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miércoles, 30 de septiembre de 2009

ITACA NO TE ENGAÑO




A Itaca debes el maravilloso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino
y ahora nada tiene para ofrecerte.
Si pobre la encuentras,
Itaca no te engañó.
Hoy que eres sabio, y en experiencias rico,.
medicos y enfermeros seran tus nuevos amigos,
sopita con muña muña
tururu tururu pafate-
viva la vida viva el amor
o el dolor,
en caravana los recuerdos pasan ........................
como una estela blanca de ilusion.
todo esta como era entonces, la casa, la calle,
el rio, los arboles con sus hojas y los pajaros en sus
nidos, todo esta nada ha cambiado.
Olegario te acordas, fue en el 4ª A de la mañana
la Señorita nos hizo leer tu vuelta al nido.
ondas aves y murmullos son mis viejos confidentes
de mis primeros suspiros
todo esta, todo ha cambiado


Es posible la vuelta al barrio?



tal vez si. acaso no volvio alguien a su cercana y cada vez mas lejana Itaca. Claro yo soy simplemente Damasceno Monteiro, aquel de Itaca era Ulises, pero no es que los niños son los unicos que conoceran el cielo. asi sea
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B U C K O

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Fwd: [La Bitácora de Cristal] Nuevo comentario en el blog MALEVOS, TANGO, Y ALGO DE LUNFARDO

---------- Mensaje reenviado ----------
De: Guillermo Brizuela und Martina Schmidt <noreply-comment@blogger.com>
Fecha: 29 de septiembre de 2009 18:09
Asunto: [La Bitácora de Cristal] Nuevo comentario en el blog MALEVOS, TANGO, Y ALGO DE LUNFARDO
Para: damascenomonteiro1@portugalmail.pt

Guillermo Brizuela und Martina Schmidt ha dejado un nuevo comentario en la entrada "MALEVOS, TANGO, Y ALGO DE LUNFARDO":

Hola,

buscando información sobre los malevos para publicar en mi blog, me encuentro con tu hermoso relato.

Te felicito, los has pintado bien. Pese a la mala vida que llevaban, eran hombres de corazón (y también sus mujeres), y de jugarse entero. Una especia de samurais criollos.

Lo unico que quizas no me cierra es que los malevos estan en nosotros, hoy día (su espíritu), creo que si fuese así, no sucedería lo que nos sucede como país. No lo permitiríamos.

Un abrazo.

Guillermo.

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Publicado por Guillermo Brizuela und Martina Schmidt para La Bitácora de Cristal a las mar sep 29, 10:08:00 AM 2009



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sábado, 26 de septiembre de 2009

Fwd: amigos amigos no huyan de mi-

---------- Mensaje reenviado ----------
De: damasceno monteiro ;
damascenomonteiro1@portugalmail.pt

Fecha: 26 de septiembre de 2009 23:16
Asunto: amigos amigos no huyan de mi-
Para: xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx


Estimados
no no huyan. Prometo cerrar mi blog, acaso no lo hizo Saramago a los 15 dias de abrirlo, bueno yo sere capaz de cerrarlo luego de 2 años de generar esta descarga de enmistad alrededor mio.
en otro les mandare un saludo standard de amigo pero con seriedad, sobriedad y economica de palabras que son las que me sobran.
Eso si espero que esten todos bien, de vacaciones y viajes etc, yo ando por el piso, me estoy cayendo seguido. En este mes dos veces una, me compre la esquina de la Rua do Ouro y la Quemeira , y anoche en casa, lo de casa fue patetico pues sono el telefono y para alcanzarlo me cai de la cama, estoy para la salita de ancianos.
hoy no pude concurrir a nuestro club pero espero mañana estar en disponible con mis tabas.
Creo que hare una nota de despedida del blog pues tal vez estoy inquietando ademas de a Uds dos a muchos mas.
Siempre fui un engreido, me pense un best seller, pero sepa el mundo que solo mi vieja me leia o revisaba los cuadernos de la escuela, la maestra ni los miraba y con tal de que el año proximo no estuviera en su clase me aprobaba. Mama no sabia leer en aquellos tiempos, aprendio de grande. y asi pase luego al secundario y la universidad, y el slogan escrito en los pizarrones y baños de los institutos de enseñanza que me hicieron lo que soy (?) era "CUANDO SE VA ESTE", bueno sean buenos y mejores.
los abraza Damasceno


