canción que le toca el negro del piano. Allí cuando recuerda París. Que parece que es lo único que tiene. Sin embargo la muchacha no quiere irse sin el muchacho, pero él la mete, así de prepo en el avión con el de la Resistencia. No se entiende Negro. Las dos muchachas no lo comprenden tampoco. Siempre tendremos París. París ya había pasado. Lisboa estaba por venir y se la aguanta. El tenia los salvoconductos. Pero primero, la Patria y el deber. ¡Uffa!. Los deberes. Debo completarlos para mañana. Sigue lloviendo. El deber nos llama, allí viene mamá cruzando el patio viene a darnos la leche.Todo el mundo viene a la cocina.

2. “Nosotros siempre tendremos la Calle Lavalle”

El subterráneo, el centro, toda alegría, fiesta: la calle Lavalle. El paseo con papá de los lunes por la tarde, su día franco, es caminar por los puestos de una kermesse. Los puestos no son otra cosa que los halls de entrada de los cines de verdad, con sus carteleras y fotos. Nos dejamos llevar por la gente y los coches, todo ayuda para que caminemos, todos encimados. Es una suavidad que nos arrastra y empuja a mirar todo, a no perderme ninguna foto ni cartel, tampoco las caras de la gente. Algunas veces veíamos alguna película, no siempre. Eso lo dejábamos para el barrio donde veíamos tres películas en una sola función. Aquí lo más grande era ver las fotos y los carteles y comer algún pedazo de pizza y faina. El naranjin quedaba para el final. Papá se tomaba un cívico. El recorrido era fijo: Lavalle, Florida, subte y de vuelta desde Chacarita a casa. Pero hoy nos quedamos un rato más. La vuelta se agrandó. Papá estaba muy conversador. Dimos varias veces la vuelta conocida. Lavalle, Florida, Corrientes, Pellegrini y de nuevo Lavalle. Ese día ni papá ni yo parecíamos que podríamos cansarnos. Papá decía que Lavalle algún día iban a ser para caminar solamente. No dejarían pasar los autos. Como es a ciertas horas Florida. Las calles tendrían que ser solo veredas. tendré que venir un día con el colectivo a darme la ultima vuelta por Lavalle, lo mire, me pareció una idea fenomenal. Pero seguramente iba a tener un lío bárbaro con el patrón del colectivo.Sigue hablando de sus proyectos, dejar el colectivo, conseguir un trabajo estable, algo seguro, para poder algún día jubilarse, como Don Santiago. Se viene la Corporación, tendrá que usar uniforme con botones plateados y una chapa con un numero. Le darán un salvoconducto para viajar gratis en todas las líneas de la Capital. Pero no quiere saber nada con el asunto de estar numerado y de uniforme.Yo también tengo mis proyectos que van saltando también por esta calle. No pienso en otra cosa que en bailar y cantar como veo en las fotos y carteles de los bios . Creo que yo he visto mas fotos que cintas. Además posiblemente me gusten mas. Por lo que dijo papá de venir en su colectivo, me lo veo venir doblando por Maipú y Lavalle viniendo en contra de la corriente de gente. es su Ford numero 33 con papá al volante. Papá tiene bigotes como Galvez. Sus pasajeros son un grupo de músicos con el rojo uniforme de la policía montada. Un chico de guardapolvo de colegio viene bailando en el techo del colectivo. Soy yo, no lo puedo creer. Porque no tendré también yo un uniforme rojo. Una muchacha de gran sombrero está en la otra punta del techo. El chico, yo, sigue bailando, que bien lo hago, no me imaginaba que yo lo pueda hacer, será algún truco de los que hacen en las cintas. El chico se cubre con una capita de lluvia. La muchacha se le acerca y bailan juntos. Ella es la chica que no quiere irse de Casablanca sin el muchacho. Yo con mi capa y ella con su sombrero bailamos al son de la música que suelta la banda de rojo. La gente grita y tira papel picado. El colectivo para frente al cine Hindú y ella y yo subimos una escalera luminosa hasta los mismos pisos altos de ese cine. Hay muchos gritos, los reflectores encendidos nos siguen en nuestro musical. Bajamos del brazo y yo canto con una voz que no conozco como mía. Si tuviese el uniforme rojo no tendría dudas seria Nelson Eddy.. Esta es una extraña película, o solo un sueño. En definitiva creo que una cinta es un sueño. Pero este sueño o cinta tiene un final para no cambiar. Me gusta. Claro, no hay dudas han llegado a Lisboa. La muchacha y el chico felices en Lisboa, que grande. ¿ Dónde será Lisboa?. Él público festeja el paso de la carroza en forma de colectivo y a la pareja que baila en el techo.Doblamos en Florida, la boca del subte, bajamos y nos sentamos silenciosos en el tren que llega del bajo. Nosotros dos, cada uno metido en su propia película. Yo no tendré que cambiar el final. Ojalá que mañana llueva así llevo la capa al colegio. Pero no, mamá querrá que lleve también las galochas. Así no podré bailar. De donde habré sacado esos zapatos blancos con punteras negras tan brillantes que tenia al bailar sobre el colectivo.Que bueno, nosotros siempre tendremos la Calle Lavalle.