EL CIELO DE DARIN

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El cielo de Darín
ELVIRA LINDO 26/09/2009
Inteligencia y corazón.
Así es Ricardo Darín, el gran actor argentino-español que ha estrenado en San Sebastián las últimas películas de Juan José Campanella (en concurso) y de Fernando Trueba. El palmarés del certamen se conoce hoySigo a este hombre atractivo y vitalista por el centro de un Madrid de calor inusual, alfombrado de escombros. Lo sigo como si hubiéramos cambiado de pronto los papeles y ésta fuera su ciudad y yo la visitante. Vuelve la cabeza, me señala la gran grieta que fractura la calle de Preciados y dice con una sonrisa: "Un día van a encontrar el tesoro". En esa cálida mirada, en ese requiebro popular que podría haber dicho cualquier hombre común, hay algo del personaje que construyó para él el director Juan José Campanella en El secreto de sus ojos, la película que ha deslumbrado al público argentino y que ahora se estrena en España.Ricardo Darín, de familia argentina desde hace tres generaciones, descendiente de italianos y libaneses, hijo de actores, padre ahora de un actor, porteño en el sentido más encantador del término y algo nuestro también, no sólo por esa ciudadanía española que le concedió el Gobierno español, sino porque el público le mostró su afecto desde que vino a presentar Nueve reinas: "Y eso que interpretaba a un soberano hijo de puta, pero en algo fallamos cuando los espectadores deseaban que aquel malandra saliera ganando. La gente me paraba y me trataba como a un primo hermano".No hay reservas en este actor que antes de salir de la productora donde nos hemos presentado se cambia de camisa a la vista de todos. No parece pesarle el viaje ni la pereza de enfrentarse a una entrevista tras otra. Educado para ser complaciente, Darín despliega una simpatía caballerosa que no flaqueará en las cuatro horas que pasaremos juntos, ante un plato de pasta y una carne argentina en el restaurante De María, en el que lo tratan como a un viejo amigo. El mundo es su casa, o por decirlo de otra manera, es un hombre de mundo que aprendió de su padre que el secreto para sentirse bien es ser generoso. Inteligencia y corazón, ésa es la mezcla. De su etapa de teatro en Madrid, cuando representaba Arte, se llevó unos cuantos amigos, que ahora, mientras hablamos, le reclaman en el móvil insistentemente. También supo palpar el pulso de la ciudad, pegando la hebra por la calle con barrenderos o desconocidos, "soy medio loco para eso". Es fácil imaginárselo en su barrio de Palermo Viejo, paseando como uno más por aquellas calles tan cantadas y tan escritas, y renegando de los especuladores que, siguiendo el signo implacable de los tiempos, quieren borrar de sus esquinas la pátina de su historia, y convertirlo en un barrio intercambiable con cualquier otro barrio de moda del mundo. Vamos de un tema a otro, como si anduviéramos escasos de tiempo, de defender a los viejos habitantes de Palermo nuestro actor pasa a indignarse por esos argentinos a los que las autoridades españolas retienen sin explicaciones en los aeropuertos: "Dos millones de españoles recibió Argentina con los brazos abiertos, ¡dos millones!, sin preguntarles adónde iban ni si tenían dinero en los bolsillos".Pero no quiero que este hablador generoso se me escape sin hablarme de esto que le ha traído a España, El secreto de sus ojos, una película que conmueve más allá de sus dos horas de duración. En Argentina ha cautivado, en sus primeras semanas, a un público aún más numeroso que el que concitó El hijo de la novia. La gente vuelve a verla, la exprime en charlas con los amigos. "Sí, ésa es la maravilla, si la cabeza del espectador sigue trabajando después de ver una película es porque ese arte está vivo".PREGUNTA. Un comentario de lo más común entre sus compatriotas ha sido: "Es tan buena que no parece argentina...".RESPUESTA. Y sí... Ocurre en todos lados que la gente echa pestes del cine de su país. Somos así. Sé, por ejemplo, que aquí se aprecia mucho el trabajo de los actores argentinos y lo agradezco en nombre todos ellos, pero también hay actores españoles extraordinarios y los españoles no saben verlo. Tiene que ver con un cuento muy argentino que dice que si Fulanito, un pianista eximio, vive a la vuelta de tu casa, no puede ser tan bueno. El impacto de esta película ha inflamado el pecho de los argentinos. Pero, fíjate en la contradicción, la gente dice: "Es tan buena que debería ir al Oscar". Seamos sinceros, sabemos de la importancia mediática de los Oscar, pero en términos artísticos, dime, cuántas veces han premiado una bobada.P. No le tentó América tras el éxito deEl hijo de la novia.R. Nunca sentí una pulsión interna que me dijera, éste es mi norte. Pero, además, lo que me proponían no me interesaba. Una de esas propuestas era con Denzel Washington y Christopher Walken. Yo me quito el sombrero ante ellos, pero me pedían que hiciera de narcotraficante mexicano. ¡Oh, basta ya! ¿Por qué los narcotraficantes han de hablar todos en español? Me puso de mal humor.P.El secreto de sus ojos es un thriller con un trasfondo político y una historia de amor que está siempre pendiente de un hilo.R. Es una historia de amor. El amor que no ha sufrido el deterioro de la rutina porque no pudo ser. Es perverso, incómodo si uno tiene relaciones duraderas. Te lleva a reflexionar sobre tu propia vida. La convivencia erosiona el amor, por eso uno tiene que aprender a reciclarlo continuamente. Uno de los mejores periodos de las relaciones es el noviazgo: te encuentras a la hora que combina, cada uno se prepara para la ocasión, el encuentro se produce en términos extremadamente románticos y, cuando la cosa empieza a decaer, cada uno para su casa.P. Chéjov decía algo parecido.R. Siempre me ha copiado Chéjov.P. Jajajá. Lo interesante es que los personajes se desean de principio a fin, pero no se llegan a tocar.R. Exacto, no se besan, no se tocan, no se profesan el amor. Por eso, Soledad Villamil y yo acordamos que nos llamaríamos de usted, nos lo hizo más fácil. Aunque es verdad que en esa época (hace veinticinco años) y en el ámbito judicial era algo habitual.P. Es curiosa esta historia de sentimientos contenidos en esta época en la que todo se muestra.R. Por borrar prejuicios hemos seguido el camino de mostrarlo todo, y a veces uno se pregunta si será cierto que necesitamos verlo todo para sentir y comprender. A menudo, intuir es mucho más excitante. Yo, como espectador, agradezco ser tratado con inteligencia.P. Su escudero en la película, Guillermo Francella, un actor muy popular pero encasillado en la comedia, ha sido la revelación de esta película.R. Sí, él es muy querido pero injustamente encarpetado en lo cómico. Él es parte del éxito de esta película en Argentina. Mirá, la comedia es lo más difícil de hacer y, sin embargo, a nivel crítico no imprime el mismo nivel de prestigio. Es injusto.P. Usted, que es hijo de actores, ¿qué le dirá a su hijo si quiere ser actor?, ¿que estudie o que se forme como usted, pateando escenarios?R. Acabas de meter el dedo en la llaga porque tengo un hijo que está estudiando teatro y le acaban de ofrecer un papel en una teleserie. Me vino a consultar, "qué hago, pa". Yo le dije, "adelante". Estudiar y poder aplicarlo al momento en el trabajo es invalorable.P. ¿Nunca le causó frustración no estudiar interpretación?R. No, porque yo no quería ser actor, quería ser veterinario, psiquiatra. Yo nací actor pero no lo sabía. Me crié dentro de un estudio de radio o de televisión. Mis padres hacían tele, teatro, radio, en la época dorada del radio teatro. Mi padre era muy conocido, sobre todo en la radio. ¿Te imaginás que mi papá entraba en el estudio a caballo cuando hacía del Zorro? ¡Con un caballo real! Él era Ricardo Darín y yo era, al principio, Ricardo Darín (h). Con h de hijo. Un impostor. Así que un día, no sé por qué, me incomodó esa "h", y le dije: "Papá, mirá, te importaría que me quitara esa h que me ponen, me suena raro". Y me dijo: "Usted, ¿cómo se llama?". Siempre me llamaba de usted cuando me tenía que sentenciar algo. "Ricardo Darín", le dije. "Pues llámese como se llama". Y ahora está mi hijo, que se llama igual, aunque a él le conocen por el Chino Darín, porque de chico le llamábamos Chino, y así se ha quedado, con ese nombre de personaje de tango.P. Entonces sus padres preferían que estudiara...R. Sí, pero todo se fue dando con naturalidad. Ocurrirá igual en el circo. Lo más normal es que el chico de una pareja de trapecistas acabe un día colgado de un trapecio. Son oficios que se heredan. Yo lo veía a Alterio trabajar con mis padres en el Canal 7, ¡hace 45 años!, a Norma Aleandro, a Alfredo Halcón, ¡monstruos! Actores que además disfrutaban siendo didácticos, porque hay artistas muy buenos pero mezquinos. Y yo era un chavalito que andaba por ahí y los veía trabajar desde abajo, que es un buen enfoque para aprender. Mirá, te voy a contar algo que nunca cuento porque puede sonar irrespetuoso, pero te juro que no es mi intención: la aparición de la tele fue una prueba perversa para los actores de teatro. Se veían obligados a memorizar texto en un tiempo absolutamente distinto al que estaban acostumbrados. La memorización se convirtió en una cosa de terror. Yo veía a los grandes actores (no a los que he nombrado) transpirando mientras intentaban recordar el texto. Eso desvirtúa el trabajo del actor porque un aspecto técnico no puede generar tanto peso; es mucho más importante la naturalidad. Los vi padecer horrores y, paradójicamente, yo generé un sistema de memorización que no te puedo explicar, pero que es increíble. ¿Sabes cuál es el secreto? Que me importaba una mierda. Los vi padecer tanto que pensé, "a mí no me va a pasar". Y no me pasa.P. Su primera aparición en televisión fue con...R. Con año y medio. Con ocho ya trabajaba frecuentemente. Llamaba la atención por la naturalidad. Date cuenta que en esa época los niños declamaban. Para mí era un juego. En secundaria mis compañeros ya sabían que yo era actor. Yo era un poco... pícaro y me aprovechaba de las circunstancias. Mi profesora de geografía, que era divina, me ponía en el centro y decía: "Tomen ejemplo de Darín, estudia y con su trabajo ayuda a su familia".P. Sé que le gusta recordar que durante tres años fue nombrado el mejor compañero en la escuela.R. Ése es uno de los orgullos más grandes de mi vida.P. ¿Y qué ha conservado de ese carácter?R. Uno no cambia. Puedes potenciar algunos aspectos, pero no cambias. A mí siempre me importó mucho la vida de los demás. Se lo debo a mi padre. Mi padre era un defensor de un estilo de vida abierto y generoso, era un ser especial, loco, inteligente. Y te diré, para mí, que la gente me tenga por una buena persona me conmueve mucho más que el que me consideren un buen actor. Primero porque yo siempre supe que era buen actor, incluso cuando no se me tenía en tanta estima.P. Ahora es un apreciadísimo actor de cine en su país, pero hubo un tiempo en que era un cómico de televisión. ¿La tele cambia la relación del actor con el público?R. La gente pierde las formas con los que salen en la tele, se ponen tontos, es como si de pronto tú fueras para ellos lo más importante del mundo. Pero es efímero. Esa popularidad inmediata atenta contra la solidez. Yo, como cualquiera, disfruto de desaparecer, de ir tranquilo por mi barrio. He salido hasta en pijama. Pero en cuanto aparezco en televisión, como ahora, porque estoy promocionando una película, todo cambia. Pierdo la tranquilidad. Es extraño: soy el mismo tipo, los vecinos son los mismos, pero se altera el ecosistema.P. ¿Es importante para usted esa vida de barrio?R. Yo me mudé mucho por todo Buenos Aires. Un día, paseando por Palermo, nos enamoramos de aquella casita de cien años. Cuando me separé de mi mujer me acerqué a verla otra vez. Y la compré. Pensé, si volviera con ella, a ella le gustaría. Y hoy no sé si volvió conmigo por mí o por la casa.P. ¿Y cómo conoció a Campanella, con quien mantiene una historia de amor profesional tan fructífera?R. Es bien curioso eso. Fue en Nueva York. Fue en los ochenta, cuando yo formaba parte de Los Galancitos, un grupo de teatro de galanes jóvenes a los que la prensa puso este nombre peyorativo, pero que se hizo tremendamente popular. Yo tenía una relación entonces con Susana Giménez, la gran diva argentina, y me fui a Nueva York con ella. Pasear con Susana por Nueva York, con tanto latino como hay allí, era como andar con Mae West, nos iban parando a cada paso. En la 5ª Avenida nos pararon dos jóvenes que nos miraban sin dar crédito. La diva y el galancito. Ellos eran Campanella y Castells (guionista de El hijo de la novia) que entonces estudiaban cine en NY. Fuimos a tomar algo. Susana estaba descolocada. Imagina a Madonna con tres niñatos. Ellos se divirtieron mucho con la situación y me amaron. Años más tarde me dijeron que de ahí nació El mismo amor, la misma lluvia.P. Dicen que Fellini y Mastroianni imaginaban un cielo en el que pudiera reunirse la gente de la farándula. Pensaba en los posibles contertulios, Totó, Alberto Sordi, Vittorio de Sica... Alguien apuntó: "¿Robert de Niro?". Y otro contestó: "Pero, ¿no quedábamos que era el cielo?".R. Jajá, mirá, yo no soy ese tipo de actor atormentado, quiero ser uno más. Hay artistas a los que les encanta que sea complicado llegar hasta ellos.Días más tarde llamo a Juan José Campanella a Buenos Aires. Se agradece la inusitada accesibilidad, la sincera alegría con la que recibe los piropos sobre su película. Hablamos de Darín. "Ah, Darín, genera tan buen clima a su alrededor. Siempre fue extraordinario, desde que era de Los Galancitos y tenía que escaparse de las chicas, jajajá. La verdad es que parece increíble que hayamos rodado un drama porque nosotros lo vivimos en el rodaje como una comedia. Darín es uno de esos actores que puede estar matándose de risa antes de rodar una escena delicada y que es capaz de pasar, en cinco segundos, a sentir la gravedad del momento. Este trabajo no le hace sufrir. A mí tampoco. Sé que hay compañeros que sufren dirigiendo una película. Yo pienso, es fácil, que se dediquen a otra cosa".Nos levantamos de la mesa. A Darín le espera una tarde agitada, entre otras cosas va a ver la película que ha rodado con Trueba en Chile, El baile de la victoria. Nos despedimos con la inusual sensación de haber disfrutado de una conversación real.-Nos encontraremos en algún lugar del mundo, le digo.-En el cielo de Totó -dice Darín, dando por hecho que tiene que haber un cielo para gente como él. Lo hay lo hay.

jueves, 24 de septiembre de 2009

amanece que no es poco

Amanece,
el sol, esa mancha roja en el borde del mundo,
comienza a crecer.
Vuelan algunos pájaros,
cantos, gritos y sonidos de la mañana.
La bola de fuego ya esta casi plena,.
Sus pasos humedecidos dicen que esta allí.
Regresa entonces a la casa, cruza el bosque.
En este despertar.
Sacude sus botas, y entra por el fondo,
la cocina,
toma la pava y prepara café.