3. “En el aeropuerto: Salvoconductos a Lisboa”

Es viernes al regreso del colegio, pensando en las vacaciones que empezaban el lunes, veo que hay gente en la puerta de casa.Mamá y Papá están hablando con el matrimonio que nos alquila la pieza . Los veo muy serios a todos. ¿Que habrá pasado?. El Negro al verme, se va para el fondo. Seguro que le arruinó las plantas a Doña Encarnación. Los dos viejos no le querían alquilar a papá la pieza, primero por que tenían un chico y además un perro. Ahora seguro que el Negro armó lío. Pero no, el asunto es otro. Los proyectos de papá se estaban cumpliendo y nos mudábamos. Él tenia ya un nuevo trabajo, dejó el colectivo y nos íbamos a vivir a un departamento. Encarnación y Santiago lloraban. Parece que nos querían. Teníamos que dejar el patio . Pero lo que no entendía era que un perro no podía vivir en un departamento. Otro final de porquería. El Negro se quedaría con los viejos, yo se lo tengo que entregar a ello, yo también hago cosas inexplicables. Esto no es una cinta. Al rato un camioncito no un avión viene a recogernos con las pocas cosas que tenemos.Yo también lloro, porque no puedo usar el salvoconducto para el Negro. Porquería. Chau Casablanca. Todavía no le había contado el sueño de la calle Lavalle al Negro. La llegada del muchacho y la muchacha a Lisboa, donde queda Lisboa?. Fue cuando casi casi salto del camión que nos llevaba, para quedarme con el perro. Se me empiezan a caer los mocos, y me meto la gorra hasta las narices.Durante el viaje al nuevo barrio, al departamento, pregunto por la caja de programas y fotos que no había encontrado cuando las busque la noche anterior, mañana vendremos a buscarla y podrás ver al Negro, es lo que dice mamá. Lo miro a papá y en su cara comprendo que no vendremos . Los mocos no me dejan respirar, me arranco la gorra, otro final que no me gusta, pero creo que este es de verdad. Viene un colectivo de la línea donde trabajaba papá, y cuando pasa a nuestro lado, le tiro la gorra. Papá pone su brazo en mis hombros , si llega a decir que ese es el comienzo de una hermosa amistad, me mato. Pero solo me abraza y entre llanto y moco me río, todos reímos. ¿Cómo será Lisboa?. Menos mal que tenemos los salvoconductos.

vuelta a escribir el 09/11/993:11 p.m.
Autor: LUIS NUÑEZ

EL POETA ES UN FINGIDOR

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge ser dolor
El dolor que en verdad siente.
Y quienes leen lo que escribe
En el dolor leído sienten
No los dos que el poeta vive
Mas sólo aquél que no tienen.
Y así por las vías rueda
Y entretiene a la razón
El tren girando con cuerda
Que se llama corazón

miércoles, 18 de junio de 2008

L I S B O A

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ha muerto Cyd Charisse

Posted by PicasaRecuerdo algo de Cortazar sobre el tema de la muerte de esas figuras de su infancia y juventud, hablaba de Chaplin de Lois Armstrong, yo pienso en el y ahora en Cyd Charisse y hace algún tiempo de Gene Nelly.
Cyd Charisse, Cyd Charisse.
Me recuerdo ese baile en el parque con Fred Astaire. Cyd Charisse
En el Central Park luego de estar esperándola en el Empire State me recordé bailando con ella.