Carmen de Areco son las 9:30 en el Monasterio de San Pablo.
18 de agosto de 1996
21:19
Luis NuñezÓ
ARECO01.DOC

el regreso de Bartolome



el regreso de Bartolome

Algunos de los papeles de la caja de recuerdos de Damasceno Monteiro
Fechados el 30 de diciembre de 1996, en esa fecha hacia un año de la muerte subita de Bartolome, el 29 de diciembre de 1995, en plena reunion de vecinos de Navea (Galicia), en nuestro querido ultramarinos, Dios y el Dr Peña, estaban alli, sino esta historia tal vez seria distinta a la que se escribe aquí<. Soy Bartolomé, desde que volví ando por estas montañas. Junto con Paco y Nestor, todas las mañanas cuidamos de las cabras que subimos desde Navea. Al llegar la tarde, las bajamos, Javiera, la hermana de Paco, nos da pan recién horneado y sopa calientita. Esta comida y el cansancio de toda la jornada , nos hace sentir plenos y bien, y reírnos de cualquier cosa. Estamos los cuatro rapaces, sentados en el ultramarinos de “San Miguel”, en la mesa de junto al fuego. Era en momentos así, en que yo tenia recuerdos de algunos futuros o pasados momentos. Allí se me presenta la visión de aquel hombre, que siempre creo que soy yo. Eso será mañana, ayer o quizás hace mucho tiempo no se. Mis amigos, me escuchan fascinados, la noche y el fuego de la cocina, nos envuelve en un clima de cuentos y misterios. Estamos en Galicia, donde todo puede ocurrir, donde todo puede empezar. En estas tierras y montañas gallegas, ya proclives a la leyenda y los juegos de maravillas, a mis recuerdos de cosas que vi o me contaron. Invenciones y traiciones que suele hacerme mi memoria. Recordé algo de cuando yo había sido otra persona, quizás aquel hombre, que siempre veo en alguno de mis sueños: ...allí tirado en la calle, la gente se acerca y miran los diarios que cubren mi cuerpo. Yo un espectador y lector mas de esos diarios que me tapaban. Que exitoso! como me lee la gente! Quise agarrar mi reloj pulsera. Estaba en mi muñeca saliendo por entre el suplemento de espectáculos del diario. No llegaba, no podía, no se ? era espantoso.! Como les puedo explicar.? Ya no tengo cuerpo, el que tenia, esta allí tirado, con todas mis cosas, bajo esos diarios. Esto parece para siempre, como definitivo, y final. Debo haber sido atropellado por ese colectivo rojo, el numero 33. El de la cara desencajada, que esta sentado en el cordón, debe ser el colectivero. Me acerque, y creí con alegría que me hablaba , que me había por lo menos visto , pero no , a mi nadie me ve ahora. El solo balbuceaba , está como loco. Enrique, "burócrata celestial", es el que junta antecedentes, da explicaciones, y coordina mi estadía en el nuevo mundo en el cual me encuentro sumergido. El esta a mi lado, y lo veo vestido de enfermero. Confusamente voy entendiendo mi situación: me dice, es de " transito" hasta que llegue el veredicto. Que veredicto?. Mientras se habla de mi y del colectivero Enrique me informa que se esta proyectando mi película, la que trata de mi vida. Me dicen que es demasiado larga y confusa, quizás hermética , y eso demora la decisión. Tengo la impresión que este tipo me conoce demasiado bien. El veredicto es para sacarme de esta situación "transitoria", y de meterme en otra que no entiendo muy bien. Enrique me mira y dice como haciéndose el gracioso: --La vida o la muerte. Momento hermético y extraño. Me duele mucho la cabeza. Estoy desconcertado, perdido, seguro que se han mezclado los rollos. Los tipos de las motos, los coordinadores, no han sido nunca muy confiables. En la platea la gente empieza a patear y a darle con el "pan francés". Enrique, esta nervioso. El enfermero será el dueño del cine?. Sin embargo me alienta en la espera, se han dado caso, me cuenta, que devuelven totalmente la película, para hacerla de nuevo. Puede que eso sea una buena noticia, pero me encuentro tan bien tan relajado, que salvo mi cabeza que me duele, todo lo demás esta demasiado bien. El jurado será comprensivo?. Que Jurado? Pero pienso que rodar y reandar 60 años, no se si podré, además para que , si estoy tan bien ahora. No quiero rehacer nada, todo esta bien, no recuerdo ni me interesa lo que iba a hacer, si estaba sobre el colectivo, o venia caminando. Veo una colina, que tengo la seguridad de haberla caminado alguna vez, esta detrás de Enrique, como un verde telón de alguna lejana aldea. Veo a cientos de cabras que comen celuloide y tiradas por allí latas vacías de cintas, de mi película, y pilas de mas latas en los fondos de un cementerio, al pie de la colina, junto al río. En todo ese desorden alimenticio una moto tirada en el camino , debe ser la del esperado coordinador, sus ruedas aun giran de patas para arriba.. La gente en la platea del biógrafo sigue impaciente, Enrique camina de un borde al otro del escenario. Es como si no me interesara, no me preocupa que las cabras se estén comiendo mi película, no quieren volver hacia la aldea, hasta no acabar su tarea. Son ellas el jurado? . Que querrán hacer con mi vida? Pero yo que tengo que ver en todo esto? Yo soy o fui un simple tenedor de libros, que no llegare nunca a completar el tramite de retiro por invalidez. El estado de mis cosas? Ahora poco me importa. Todo esta mejor ahora, basta de presiones. Basta de exigencias, de todos. Basta, basta, todos contra mi ! Una cabra, de color café con leche se le acerca a Enrique y le lame su oreja. Enrique pone cara de atención. El me mira, y dice: --Si Bartolomé, busca a tus amigos y lleva la película para que la vea Javiera allá abajo en el ultramarinos. Me acerco a mi cuerpo y tiendo la mano. Insisto con mi reloj. Me desespero y ahogándome, lloro, como creo hace mucho que no hacia. Me humedecen la frente, una mano toma la mía y escucho: --La saco barata Bartolomé, no se alarme, tranquilícese, fue solo el reloj, se lo arrancaron y a Ud. lo tiraron del colectivo, tranquilo, todo esta bien ahora, le hacemos una tomografia, por precaución y mañana se podrá ir a su casa. Desde la puerta, Enrique nos mira y sonríe. Donde había estado?. Si era en una aldea y la verde colina, y la moto volteada.? Junto a la moto hay tres chicos , pienso que podría uno ser yo. Me doy cuenta que todo me espera que aun todo es posible. Javiera entonces me dice: --Que es eso de una película y las latas, donde las han dejado?

martes, 22 de septiembre de 2009

Sueños y mas sueños, todo es un sueño ella tambien (la vida)

1. Todo lo que ve, es como lo quiere ver


Las cajas siguen padeciendo nuevos traslados, ya son menos las que quedan. Hoy, quizás esta última, le muestra lo guardado en estos últimos años. En cada una de sus mudanzas actuó como haciendo el empaque de cosas de algún otro. Y cada vez que abre lo llevado, se encuentra con cosas que no recuerda fueran de él. Pretende clasificarlas, las va poniendo en distintos grupos que pronto comienzan a formar pilas con posibles alergias o simetrías comunes. No son de los últimos años. Hay las que han venido de todas y cada una de las mudanzas anteriores, movimientos de otros, y por supuesto cosas de otros, aunque nota alguna familiaridad en todas y cada una. Está en el balcón de su nuevo cuarto. Entra y tomando una de las cajas la coloca sobre el escritorio y la abre: hay diarios completos y recortes, algunos amarillentos, delicados, de soplarlos desaparecerán todas sus palabras escritas, se convertirían en polvo en nada. ¿Porque guarda esas cosas?. Se detiene ante un pedazo de diario...