martes, 17 de junio de 2008

Una salida para el laberinto

Una salida para el laberinto
Por Carlos Pagni
Martes 17 de junio
de 2008 19:58

Con la decisión de enviar al Congreso las retenciones móviles para que adquieran fuerza de ley, Cristina Kirchner intentará a partir de ahora encontrar una salida, siquiera provisoria, a la profunda crisis política en la que cayó su gobierno. El recurso a las Cámaras le permitirá a la Casa Rosada identificarse con la pureza institucional, profundizando de ese modo el eje central del discurso de los Kirchner frente a quienes se les oponen: quien se niegue a aceptar las retenciones desafía el orden institucional y se convierte, de manera automática, en golpista. El anuncio estuvo envuelto en un contexto que reforzaba ese montaje: la defensa de las retenciones quedó identificada con la defensa de la democracia y, en el extremo, la disconformidad con la medida se asoció con los bombardeos a Plaza de Mayo de 1955. Otro objetivo relevante de la táctica adoptada ayer es el de encauzar los reproches del campo hacia las Cámaras, y descomprimir al Ejecutivo. Un movimiento que el kirchnerismo adoptó en una de sus primeras crisis, cuando estalló el caso Axel Blumberg: en aquel momento se intentó, a partir de una batería de proyectos legislativos, impedir que las manifestaciones fueran hacia la Plaza de Mayo, desviándolas hacia el Congreso. La decisión de involucrar al Parlamento con la medida representará un costo político importante para el PJ. La mayor parte de los senadores y diputados que deben aprobar las antipáticas retenciones dependen del voto rural. El campo pasará lista para identificar quién vota y quién no la polémica ley. Néstor Kirchner ambientó el anuncio de su esposa con una conferencia de prensa previa durante la que justificó el acto que el peronismo realizará mañana en Plaza de Mayo. En esa presentación el esposo de la Presidenta levantó una y otra vez la bandera del pluralismo mientras hostigaba a algunos periodistas que lo interrogaban, haciéndoles declarar en qué medio estaban empleados: "Ya sé para qué te mandan", le dijo a uno de ellos. También formuló una encendida censura contra los que impiden la circulación vial. Pareció sincera esa diatriba. Salvo por la presencia, a su lado, de Hugo Moyano, quien ganó fama durante el gobierno anterior bloqueando con camiones las salidas de almacenes y fábricas no para quejarse por un impuesto excesivo sino para obligar a los empresarios a firmar con su sindicato el convenio laboral de su compañía.
Especial para LANACION.com

Venice Simplon Orient Express

Venice Simplon Orient Express

a pedido de un blogista de Buenos Aires, se publica esta direccion, Esperamos que esto lo ayude en su programa de recuperar la memoria.

firmado Victor Lazlo y Damasceno Monteiro

lunes, 16 de junio de 2008

LA CIUDAD

LA CIUDAD
Dijiste:
"Iré a otra ciudad, iré a otro mar.
Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta.
Todo esfuerzo mío es una condena escrita;
y está mi corazón - como un cadáver - sepultado.
Mi espíritu hasta cuándo permanecerá en este marasmo.
Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire
oscuras ruinas de mi vida veo aquí,
donde tantos años pasé y destruí y perdí".

Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá.
Vagarás por las mismas calles.
Y en los mismos barrios te harás viejo
y en estas mismas casas encanecerás.
Siempre llegarás a esta ciudad.
Para otro lugar -no esperes-no hay barco para ti, no hay camino.
Así como tu vida la arruinaste aquí
en este rincón pequeño, en toda tierra la destruiste.

Konstandinos Kavafis

I T A C A

Cuando partas hacia Itaca
pide que tu camino sea largo
y rico en aventuras y conocimiento.
A Lestrigones, Cíclopesy furioso Poseidón no temas,
en tu camino no los encontrarás
mientras en alto mantengas tu pensamiento,
mientras una extraña sensación
invada tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones, Cíclopesy fiero Poseidón no encontrarás
si no los llevas en tu alma,
si no es tu alma que ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que muchas mañanas de verano hayan en tu ruta
cuando con placer, con alegría
arribes a puertos nunca vistos.
Detente en los mercados fenicios
para comprar finos objetos:
madreperla y coral, ámbar y ébano,
sensuales perfumes, -tantos como puedas-
y visita numerosas ciudades egipcias
para aprender de sus sabios.
Lleva a Itaca siempre en tu pensamiento,
llegar a ella es tu destino.
No apresures el viaje,
mejor que dure muchos años
y viejo seas cuando a ella llegues,
rico con lo que has ganado en el camino
sin esperar que Itaca te recompense.
A Itaca debes el maravilloso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino
y ahora nada tiene para ofrecerte.
Si pobre la encuentras, Itaca no te engañó.
Hoy que eres sabio, y en experiencias rico,.



Konstandinos Kavafis

ERNESTO SABATO

a una hormiga,a un árbol,
a un tigre de Bengala;
mientras nuestro cuerpo se disgregaentre gusanos
y se filtra en la tierra sin memoria,
para ascender luego por los tallos y las hojas,
y convertirse en heliotropo o yuyo,
y después en alimento de ganado,
y así en sangre anónima y zoológica,
en esqueleto,en excremento.
Tal vez le toque un destino mas horrendoen
el cuerpo de un niñoque un día hará poemas o novelas,
y que en sus oscuras angustias(sin saberlo)
purgara sus antiguos pecados de guerrero o criminal,
o revivirá pavores,el temor de una gacela,
la asquerosa fealdad de comadreja,
su turbia condición de feto, cíclope o lagarto,
su fama de prostituta o pitonisa,
sus remotas soledades,
sus olvidadas cobardías y traicionesPosted by Picasa
tomado de SOBRE HEROES Y TUMBAS

QUIEN MANDA EN ARGENTINA?