2 Se publican cartas de Lisboa en 1935.
LA PRENSABuenos Aires, sábado 20 de julio de 1935

CARTAS DE LISBOALisboa, 13 de enero de 1935

Excelentísimo Señor D. Monteiro Rossi:Mi estimado amigo, Le agradezco mucho su carta, a la que respondo inmediata e íntegramente. Antes de comenzar, quiero pedirle perdón si le escribo en este papel de copia. Pero se me ha acabado el papel bueno, es domingo, y no he podido encontrar otro. Pero siempre es mejor escribir en un mal folio que postergarlo para otro día.Respondo directamente a sus tres preguntas: Plan futuro de la publicación de mis obras.génesis de mis heterónimos, yOcultismo.Lamento que a esta altura de mi vida me pregunte sobre mi plan futuro, el mismo es breve, no sé si llegaré a fin de año.Me pide la génesis de mis heterónimos, y realmente ellos Ud. lo sabe bien, así lo creía yo, datan de 1912 o 1915, o sea salvo Caeiro que falleció en 1915, el resto están aligerando el equipaje como yo y realmente estamos mas para un Apocalipsis que para un génesis.Su tercer pregunta la del ocultismo, se la doy en un sobre aparte que le pido que lo abra el 30 de noviembre de este mismo año de 1935.Seguramente lo ocultará Ud., y recién algún sucesor suyo lo encontrara por 1982. Lo que su sucesor encontrará es una copia de toda mi papelería que dejo en un baúl, lleno de papeles y recortes.Lamento no estar para cuando Ud. o alguien muy cercano a Ud. llegue con su esposa y su amigo Blaine a Lisboa, pero no ha de faltar quien lo espere y atienda.Para mi administración, como se dice en lenguaje comercial, le rogaría que me hiciese saber lo antes posible si ha recibido esta carta. Por favor avíseme antes del 30 de noviembre de este año. Ud. verá que es una fecha que tendrá alguna importancia, por lo menos para mí.Fernando PessoaFernando Antonio Nogueira PessoaRua Coelho da Rocha 16, chambre 28Tipeo: LN3 Esta carta que tiene ante el.Esta carta que tiene ante él, es por demás lúcida en toda su locura, esta fechada desde el apartado de Correo 147, de la Rua Coelho da Rocha 16, chambre 28, el 13 de enero de 1935 y dirigida D. Monteiro, firmada por Fernando Pessoa. El mismo año de esta carta el 30 de noviembre muere Pesoa en el Hospital Francés San Luis. Casi todos los heterónimos cuya génesis había expuesto en esa carta a su critico tuvieron también en la misma fecha su propia o colectivo Apocalipsis. Algunos habían muerto antes, otros después y los más exquisitos todavía parecen que están vivos.Unos meses antes en el mes de julio, el día 20 a las 9:30 a.m., en el Hospital Municipal Pirovano de la Ciudad de Buenos Aires nace LUIS NUÑEZ, de él se han dicho muchas cosas, y con él comenzaron a vivir otros seres que pueden llamarse también heterónimos de un histérico-neurastenico rioplatense, estos no resultaron ser escritores ni poetas como los del lisboeta, pero todos fueron como personajes de una novelística cósmica, con las características de que sus personalidades perfilaban hombres grises, solitarios y derrotados, algunos llegaron a ser mujeres, o sea fueron algunas.Entonces estos algunos y algunas , rotundos perdedores y perdedoras, se emparientan con algunos de los Monteiro, tal vez al que el poeta lisboeta escribe en su carta , y tenemos por ejemplo a Rosa Damasceno , Damasceno Monteiro, Víctor Laslo, Richard Blaine, Ilsa Lung, Louis Renault, Iris, Sam, y este final de títere y titiritero que a veces es LUIS NUÑEZ. Durante un viaje a New York aparecieron otros histéricos perdedores: Tom Travek, Siri Broming , Wooly, Hall Watkings, y se produce en nuestro hombre de Villa Pueyrredón y del tango una mezcla de Central Park, Empire State, Elevador de la Gloria, Saint Michell y Puente Alsina, todo esto con los ríos que están cerca de estas ciudades, y con lo que ellos arrastran, principalmente decapitadas cabezas, y algunas veces cuerpos sin cabezas.4 era la voz de Iris.

ERA LA VOZ DE IRIS,

no tenía la menor duda. Era inconfundible, si era ella. No escuchaba de ella desde aquellos días de París, en Monteparnase, cuando lo llamó también por teléfono, para decirle que debía partir, le dejaba un encargo, una caja y un sobre. A los pocos días recibió lo prometido, la carta tenia claras instrucciones de arrojar la caja al Sena. Recordó su viaje desde Lisboa a París, la búsqueda de Víctor Laslo o Damasceno Monteiro, el Metro de París, deambulando con la caja, NotreDame, el Sena. Parece que fue todo un sueño hace ya un año de aquello, y ahora ella con este llamado. Su Voz cálida, le recordó cuando cantaba en la Bella Aurora con su piano. Ahora, anoche en su teléfono encontró un cerrado y enigmático mensaje. Si era Iris, así era la que recordaba.Al despertar esa mañana, luego de tomar un café negro, activó nuevamente su teléfono y escuchó el llamado guardado de las 6:46 p.m. del día de ayer, ¡Hola!, No tengo mensaje, No tengo teléfono, No sé quien soy, Y, bueno, no sé que decirte, Me vino a la memoria este número y llamé, Pero no puedo hablar con nadie,... Se produjo como una espera y otra voz femenina, esta mecánica y cibernética, Le dice este es su ultimo mensaje.¿Que juego es este?, No tiene dudas, es claramente Iris. Al escuchar a Iris, asoció todo al recuerdo de Ilsa, aquel sombrero de ala ancha y allí sus ojos y aquella triste mirada, y aquella noche en el aeropuerto de Casablanca. ¿Pobre Ilsa, que será de ella en París?. Pero el mensaje de Iris era tan cerrado y raro. ¿Salvo que volviera a llamar, no podría contactarse con ella, estará en Buenos Aires?.Luego de bañarse y afeitarse, encendió su primer cigarrillo y tomo un nuevo café.Ya está listo para salir a su nada cotidiana. Está en este hilo de pensamiento, cuando el teléfono vuelve a sonar, sobresaltado atiende. Era ella, Richard o quien seas ahora, tengo que verte, estoy en el Tortoni,