ANÁLISIS: Crisis social en Argentina
¿Quién manda en
Argentina?
JOAQUÍN MORALES SOLÁ 16/06/2008

Aislado y con una visión conspirativa de la vida, de la pública y de la privada, el ex presidente Néstor Kirchner concentra ahora en sus manos la totalidad del poder político durante el transcurso de la crisis más profunda desde el desmoronamiento de Argentina en 2001 y 2002. Lejos, muy lejos, quedó el proyecto de que su esposa, la actual presidenta, Cristina Fernández, liderara un periodo más consensual e institucional del país. El ex presidente, recluido en la residencia presidencial de Olivos, se apartó también de los sectores peronistas más moderados y decidió radicalizar sus actos y los actos del propio Gobierno.
Kirchner delegó el Gobierno en su esposa para apostar a una especie de implícita reelección indefinida, que la Constitución argentina prohíbe. El plan consistía en un recambio permanente en la presidencia de la nación entre los miembros del matrimonio presidencial. Seis meses después de que Cristina Fernández sucediera a su marido, el derrumbe popular de ambos, según todas las encuestas creíbles, significa en los hechos el fin de la dinastía de los Kirchner en el poder. Quizás esa comprobación es lo que convirtió al ex presidente en un hombre carente de ductilidad en el liderazgo y desprovisto de sensibilidad política.
Nadie ha hecho tanto como el propio Néstor Kirchner para vaciar de expectativas y de ilusiones al Gobierno de su esposa. Fue él una figura influyente en la decisión de que continuaran casi todos los ministros que lo habían acompañado durante más de cuatro años. El propio ex presidente disparó el relevo, apenas cuatro meses después, de la única designación iridiscente que había hecho Cristina Fernández: la del ex ministro de Economía Martín Lousteau, que cometió el imperdonable pecado de no consultar al esposo presidencial. Contrariando todas sus promesas, Kirchner se aupó recientemente en la conducción formal y nacional del peronismo, el único partido político que sobrevivió a la gran crisis de principios de siglo.
Néstor Kirchner es, al mismo tiempo, el líder natural de organizaciones de ex piqueteros, que se convirtieron ahora en fuerzas de choque a las órdenes del ex presidente. Son grupos violentos, que aparecen armados con garrotes y con la cara tapada por pasamontañas, para disolver manifestaciones pacíficas de opositores. Gobernando el gabinete a través de ministros que fueron suyos, controlando el partido oficialista y conduciendo esas fuerzas de choque, Kirchner corporiza, a final de cuentas, el único poder político real en Argentina.
El nuevo problema que lo acosa es que los barones del peronismo están defeccionando, temerosos de quedar atrapados en la caída popular de los Kirchner. El peronismo celebra su fiesta partidaria el 17 de octubre, llamado el Día de la Lealtad. Un ex presidente suele decir que el peronismo es el único partido del mundo que le dedica un día a la lealtad, porque el resto de los días del año los consagra a la traición. A Kirchner le toca ahora comprobar esa ingrata teoría.
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UNA BUENA TARDE PARA MORIR-



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Una buena tarde para morir
CRÍTICA: La lidia
ANTONIO LORCA -
Madrid - 16/06/2008

La imagen de José Tomás, el cuerpo magullado, el traje ensangrentado, dolorido por la herida que llevaba en el muslo derecho, pero con las dos orejas en las manos, cruzando de punta a punta el diámetro de la plaza camino de la enfermería, y los tendidos, sobrecogidos, puestos en pie, al grito unánime de "torero, torero", es de esas que permanecerán para siempre en la memoria de las 24.000 almas que asistieron ayer a una corrida épica que tuvo como protagonista a un héroe de película, revivido en torero de hoy, un mago del valor, capaz de hacer emerger las emociones más apasionantes del ser humano.
Fiel a su máxima de que un torero debe estar dispuesto a jugarse la vida doce tardes al año, José Tomás llegó a Madrid dispuesto a superar lo insuperable; es decir, a dejarse matar antes que perder la batalla contra sí mismo. Y a fe que lo demostró con una entrega absoluta, con una heroicidad sobrehumana y con un insuperable desprecio a la vida. Porque, ayer, José Tomás estaba dispuesto a morir. Y a punto estuvo de conseguirlo.
No fue una tarde de toreo puro. No. No estuvo fino el torero con el capote, y sólo unos pocos muletazos por ambas manos sobresalieron de un mar de pases enganchados y destemplados. Tampoco hubo toros encastados y nobles, sino mansos, de mala condición, rajados, huidizos y de pésima clase.
Quizá, fue excesivo el premio de las tres orejas. Posiblemente. Pero ayer se premió la disposición, el desafío, el poder, la gallardía, el arrebato... en una palabra, el valor extraterrestre de un torero que ayer se sobrepuso a todas las circunstancias adversas que le plantearon los toros. Y ganó la pelea; y salió victorioso de manera unánime porque no parece posible una actitud más verdadera que la de este hombre.
Se pide silencio. Está el segundo toro en la arena. Tomás intenta veroniquearlo, pero el animal huye despavorido. Muleta en mano, se dobla con el toro, rodilla en tierra, y aguanta impertérrito las tarascadas del animal. El toro no quiere pelea. Pero quiere Tomás, y lo desafía y lo reta con el pecho por delante y la muleta en la zurda. Tanto insiste que llega la primera voltereta -el toro se lo echa a los lomos, lo zarandea y lo despide a la arena-. El torero ni se mira la chaquetilla completamente ensangrentada. Parece confirmado en su valor y persigue a su oponente en su huida permanente. Y consigue un derechazo enorme, y otro de pecho extraordinario, y un recorte final espléndido. La angustia se ha adueñado ya de los tendidos, que presagian la cornada, pero ahí sigue el torero, cada vez más cerca de los pitones, cada vez más dispuesto... Uf, inenarrable.
Y llega la segunda cogida cuando intenta torear por gaoneras, y se vuelve a salvar de milagro. Y la faena a ese quinto gazapón es de torero heroico. No hay toreo largo ni hondo; quizá, es que no puede haberlo, pero está tan bien colocado, tan metido entre los pitones, tan cruzado, tan cerca del peligro, que el sobrecogimiento general se convierte en entusiasmo desbordante. Llegó la tercera cogida cuando tomó la izquierda y la voltereta fue espectacular. Pero siguió en la plaza hasta que mató al toro de una media estocada baja. Se le concedieron las dos orejas y atravesó el redondel, seguido por su cuadrilla, en esa imagen que figura ya en los anales de esta plaza.
Tampoco tuvo toros El Fundi, que se justificó con oficio y buenas maneras, y toreó muy bien con el capote. Él y Juan Bautista protagonizaron un vibrante tercio de quites en el tercero. Por cierto, el torero francés que, a lo postre, se encontró con el lote más propicio, decepcionó con un toreo mecánico y frío.
Al final, la tarde fue, de pitón a rabo, de José Tomás, que acabó con tres heridas en los muslos, prueba inequívoca de que ésta era una de esas tardes en las que hay que jugarse la vida. ¿Por qué lo cogen tanto los toros? Quizá, por eso, porque se arrima más que ninguno, y te pone la carne de gallina, el condenado José Tomás...
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sábado, 14 de junio de 2008

LISBON, REVISITED 1997- DOS-

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LISBON REVISITED 1997- UNO-

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MUERTE EN LA TARDE -TRES-

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MUERTE EN LA TARDE -DOS-

 
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FEDERICO GARCIA LORCA
LLANTO POR IGNACIO SANCHEZ MEJIAS (1935)
A las cinco de la tarde.

Eran las cinco en punto de la tarde.

Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.

Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.

Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.

El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.

Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.

Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.

Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.

Comenzaron los sones del bordón
a las cinco de la tarde.

Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.

En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.

¡Y el toro, solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.

Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde,

cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,

la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.

A las cinco de la tarde.

A las cinco en punto de la tarde.

Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.

Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.

El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.

El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.

A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.

Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.

Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,

y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.

A las cinco de la tarde.

¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!

La sangre derramada.
¡Que no quiero verla!

Dile a la luna que venga,
que no quiero ver la sangre
de Ignacio sobre la arena.

¡Que no quiero verla!

La luna de par en par,
caballo de nubes quietas,
y la plaza gris del sueño
con sauces en las barreras

¡Que no quiero verla¡

Que mi recuerdo se quema.
¡Avisad a los jazmines
con su blancura pequeña!

¡Que no quiero verla!

La vaca del viejo mundo
pasaba su triste lengua
sobre un hocico de sangres
derramadas en la arena,
y los toros de Guisando,
casi muerte y casi piedra,
mugieron como dos siglos
hartos de pisar la tierra.

No.

¡Que no quiero verla!