Se produce una espera y corta.5 los viejos amigos de CasablancaLos viejos amigos, siempre jóvenes, Ilsa, Víctor Laslo y yo, tal vez hemos logrado el sueño del eterno retorno, habremos vencido al tiempo, la pierna me sigue jodiendo, es como si me inyectaran soda, la cintura me duele como si me hubieran clavado un tablón.Crecemos, sufrimos, gozamos, lloramos, reímos, y tantas veces morimos, mientras andamos, hay un hecho cotidiano imperceptible, que nos arrolla, y sobrepasa y que generan nuestras sucesivas muertes: la vejez. Tarde o temprano llegan los tiempos, si el tiempo, distracciones en nuestro imparable rodar en el camino, y se llega al ultimo rollo de la película. Soy componente de una comparsa sin tiempo, la vida se ha detenido en esos maravillosos instantes, que se sienten gratos porque son repetidos y cotidianos. Siempre ocurrió lo mismo. En un orden perfecto, ya lo sabemos de antemano. Idílicos momentos de amor, de renunciamiento, sacrificio, heroísmo, la despedida y el adiós, que de repetirse se han hecho normales y eternos. Me he distraído en fantasías que son realidades, ha llegado el tiempo, de despertar. En la pantalla, esta todo bajo control, ocurrirá siempre la monótona, conocida rutina. Penetra en mi cuerpo ráfagas de un cálido viento, mientras siento un gran cansancio, ¿ Dormí durante toda la película, que es toda mi vida?. ¿ Cuál ha sido el sueño y cual la realidad? Se repite la historia, como en aquellas tardes de biógrafo. El último rollo, ya llegan al aeropuerto. El asunto de las cartas de transito a Lisboa, y el sacrificio incomprensible, ya conocido y repetido, pero nunca termina de convencerme, siempre espero otra cosa, ahora también, me vuelve a doler la pierna y la espalda, tengo fija la mirada en la pantalla, bajan del auto, primero Rick, un bastón de empuñadura plateada lo ayuda en su andar arrastrado y trabajoso, su pierna izquierda queda detrás, es como si su cuerpo la tuviera que esperar, igual que con mi pierna cuando siento, eso parecido a que me inyectan soda, el muchacho ahora encorvado y envejecido, con la barba de varios días, un impermeable arrugado y sucio, su sombrero golpea en el tirante de la puerta y cae, alguien se lo recoge, es una Ilsa, Todavía reconocible, si la muchacha, que también ahora, es toda una viejecita. Ilsa y Rick ayudan a bajar a Víctor que también es otro fantasmal espectro, en este esfuerzo Rick queda apoyado, como colgado junto al auto. Sale el prefecto francés, ya no se lo ve arrogante y cínico, sino un simple hombrecito encorvado y envejecido, lo ayuda a Víctor a enderezarse y lo para junto a Rick.Otro auto llega, en él viene el Comandante nazi, con su abrigo de cuero, y su bizarra gorra militar, llegó antes que los Laslo se embarquen. Mi pierna sigue jodiendo, como si me inyectaran soda, mi cintura es un tablón. Todos somos viejas marionetas, nuestras facciones son borrosas, toman color, que pasa del negro al sepia, somos artistas de un varíete decadente, huimos de la ciudad, de escondidas y madrugada, buscamos refugiarnos del tiempo.Los viejos fantasmas de la Munich o La Rambla de la Costanera Municipal, habíamos llegado en una ruidosa bañadera colectiva que había partido desde la Plaza del Congreso. Cómicos ambulantes, que ya no hacemos sonreír, solo herimos y lastimamos, a nosotros mismos. Tan ridículo espectáculo duele, se clava en nuestro presente haciendo crujir nuestros recuerdos, que rotos, casi enterrados, se desdibujan en la noche del aeropuerto. El motor del avión, suena incesante, diriase que ruge. Todo se ve muy extraño, como si yo estuviera también en la escena. Si soy uno más. Siento frío, en el cielo una gran luna, rodeada de estrellas. Un olor a mar me hace sentir profundamente bien. ¿Sueño o que?., Se oye la Marsellesa, Renault marcha por la pista, otra vez joven y arrogante, a su lado va una figura que simula una sombra, que sorpresivamente no es otro que Víctor, el también recuperó su lozanía, Pienso que esto ha de ser el comienzo de una hermosa amistad, le dice al francés mientras el avión sobrevuela el aeropuerto, ya va rumbo a Lisboa. Los espera otra sombra al final de un hangar, se les une, ellos llegan y pregunta: “¿ Comandante, podrá abrir el Bar de Rick? , No veo el problema, Todo el mundo, va a Rick's ", Uds. tienen la suerte que el bar está siempre abierto, Yo he venido a Casablanca por sus aguas, ¿Qué aguas?, Sí esto esta en medio de un desierto". Siempre mal informado, me he dejado llevar siempre por las mujeres, pero ahora soy libre, y parece que ella en su viaje a Lisboa también, Vamos por los tragos entonces muchachos. Nuevamente encorvados y arrastrando sus pies, cruzan la pista. Todos ríen y comentan como subieron al avión el cuerpo del herido en la pierna, cubierto con el sucio impermeable. Laslo al sentar al herido, cubierto con el piloto, junto a Ilsa, le entregó las cartas de tránsito nominadas para "Mr. and Mrs. Víctor Laslo", y tocándole la mejilla suavemente con un dedo, le dice Here's looking at you, kid. Yo no podré ir contigo, ni verte nuevamente, te pido que no me preguntes porque. Solamente cree que te amo. Ve, querida y que Dios te bendiga.¿Temo sonreír, apenas una mueca, todo esto es un sueño desconcertante, o es real?. ¿Quien fue el que me dio el disparo en la pierna, fue el nazi o Lazlo. ?,¿ O tal vez el cínico Renault?.En fin..., sí, el fin de un nuevo principio. Ilsa ahora libre, viaja a Lisboa.Estoy ante aquella situación inesperada, que fue un nuevo empezar. Todo había sido confuso. Sigue la película, ahora en el bar de Rick, ¡Ud. es un extravagante! … Dejar ir a una mujer de clase como esta. El Comandante nazi, Renault y Laslo, beben y ríen rodeando al negro Sam que toca de vuelta la bendita canción.THE END Apago el vídeo y miro la familiar foto donde estoy con ella, atrás se ve la torre Eiffel. ¿Que será de nosotros?". Nosotros siempre tendremos París, donde habré puesto mi bastón con empuñadura plateada, mañana lo he de necesitar, Here’s looking at you, kid. Ilsa, junto a mí en el sillón, ya esta dormida desde la escena en que matan a Peter Lorre, mañana iremos a la Isla de San Luis, el Sena es muy bonito allí, mi pierna sigue jodiendo, el asunto de la soda nuevamente, mi cintura es un tablón, si, pero París, no es todo lo que tenemos.6 Frente al ventanal.

Frente al ventanal,
siento que han vuelto mis extrañas sensaciones. Suena el teléfono en la oficina de Walt, lo dejo sonar, no lo atiendo, quedo paralizado. Mis amigos del Saint Michell, a estos escapes o saltos de vías los llamaban delirios o alucinaciones.El que veo reflejado en el cristal de la ventana, no tiene nada que ver con el que siente lo que siento. Así no más vuelvo a ser Blaine. Pero es otro al que yo veo.Imágenes grises, borrosas, se reflejan en la ventana que da al río. Veo París, el Sena. Ellos han tomado la ciudad; todos están vestidos de gris, lo recuerdo porque ella estaba de azul. Luego la despedida bajo la lluvia en la Garé Monparnasse.Mi triste llegada a Casablanca, empezando con un escape ferroviario, cruzando después toda España. Mis conexiones con el prefecto francés que me permiten abrir un café, realmente él es mi socio, que se hace centro de la poco atractiva vida nocturna de esta Babel africana. A Casablanca también llegan los de gris. La ciudad y mi café son lugares de tránsito. Yo reparto ganancias con mi socio, que es otro de gris, además negocio con él, pasaportes a los que huyen como nosotros. Salir de aquí, era escapar de la Europa sitiada hacia Lisboa, en paso al norte de América o a Buenos Aires, para el sur. Por avión a Lisboa, por mar a Buenos Aires. Ella, la de azul, llega también a Casablanca, pero no está sola, viene con su marido. Luego las idas y vueltas conocidas por todos, la vieja y eterna historia y el final del aeropuerto. Pero no fue así, todo siguió. Mi socio Renaut me saca de Casablanca, pero me envía por mar y aparezco en las pampas en Bahía Blanca. De allí a Vallejos. Luego New York. Y New York está ahora frente a mí. En la ventana de la oficina de Walt, me veo reflejado en los cristales que me protegen del gran mecano emergido en las aguas del río, el puente de Brodklin. El rostro no es el de Blaine, claro que no. Creo que aparecieron nuevamente las alucinaciones de aquellos tiempos, las que anticipaban mi internación en el Saint Michell Hospital. Fue donde conocí a Walt Wilson, un policía separado de la institución en extrañas circunstancias. Ahora, como ex, hace trabajos de investigación en esta “oficina – basura”, su agencia de búsquedas y seguimientos de personas. Me paso las horas mirando el gran puente desde la ventana. Muchas veces como ahora creo ver proyectadas en los cristales personas y cosas de otros lugares en los que alguna vez debo haber estado. En esta sala además de preparar el café y recibir la correspondencia, atiendo el teléfono. Walt odia los contestadores automáticos, creo que es por eso que yo he conseguido trabajar con él. El río, a esta hora, tiene un brillo peculiar y el movimiento y las luces de los coches que lo cruzan son hilos luminosos y fantasmales. El teléfono –hace rato que no atiendo-, vuelve a sonar. Una voz de mujer quería hablar con Laslo, Víctor Laslo, así dijo. Mi cortante respuesta fue que no pertenecía a la agencia. Pero mientras contestaba me miraba en el cristal del ventanal. Yo sabia que la señora estaba hablando con la persona correcta. Ella volvió a llamar unos días después y esta vez le dije la verdad. Yo era Víctor Laslo, por lo menos eso era lo que me mostraba el ventanal.Ella es Siri Broming. Luis Renaut, de la policía francesa, le había indicado que yo la podía ayudar; ella habia dejado de tener noticias de su marido hace ya algunos años, y hoy al volver a su hotel por la séptima se encontró con la foto de su marido en la tapa de unos libros en exhibición en una librería. Estaba alojada en el MyFlower de la 50, me esperaba a las 8 en el Bar, no debía preocuparme por mis honorarios y gastos. El titulo del libro, donde aparecía en tapa la foto de su marido, era “El cuaderno y la cámara” ; su autor, Tom Travek, ella me anticipó que lo habia citado a él también . Al terminar esta conversación, miré el puente. Ya muy pocas luces lo cruzaban a esa hora. El tipo reflejado en la ventana no era yo: Víctor Laslo, sino Richard Blaine.7 algunas cartas desde distintos puertos de viaje.