Por las gradas sube Ignacio
con toda su muerte a cuestas.
Buscaba el amanecer,
y el amanecer no era.
Busca su perfil seguro,
y el sueño lo desorienta.
Buscaba su hermoso cuerpo
y encontró su sangre abierta.
¡No me digáis que la vea!
No quiero sentir el chorro
cada vez con menos fuerza;
ese chorro que ilumina
los tendidos y se vuelca
sobre la pana y el cuero
de muchedumbre sedienta.
¡Quién me grita que me asome!
¡No me digáis que la vea!
No se cerraron sus ojos
cuando vio los cuernos cerca,
pero las madres terribles
levantaron la cabeza.
Y a través de las ganaderías,
hubo un aire de voces secretas
que gritaban a toros celestes,
mayorales de pálida niebla.
No hubo príncipe en Sevilla
que comparársele pueda,
ni espada como su espada,
ni corazón tan de veras.
Como un rio de leones
su maravillosa fuerza,
y como un torso de mármol
su dibujada prudencia.
Aire de Roma andaluza
le doraba la cabeza
donde su risa era un nardo
de sal y de inteligencia.
¡Qué gran torero en la plaza!
¡Qué gran serrano en la sierra!
¡Qué blando con las espigas!
¡Qué duro con las espuelas!
¡Qué tierno con el rocío!
¡Qué deslumbrante en la feria!
¡Qué tremendo con las últimas
banderillas de tiniebla!
Pero ya duerme sin fin.
Ya los musgos y la hierba
abren con dedos seguros
la flor de su calavera.
Y su sangre ya viene cantando:
cantando por marismas y praderas,
resbalando por cuernos ateridos
vacilando sin alma por la niebla,
tropezando con miles de pezuñas
como una larga, oscura, triste lengua,
para formar un charco de agonía
junto al Guadalquivir de las estrellas.
¡Oh blanco muro de España!
¡Oh negro toro de pena!
¡Oh sangre dura de Ignacio!
¡Oh ruiseñor de sus venas!
No.

!Que no quiero verla!

Que no hay cáliz que la contenga,
que no hay golondrinas que se la beban,
no hay escarcha de luz que la enfríe,
no hay canto ni diluvio de azucenas,
no hay cristal que la cubra de plata.
No.

!Yo no quiero verla!

Cuerpo presente.

La piedra es una frente donde los sueños gimen
sin tener agua curva ni cipreses helados.
La piedra es una espalda para llevar al tiempo
con árboles de lágrimas y cintas y planetas.

Yo he visto lluvias grises correr hacia las olas
levantando sus tiernos brazos acribillados,
para no ser cazadas por la piedra tendida
que desata sus miembros sin empapar la sangre.

Porque la piedra coge simientes y nublados,
esqueletos de alondras y lobos de penumbra;
pero no da sonidos, ni cristales, ni fuego,
sino plazas y plazas y otras plazas sin muros.

Ya está sobre la piedra Ignacio el bien nacido.
Ya se acabó; ¿qué pasa? Contemplad su figura:
la muerte le ha cubierto de pálidos azufres
y le ha puesto cabeza de oscuro minotauro.

Ya se acabó. La lluvia penetra por su boca.
El aire como loco deja su pecho hundido,
y el Amor, empapado con lágrimas de nieve
se calienta en la cumbre de las ganaderías.

¿Qué dicen? Un silencio con hedores reposa.
Estamos con un cuerpo presente que se esfuma,
con una forma clara que tuvo ruiseñores
y la vemos llenarse de agujeros sin fondo.

¿Quién arruga el sudario? ¡No es verdad lo que dice!
Aquí no canta nadie, ni llora en el rincón,
ni pica las espuelas, ni espanta la serpiente:
aquí no quiero más que los ojos redondos
para ver ese cuerpo sin posible descanso.

Yo quiero ver aquí los hombres de voz dura.
Los que doman caballos y dominan los ríos;
los hombres que les suena el esqueleto y cantan
con una boca llena de sol y pedernales.

Aquí quiero yo verlos. Delante de la piedra.
Delante de este cuerpo con las riendas quebradas.
Yo quiero que me enseñen dónde está la salida
para este capitán atado por la muerte.

Yo quiero que me enseñen un llanto como un río
que tenga dulces nieblas y profundas orillas,
para llevar el cuerpo de Ignacio y que se pierda
sin escuchar el doble resuello de los toros.

Que se pierda en la plaza redonda de la luna
que finge cuando niña doliente res inmóvil;
que se pierda en la noche sin canto de los peces
y en la maleza blanca del humo congelado.

No quiero que le tapen la cara con pañuelos
para que se acostumbre con la muerte que lleva.
Vete, Ignacio: No sientas el caliente bramido.
Duerme, vuela, reposa: ¡También se muere el mar!