Lisboa, Café Martinho da Arcada, Terreiro de Paco. Sábado 18 de octubre de 1997. Medianoche:Amigo :Un amigo común, el mismo que me hizo los arreglos con los travellers, me ha contado, sobre las tribulaciones de Víctor Laslo y Sra. desde que llegaron de Casablanca. Quiso reincidir su vida, busco una nueva identidad, un nombre, y nuestro común amigo le dio todo lo que necesitaba: pasaporte, residencia, permiso para trabajar, todo. Víctor, bajo su nuevo nombre, fue entonces vendedor callejero de loterías en Lisboa, su zona era el Rossio, Rua do Zapateiros. Las reiteradas expulsiones de A Brasileira, donde quería realizar su actividad, son recordadas todavía, mas ahora con el desenlace que tuvo su triste historia. Muchos dicen que el no ser gitano lo perjudico en este cambio de jurisdicción, eso le impidió a Víctor realizar su trabajo en el Chiado en A Brasileira. Hace unos cuantos años el nuevo hombre o Víctor, apareció degollado en las aguas del Tejo. Su cabeza perdida nunca fue hallada De este crimen fue acusada su mujer Ilsa, y el Tribunal Militar que la Juzgo, luego de un juicio sumarísimo la privó de su residencia, prácticamente fue expulsada de Portugal, desde entonces vive en París. Cuando nuestro común amigo me dijo el nombre que le había elegido para el nuevo Víctor, quede sorprendido: ¿Damasceno Monteiro, de donde sacaste ese nombre?, Me dijo yo vivo en la Gracia en la Rua de ese nombre, allí esta mi casa, creí que Víctor tomaría de esta manera un tono más local, de acuerdo a sus nuevas expectativas de vida.Parto a París, el lunes a la tarde, me acompaña Iris, la hija de Ilsa. Ella tiene el mismo encanto de la madre, pero moreno, sus ojos tienen también el brillo de los de Ilsa, tal como los recuerdo de aquella noche en el aeropuerto de Casablanca.Te agradeceré que para la fecha prevista, hagas que me espere una ambulancia del Hospital Alemán. Bueno, todo esto si regreso, como vienen desencadenase los hechos dudo de mi vuelta. Mi pedido, es solo, que no se digan discursos ni haya minutos de silencio, ya sabemos como nuestros amigos toman todas esas mundanas expresiones espirituales. Que no haya placas recordatorios con mi nombre e historia, ni marcas, ni cruces, nada. Yo fui, no volveré a ser. Siempre tendré París, es lo único que he conseguido.Hasta pronto y te esperamos, no vas a poder hacer nada para no llegar donde ya estamos nosotros. Alex Search.París, Café Le Dome, Monparnasse, viernes 24 de octubre. Media tardeAmigo:Tomando chocolate caliente, espero a Iris, que ha ido a comprar pan francés, con manteca y azúcar es exquisito. Mientras tanto te sigo contando de Víctor Laslo y Sra. Ya te dije como llego a ser Damasceno Monteiro y como perdió la cabeza. Antes de partir de Lisboa hice por mi cuenta algunas averiguaciones. La Rua Damasceno Monteiro existe, he estado en ella, allí queda la casa de nuestro común amigo. El Miradeiro de Nuestra Senhora tiene el parapeto en esa calle. El metro me dejo bajo, en la estación Socorro, y subí por esas empinadas Ruas, hasta llegar a la de Damasceno Monteiro. ¿Al llegar al parapeto pensé quien es Damasceno Monteiro? ,¿ Un político?,¿ Un escritor o poeta?,¿ Un militar?, Por lo que te voy a contar es un personaje algo confuso, perdido en algún extraño olvido, que incluso puede ser mío. Indague en varias bibliotecas en sus fichas y bases de datos y en la Grande Enciclopedia Portuguesa, no lo tienen. El Sr. Silva librero en el Chiado, en la Traversa da Quemada 28, me informo dándome una vieja lamina con un dibujo de Rosa Damasceno, me contó que ella era una actriz de otras épocas. Me dijo que la calle es por ella, el crimen de su marido. Pense en Ilsa, será?. Luego verifique todo lo que me habia dicho Silva en la Grande Enciclopedia y era real, ella habia muerto en 1905. No podría ser Ilsa. En la Casa de Fernando Pessoa, ante mi frustración, en las casi sin uso Grande Enciclopedia Portuguesa no lo encontré tampoco. Estaba casi en un llanto, con un grande y terrible desasosiego, pensaba que eso me pasaba a mí por ser un triste contable metido en investigador literato, entonces una voz me hablo desde el cuadro en la pequeña sala de lectura. El Sr. delgado de sombrero con un cigarro en la mano, me dice: Eh Search, tú el que llora, eres algo de Alexander Search, le dije que fue un tío, hermano de mi padre y que además me llamo igual pero todos me dicen Arpo. Magnifico Search, me dijo, deja todo eso y vamos a la esquina, tomamos un trago juntos, charlamos y yo te ayudare a buscar. Bajamos y luego de pasar por la tabaquería, donde compro tabaco y lío dos cigarros, uno que encendió para él y otro me lo ofreció a mí, saludo al barbero y llegamos al bar de la esquina, allí nos tomamos unos aguardientes y volvimos como pudimos a su casa, realmente me tuvo que ayudar el de la tabaquería Senhor Alves y el barbero, Senhor Manases, y lo llevamos a don Fernando, de vuelta a su casa a su cuadro.
Subirlo al cuadro fue realmente el problema, pero mientras lo alzábamos me dijo busca, pero busca bien, Víctor Laslo es lo que debes buscar. Así volví sobre los tomos de la Grande Enciclopedia y en el volumen IX en la pagina 313 encontré lo siguiente:

“”.....VÍCTOR LASLO: ....nacido en París el 30 de noviembre de 1915, refugiado en Portugal, luego de escapar de Casablanca, con su esposa e hija vivió y murrio bajo la identidad de Damasceno Monteiro. Héroe de la Resistencia Francesa pero en Lisboa devino en una víctima de la revolución de los claveles. Encontrado degollado en 1974, "sin su cabeza" en las aguas del Tejo.....”””
Habia una lamina con el rostro bastante borroso de VL. Que encabezaba la pequeña biografía, al pie nota: dibujo realizado por Ricardo Reís. Mire hacia el cuadro, y Don Fernando ya había recobrado su apostura, no tenia puesto su sombrero. Creo que sonreía burlón. Saque una fotocopia de la pag 313 de la Grande Enciclopedia, y baje las escaleras para irme, en el descanso tropecé con un viejo sombrero, mire el cuadro y la figura de don Fernando estirando su mano, me decía por favor, y se lo alcance. Mientras espero que Iris vuelva, creo que me quede sin el pan y manteca, te sigo contando, ella vivió también durante algún tiempo con su madre aquí en París. Luego del juicio, vinieron aquí. Iris se había casado en Lisboa con Ruperto Tabucchi, un italiano de Toscana, periodista a veces escritor, que también tenia dificultades florales en Portugal, cuando la revolución de los algarrobos, tuvo que unirse en París con Iris y su madre. En Portugal nuestro común amigo, también con Ruperto, trabajo con su nueva documentación para que pudiera salir sin dificultades, y luego París, allí dejo de ser Ruperto y llego a ser Luis Nuñez, ese era el nombre que nuestro común amigo le había elegido al italiano. Luego de su escape de Lisboa, en París su permiso de trabajo fue de "mendigo clase B para operar únicamente en la estación Monparnasse Benvenue". Pero toda esta gente a la que nuestro común amigo le cambia el nombre, parece que se encapricha de trabajar donde no debe. El nuevo Ruperto, se empeño en mendigar, bueno trabajar, en Saint Michell y no hace mucho su cabeza apareció en una vidriera heladera de un restaurante tunecino de la rue de San Severin. Esta vez lo que se perdió fue el cuerpo. Con el tiempo apareció en el Sena, se dedujo que era el correspondiente a Ruperto, porque en su mano derecha empuñaba una Mont Blanck Presidente, y en su izquierda un toscano apagado. Todas este juego de cabezas y cuerpos, que aparecen y desaparecen, trastornaron a Ilsa, la que desde entonces esta internada en una clínica de París. Todo lo que es hoy una profunda y seria investigación, me mueve a molestarte para que averigües allí ¿quien es este Luis Nuñez, o fue y que hace, donde está? ; pues el pasaporte que se le encontró a Ruperto es de la República Argentina. Iris pasó también de las suyas, sus problemas económicos la obligaron a trabajar y tocaba el piano y cantar en una viejo restaurante de París, "La aurora", tuvo gran éxito en esta actividad, vos ya sabes como son las negras para cantar blues.Amigo, últimamente he tenido terribles sueños, pesadillas y alucinaciones, que me indican que yo Search podría ser, o fui o peor aun seré Luis Nuñez, y que tal vez mi cabeza aparecerá en las profundidades del Río Reconquista, realmente un río de Primera B. Yo que he estado en los mejores ríos del mundo: el Hudson, el Tejo, el Sena, el de la Plata, acabare en el Reconquista, todo este futuro es muy duro para mí. Por las dudas que Iris no vuelva, y yo tenga que regresar, ten preparada la ambulancia, como ya te dije y el nuevo pedido sobre Luis Nuñez, fíjate en Internet, o en el reciclaje de algún basurero electrónico en la web. Bueno, como verás mi problema no hay dudas es de Praxis y uno reiterado del plot, así que mi realidad está completamente desintegrada y bien decía nuestra tía Javiera, es necesario que me haga ver por un mecánico o psiquiatra, no me acuerdo bien como me habia dicho?.Adiós Alex SearchParís, Saint Severin, Viernes 31.10.97, ya casi en la madrugada del Holloween, y próximo a embarcar para Chicago.Amigo:El asunto de Víctor Laslo y Sra. sé esta casi clarificando.He estado durante el día, caminado por París, principalmente por el Metro, con la gran caja que he encontrado sobre mi cama del hotel.Iris ha desaparecido, ya te dije que los otros días no trajo el pan que había ido a comprar.Días después una llamada telefónica me informa que regrese a mi hotel que hay un recado para mí, y allí esta la caja y la carta con instrucciones y la despedida de Iris, ella además me dice que me ama, pero por lo mismo me tiene que dejar.La carta además de perfumada era muy clara, debía tirar la caja y su contenido al Sena.Durante horas y horas anduve por la ciudad, un carrito lleva maletas me ayudaba con la gran caja. Tuve las dificultades que te imaginaras en las escaleras del Metro, pero esa dificultad la sortee con gran dignidad sudamericana.No se porque pase dos veces por los jardines de Luxemburgo, estaría pensando en lograr el acuerdo de Senado para cumplir la misión de Iris.Tuve algún problema para entrar con la caja en el teatro para niños que hay en los Jardines, pero no quería irme de París sin ver la obrita. Se llamaba "los 39 escalones".El actor que representaba al actor le dice al público, que abramos la caja y en su contenido estaba develado el misterio.Ya cerca del Sena, al pasar los empedrados y cruzar las calles de San Michell, la caja hacia un sonido como si dentro se desplazara algún "objeto", mi cabeza no dejaba de pensar en que cabeza me encontraría en su interior.Así llego la noche y estaba sentado frente a Notre Dame, a mis espaldas el edificio de la Prefectura General de París, que generaba en mi una atracción física mayor que la de la Catedral que tenia a mi frente.Algo irresistible se estaba armando en mi interior, y me precipite sobre la caja, la tome, como pesaba la condenada, algo se movía en su interior, corría hacia el río, y al llegar al parapeto, no pude mas y la abrí, y allí en su interior... no había n a d a.Estaba vacía, una gran decepción se genero en mi interior y arroje la caja a las aguas del Sena.Un silbido sacudió la noche, y me encontré perseguido por un gendarme que me agarro en la puerta de la Prefectura.Me metió adentro, y me dijo pase lo están esperando, no haga esperar mas al inspector que se tiene que ir a la casa, lo espera la esposa con la sopa.Entramos y en un gran despacho, estaba él, un diminuto hombrecillo muy parecido a Claude Reims, quien me dijo, Víctor Laslo, lo hacia en Lisboa. Vamos quedando pocos de aquellos tiempos, el que siempre me preocupo fue Richard Blaine, Rick cuando fue el nacimiento de nuestra maravillosa amistad, creo que el tenia un sentido algo especial de la amistad, para el era hasta las ultimas consecuencias, me dijeron que fue a parar a la Argentina, al fin del mundo. Creo que perdí en ese momento el conocimiento, y al despertarme, una suave voz nos anunciaba que estabamos llegando a Chicago.Bueno, tengo un gran dolor de cabeza, pero gracias a Dios ella esta sobre mis hombros, ya llego, espero que no te hayas olvidado de la ambulancia.
Te saluda Luis Nuñez.

C:\Mis documentos\sueños, viajes y mas sueños.docDomingo, 13 de Septiembre de 1998

5240 palabras

MUDANZAS, nada se pierde todo se transforma

ESE ASUNTO DE CASABLANCACasablanca Affair

Por Damasceno Monteiro ******unoEn sus cada vez más frecuentes mudanzas, sus cajas de cartón con sus libros y papeles, los siguen acompañando. Tantas veces han ido, como tantas han vuelto. Cosas que parecen haber desaparecido para siempre, vuelven a encontrarse. No las recuerda haber tenido, ni escrito ni leido.Fueron doce las cajas preparadas esta vez para la mudanza, ya las ha vaciado, y distribuido su contenido mas o menos como pudo, por los lugares que ahora tiene.En el medio de su pieza, todavía hay tres cajas mas. Está seguro que fueron doce las armadas. Además estas son de una característica distinta. Son más sólidas. Seguramente fueron preparadas para un largo viaje. Letras de empaque dicen de Lisbon, 1935, V Imperio, San Sebastián. Bien precintadas, parecen realmente baúles de viaje, humildes pero mucho más sólidas que sus tristes cajas de cartón.Las doce por él usadas, no son las mismas de la ultima mudanza. Siempre tiene que comprar nuevas. Ahora solo se han salvado dos cartones enteros que formaran unas nuevas cajas, donde pretende colocar las cosas de las que se quiere desprender. Las llama, sus “Papeleras de Reciclaje”. Sabe ya, que con el tiempo tampoco tirará su contenido. Es como si lo que clasifica para abandonar, es lo que seguramente guardará.En cada una de sus mudanzas, siempre penso que empacaba, cosas de otro. Cada vez que abre lo llevado, se encuentra con cosas que no recuerda que le hayan pertenecido. Pretende clasificarlas, las va poniendo en distintos grupos que pronto formar pilas de posibles alergias o simetrías, que lo unen o rechazan, con sus recuerdos y olvidos. Son de los últimos años, o han venido de las mudanzas anteriores, los objetos les parecen desconocidos, los disemina por el piso. lo fascinan, le son sumamente atractivos y novedosos, son familiares, muy conocidos.Libros, papeles, cuadernos que creyó haber perdido en su paso por Patricios, reaparecíeron y sintió una gran alegría. Allí ante él las nuevas, sólidas y precintadas, “Lisbon, 1935, V Imperio, San Sebastián”. Letreros escritos en portugués, dicen de Lisbon, de 1935. ?Que es esto?, el V –¿será de quinto?, ¿y lo de Imperio?.Los morochos del flete - sus amigos de la pensión- ya se han ido. Le podrían confirmar, ¿eran doce, porque ahora quince?.Se sienta en el piso junto a las tres aparecidas cajas portuguesas, y cuidadosamente las abre y comienza a separar su contenido.Aparecen diarios completos y recortes, todos amarillentos, cuadernos con notas, todo delicado, intocable, dan la impresión de quebrarse, piensa que de soplar todo lo escrito desaparecerá, se convertirá en polvo, volverán a ser nada, porque hasta ahora son nada, pues no encuentra sentido a lo que encuentra.¿Quién envía todo esto y a quien?,¿ Porque llega esto a mí?. ¿Porque alguien guardó todo esto?. ¿Se tratarán de “Papeleras de Reciclaje” como las mías?.Se detiene ante un recorte amarillento, doblado con sumo cuidado, un clip oxidado lo tiene sujeto a un cuaderno marca “Formo” Made in France 1915.El cuaderno se inicia con letras muy especiales de una hermosa caligrafía, un titulo sugerente: Ocultismo.El oxidado clip ha contagiado ya de viejo al papel y a la tapa negra del cuaderno. La tapa como la tinta utilizada debió ser negra, ahora es de un tenue gris. Se detiene en el recorte amarillento, que no es otra cosa que una hoja suelta de un diario de aquí, La Prensa del 20 de julio de 1935.Cuidadosamente doblado y agarrado al mismo oxidado clip encuentra un papel de baja calidad. Es una copia mecanografiada de la carta que publica el diario de Buenos Aires.

mas papeles de mudanza, de la Baixa a San Telmo y de San Telmo a la Rua do Ouro.

14/03/1999 09:48 AM

algo mas sobre mudanzas

Algo mas sobre mudanzas


Idea


Se están desarmando o reclasificando los contenidos de 3 o 4 cajas del ultimo movimiento.
Esta formando algunos grupos de papeles y carpetas disketes, diarios, revistas, recortes, se van armando diferentes grupos también como 3 o 4.
Pero ya no obedecen correlativamente a las tres o cuatro cajas sino a algún otro orden que se le iba ocurriendo en esos momentos.

Estaba en esos momentos, cuando surge algo, si algo, que es lo que podría surgir..........

Un llamado telefónico
Una carta de trae el portero
Un vecino que lo viene a buscar
Una visita

Es algo que lo tiene que hacer salir de la casa.

Estaba ordenando un ayer, vaya a saber de cual ayer

Y algo lo hace salir para ordenar un apremiante hoy.

Un apremiante hoy.


Ese inmediato y apremiante hoy le lleva todo el día de hoy.

Y regresa a la noche,

Hay corte de luz, luego de la gran tormenta.

Sube las escaleras, el ascensor no funciona.

Y llega a su departamento, a su pieza a sus cajas que lo aguardan.

Son las 3 o 4.

Y allí estén

Pero los montones de papeles los 3 o 4 bultos, que había dejado sistemáticamente apartados.

Cada bulto lo había dejado defendido de los vientos o de lo que fuera con un tomo de la enciclopedia a cada uno.

Pero el revoltijo que había en la pieza era descomunal.

Las ventanas estaban abiertas. Seguramente el temporal desatado a la tarde aprovecharon y deshicieron todo el orden que le había dado a su papeles y cosas.

Junto todo, busco las cajas eran cuatro, solo cuatro.

Y de un solo montón las empezó a guardar en la primer caja.
Se sorprendió que al llenar esa primer caja, ya se habían agotados todos los papeles y cosas que había recogido del desorden de la habitación.

Queda pensativo.

Se han perdido por las calles al venir el viento y llevárselo.

Fue a la cocina, calentó agua se hizo un café, lo bebió y se recostó en su cama.

Las cosas del inmediato hoy lo habían agotado.

Las cosas del lejano ayer lo habían desconcertado.

Durmió todo el resto de la noche

Al despertarse a la mañana.

Miro las cajas allí estaban la 4 cajas.

Pero sorpresa ahora estaban llenas de cosas las cuatro.