Alma ausente

No te conoce el toro ni la higuera,
ni caballos ni hormigas de tu casa.
No te conoce el niño ni la tarde
porque te has muerto para siempre.

No te conoce el lomo de la piedra,
ni el raso negro donde te destrozas.
No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.

El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y monjes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.

Porque te has muerto para siempre,
como todos los muertos de la Tierra,
como todos los muertos que se olvidan
en un montón de perros apagados.

No te conoce nadie. No. Pero yo te canto.
Yo canto para luego tu perfil y tu gracia.
La madurez insigne de tu conocimiento.
Tu apetencia de muerte y el gusto de tu boca.
La tristeza que tuvo tu valiente alegría.
Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,
un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Yo canto su elegancia con palabras que gimen
y recuerdo una brisa triste por los olivos.

FEDERICO GARCIA LORCA

MUERTE EN LA TARDE - UNO-

 
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CRÓNICA: IDA Y VUELTA
Arte de matar
ANTONIO MUÑOZ MOLINA 14/06/2008


Cuando yo tenía seis o siete años mi padre me llevó una vez a una corrida de toros. A él le gustaban mucho y le ilusionaba transmitir a su hijo esa afición. Se acordaba siempre de la tarde de agosto en que alguien bajó por la vereda de la huerta en la que trabajaba y le dijo llorando que un toro acababa de matar a Manolete, muy cerca, en la plaza de Linares. Manolete era para ellos un héroe y también una persona muy próxima. Más aún lo fue veinte años después otro matador de éxito más bien pasajero, Carnicerito de Úbeda. No sólo era de nuestra misma ciudad: su padre, de quien le venía el sobrenombre, tenía un puesto en el mercado justo enfrente del mío. De pronto ese niño al que mi padre había visto crecer era una figura del toreo que llenaba las plazas y aparecía a página entera en aquella revista taurina que se llamaba Dígame. Era, literalmente, uno de nosotros, e incluso los niños nos enorgullecíamos de que hubiera nacido en nuestra ciudad y celebrábamos su éxito. Algunas veces lo veíamos pasar en un Mercedes blanco.
Con los años, la corrida a la que me había llevado mi padre sólo fue un recuerdo vago de aburrimiento y disgusto. Él, sin embargo, se acordaba muy bien, con esa buena memoria para las desilusiones y los agravios menores que tienen en común los padres y los hijos. Mi padre se acordaba de que a los pocos minutos de empezar la corrida yo ya estaba preguntándole cuánto quedaba para que terminara. "¿Por qué toro van ya?". Imaginaría, con razón, que mi desinterés en los toros era otro signo de mi discordia inexplicable hacia las cosas que a él más le gustaban, las que constituían su mundo, las que yo hubiera debido aprender de él como él las aprendió antes de su padre: el campo, los animales, la hermosa agitación del mercado de abastos, las canciones flamencas que sonaban siempre en la radio. Ése era el mundo de la gente trabajadora campesina: nuestros padres estaban seguros de pertenecer a él de la misma manera visceral en que muchos de nosotros queríamos abandonarlo. No era ni el paraíso que inventa luego la nostalgia ni la cultura inmemorial y a ser posible inalterada que tanto gusta a los antropólogos y a los fabricantes de raíces vernáculas: el mundo de los campesinos pobres españoles de los años cincuenta y sesenta era el paisaje de ruinas posterior a la Guerra Civil, y su apariencia de perduración el resultado de un retroceso traído por la victoria militar de las clases sociales más retrógradas y de sus aliados eclesiásticos.
En esa aspereza sin demasiados horizontes la afición a los toros deparaba a nuestros mayores una emoción estética y la ocasión de admirar el triunfo de alguien salido de su misma clase. Raramente advertirían la brutalidad de un espectáculo sanguinario quienes la experimentaban a diario en sus propias vidas. Nosotros, los hijos de aquella gente, crecimos en el mundo que ellos habían hecho posible con su trabajo sin recompensa, y fue precisamente lo que ellos nos dieron lo que alimentó nuestra vocación de lejanía. Porque nuestra vida era mejor y más ancha de posibilidades ya no nos gustaba lo mismo que a ellos. De muy niños nos habíamos retorcido de risa viendo correr delante de un novillo a los enanos de la troupe del Bombero Torero; incluso, aunque a veces se nos partiera el corazón de lástima, no nos habíamos rebelado contra el trato brutal que recibían los más indefensos, los tontos a los que perseguían a pedradas adolescentes feroces, los perros enganchados a los que alguna mala bestia separaba con una navaja.
En esa España chillona retrógrada que se nos volvía afortunadamente tan ajena estaban incluidos los toros, a veces sólo por razones estéticas, antes de que empezáramos a tener alguna sensibilidad hacia el sufrimiento de los animales. Los pasodobles, las monteras, los trajes de luces, la grosera simbología de la sangre, la arena, la cornamenta, la espada. Era la España negra: la de los lugares comunes baratos del turismo, la de la intelectualidad extranjera que fingía apreciar nuestro exotismo y al mismo tiempo nos miraba de arriba abajo, brutos domados por un dictador y tan prisioneros de sus pasiones y sus rituales que no podían entrar seriamente en el mundo moderno.
Creíamos que la libertad, al ventilarnos el país, iría despejando toda esa panoplia de espectros; que el ejemplo de nuestra democracia y la riqueza de nuestra mejor tradición ilustrada disiparían poco a poco en el mundo la fama negra de España. Quién nos iba a vaticinar que bien entrado el nuevo siglo todo aquello que nos repugnaba por pertenecer a los peores residuos del pasado regresaría convertido en modernidad, incluso en sofisticación. Una mezcla letal de ignorancia, penuria cívica y especulación urbana se ha llevado por delante muchos de nuestros paisajes más hermosos y destruido para siempre el legado de nuestra arquitectura popular: del pasado ahora lo único que queda, lo que se celebra, lo que se conmemora, es lo más retrógrado, ahora convertido en cool, elevado a la categoría inatacable de cultura autóctona, incluso de arte de vanguardia.
Puedo comprender que mi padre se conmoviera viendo una corrida de toros: ahora veo la foto de un torero en la primera página de los periódicos más serios, leo los ríos de prosa artístico-taurina que vuelven a derramarse, y siento vergüenza de mi país, y un aburrimiento sin límites. Ya sé que en España la defensa del trato digno hacia los animales merece el mismo escarnio que se reservaba hace un siglo para las sufragistas. ¿Realmente hay mucha nobleza en el espectáculo de atormentar a un animal y de acabar con él no en ese instante de arte supremo que tanta emoción provoca entre los intelectuales de mi época, sino, como suele ocurrir, después de una repulsiva sucesión de torpes estocadas? Mentes selectas han decidido que las corridas de toros son alta cultura: no deberá extrañarnos que fuera de nuestro país mucha gente siga pensando que toda nuestra cultura son las corridas de toros. Si yo fuera pintor español, incluso si fuera pintor español aficionado a los toros, me causaría cierta desolación que el único artista español digno de la atención del crítico estrella del New York Times sea el torero José Tomás. Leo también, desde lejos, que además de artista José Tomás es poeta. Y no puedo menos que pensar en la vieja tradición de literatos caprichosos dedicados a llenarle la cabeza de pájaros a algunos toreros que tal vez se dedicaron a ese oficio por la simple razón de que les ofrecía la posibilidad de no morirse de hambre. El Llanto por Ignacio Sánchez Mejías es un gran poema, desde luego. Pero no sé si compensa las toneladas de lirismo taurino tan pegajoso como pringue de chorizo que han vuelto a inundar los periódicos, justo cuando los toros, por fin, se van convirtiendo de verdad, para la mayor parte de la ciudadanía, en una penosa antigualla que sólo sobrevive gracias a la subvención, como cualquier otra de nuestras identidades ancestrales.

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HACE UNOS DIAS SE LEYO OPINION DE JOAQUIN SABINA SOBRE EL TEMA, CLARO PARA EL ERA DE PURISIMA Y ORO



Una tarde más que perfecta, sublime
De purísima y oro
ANÁLISIS: La lidia - Feria de San Isidro
JOAQUÍN SABINA 06/06/2008
Aunque a los aficionados las estadísticas nos importan mucho, y porque las emociones hoy, esta tarde, se pusieron de acuerdo con las estadísticas, había unanimidad en el 7, en el 9, en el 10, en el 11, y en la madre que los parió.
El toreo verdadero pone de acuerdo hasta a los disidentes. Desde el paseíllo de purísima y oro, como en las grandes tardes, se notó que José Tomás venía a decir algo alto y claro, a tapar bocas, que dicen los taurinos.
Desde el primer quite, en un toro que no era el suyo, hasta la clamorosa salida a hombros por la Puerta de Madrid, la tarde fue más que perfecta, sublime.
No lo digo yo, lo dicen las miles de personas de todas las clases sociales, con pañuelos y con claveles, que lo aclamaban sólo por donde se ponía a citar a cada toro, por donde los toros cogen el camino de la gloria.
Hacía cuatro décadas que ningún torero cortaba cuatro orejas en Madrid, en la misma tarde.
Fue José Tomás. Yo lo vi. Iba de purísima y oro.
Fue una tarde perfecta, sublime. No lo digo yo, lo dice todo Dios.
JOAQUÍN SABINA 06/06/2008


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