QAlgo mas sobre mudanzas


Idea


Se están desarmando o reclasificando los contenidos de 3 o 4 cajas del ultimo movimiento.
Esta formando algunos grupos de papeles y carpetas disketes, diarios, revistas, recortes, se van armando diferentes grupos también como 3 o 4.
Pero ya no obedecen correlativamente a las tres o cuatro cajas sino a algún otro orden que se le iba ocurriendo en esos momentos.

Estaba en esos momentos, cuando surge algo, si algo, que es lo que podría surgir..........

Un llamado telefónico
Una carta de trae el portero
Un vecino que lo viene a buscar
Una visita

Es algo que lo tiene que hacer salir de la casa.

Estaba ordenando un ayer, vaya a saber de cual ayer

Y algo lo hace salir para ordenar un apremiante hoy.

Un apremiante hoy.


Ese inmediato y apremiante hoy le lleva todo el día de hoy.

Y regresa a la noche,

Hay corte de luz, luego de la gran tormenta.

Sube las escaleras, el ascensor no funciona.

Y llega a su departamento, a su pieza a sus cajas que lo aguardan.

Son las 3 o 4.

Y allí estén

Pero los montones de papeles los 3 o 4 bultos, que había dejado sistemáticamente apartados.

Cada bulto lo había dejado defendido de los vientos o de lo que fuera con un tomo de la enciclopedia a cada uno.

Pero el revoltijo que había en la pieza era descomunal.

Las ventanas estaban abiertas. Seguramente el temporal desatado a la tarde aprovecharon y deshicieron todo el orden que le había dado a su papeles y cosas.

Junto todo, busco las cajas eran cuatro, solo cuatro.

Y de un solo montón las empezó a guardar en la primer caja.
Se sorprendió que al llenar esa primer caja, ya se habían agotados todos los papeles y cosas que había recogido del desorden de la habitación.

Queda pensativo.

Se han perdido por las calles al venir el viento y llevárselo.

Fue a la cocina, calentó agua se hizo un café, lo bebió y se recostó en su cama.

Las cosas del inmediato hoy lo habían agotado.

Las cosas del lejano ayer lo habían desconcertado.

Durmió todo el resto de la noche

Al despertarse a la mañana.

Miro las cajas allí estaban la 4 cajas.

Pero sorpresa ahora estaban llenas de cosas las cuatro.

Que había sucedido

Papeles encontrados de una mudanza del año 1996 el dia 16/01/2001 a las 04:34 01.1.P.1.

lunes, 14 de septiembre de 2009

PAUL AUSTER

PAUL AUSTER


en Lisbon

Puente Ángel Labruna - Wikipedia, la enciclopedia libre

Puente Ángel Labruna - Wikipedia, la enciclopedia libre

hoy lunes 14 de septiembre me entero de que existe un puente en la autopista atras de la cancha de River que es llamado asi.
en un momento de tristeza en la simpatia que tiene uno por esos colores, el recuerdo de Angelito, el mayor lanzador de pelotas de mis tiempos, hasta yo ahora podria jugar con Angelito, era facil, verlo avanzar con su jorobita y lanzaba la pelota, la camisa flameaba y yo pasaba corriendo a un claro y el me la ponia ahi al pie que solo buscando apoyo tenia que patear y gol gol de River, pero yo tampoco soy Walter Gomez, ni Prado y menos Loustou. Soy simplemente Damasceno Monteiro un viejo wing del Benfica que no llegue nunca a jugar ni al balero pero Angelito era palabras mayores, pasamos malos tiempos cuando Labruna se jubilo por el 58 o 59 y pasaron malos tiempos como ahora pero el volvio y fue el Tecnico que lo saco campeon despues de 18 llorados años. Ahora volveremos y seremos campeones.
firma Damasceno Monteiro, de visita en Buenos Aires y leyendo diario Argentinos

sábado, 12 de septiembre de 2009

domingo, 6 de septiembre de 2009

El Cuaderno de Saramago

El Cuaderno de Saramago


se despide Saramago de su blog. Esta metido en terminar otro libro. Pero Don Jose este año ha publicado creo que como tres, Los elefantes, El cuaderno y ahora Cain, que espero llegue pronto por estos lados.
sorry very sorry

La Bitácora de Cristal: MALEVOS, TANGO, Y ALGO DE LUNFARDO

La Bitácora de Cristal: MALEVOS, TANGO, Y ALGO DE LUNFARDO


buscando sobre LISOS, mis malevos de carton, machos fantasias, encontre este blog que recomiendo a mis amigos.
Todos Uds saben que volver al barrio es tan dificil que algunas veces me parece imposible

damasceno y asociados

sábado, 5 de septiembre de 2009

JOSE SARAMAGO SEGUN PASAN LOS AÑOS

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lisboa

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del blog El Cuaderno de Jose Saramago

Palabras para una ciudad
By José Saramago
Removiendo unos cuantos papeles que ya tenían perdida la frescura de la novedad, encontré un artículo sobre Lisboa escrito hace unos cuantos años, y, no me everguenza confesarlo, me emocioné. Quizá porque no se trate realmente de un artículo, es más bien una carta de amor, de amor a Lisboa. Decidí compartirla con mis lectores y amigos haciéndola pública otra vez, ahora en la página infinita de Internet y con esta carta inaugurar mi espacio personal en este blog.

Palabras para una ciudad
Tiempos hubo en que Lisboa no tenía ese nombre. La llamaban Olisipo cuando llegaron los romanos, Olissiboná cuando la tomaron los moros, aunque acabó siendo Aschbonna, tal vez porque no supieran pronunciar la bárbara palabra. Cuando, en 1147, después de un cerco de tres meses, los moros fueron vencidos, el nombre de la ciudad no cambió de una hora para otra: si aquél que iba a ser nuestro primer rey le mandó una carta a la familia anunciando la gesta, escribiría con toda probabilidad en el encabezamiento Aschbouna, 24 de octubre, o Olissibona, pero nunca Lisboa. ¿Cuándo comenzó Lisboa a ser Lisboa de hecho y de derecho? Por lo menos tuvieron que pasar algunos años antes de que naciera el nuevo nombre, así como para que los conquistadores gallegos comenzaran a ser portugueses…
Estas minucias históricas interesan poco, podría decirse, aunque a mí me interesaría mucho, no solo saber, sino ver, en el exacto sentido de la palabra, como ha venido cambiando Lisboa desde aquellos días. Si entonces existiera el cine, si los viejos cronistas fueran operadores de cámara, si las mil y una transformaciones por las que pasó Lisboa a lo largo de los siglos hubieran sido registradas, podríamos ver a esa Lisboa de ocho siglos crecer y moverse como un ser vivo, como esas flores que nos muestra la televisión, abriéndose en pocos segundos desde el capullo todavía cerrado hasta el esplendor final de las formas y los colores. Creo que amaría a esa Lisboa por encima de todas las cosas.
Físicamente habitamos un espacio, pero, sentimentalmente, somos habitados por una memoria. Memoria de un espacio y de un tiempo, memoria en cuyo interior vivimos, como una isla entre dos mares: a uno le llamamos pasado, a otro le llamamos futuro. Podemos navegar en el mar del pasado próximo gracias a la memoria personal que retuvo el recuerdo de sus rutas, pero para navegar en el mar del pasado remoto tendremos que usar las memorias acumuladas en el tiempo, las memorias de un espacio continuamente en transformación, tan huidizo como el propio tiempo. Esa película de Lisboa, comprimiendo el tiempo y expandiendo el espacio, sería la memoria perfecta de la ciudad.
Lo que sabemos de los lugares es lo que compartimos con ellos durante un cierto tiempo en el espacio que son. El lugar esta ahí, la persona aparece, luego la persona se va, el lugar continúa, el lugar hace a la persona, la persona transforma el lugar. Cuando tuve que recrear el espacio y el tiempo de la Lisboa donde Ricardo Reis vivió su último año, sabía de antemano que no iban a ser coincidentes las dos nociones de tiempo y de lugar: la del adolescente tímido que fui, encerrado en mi condición social, y la del poeta lúcido y genial que frecuentaba las más altas regiones del espíritu. Mi Lisboa fue siempre la de los barrios pobres, y cuando, mucho más tarde, las circunstancias me llevaron a otros ambientes, la memoria que preferí guardar fue la de la Lisboa de mis primeros años, la Lisboa de gente de poco tener y mucho sentir, todavía rural en sus costumbres y en la comprensión del mundo.
Tal vez no es posible hablar de una ciudad sin citar unas cuantas fechas notables de su existencia histórica. Aquí, refiriéndonos a Lisboa, se mencionó una sola, la de su comienzo portugués: no será particularmente grave el pecado de glorificación… Lo sería, sí, ceder a esa especie de exaltación patriótica que, a falta de enemigos reales sobre los que hacer caer su supuesto poder, procura los estímulos fáciles de la evocación retórica. Las retóricas conmemorativas, no siendo forzosamente un mal, conllevan un sentimiento de autocomplacencia que induce a confundir las palabras con los actos, cuando no las coloca en el lugar que solo a éstos les compete.
En aquél día de octubre, el entonces recién iniciado Portugal dio un gran paso hacia adelante, y tan firme fue que Lisboa no volvió a ser perdida. Pero no nos permitamos la napoleónica vanidad de exclamar: “Desde lo alto de aquel castillo ochocientos años nos contemplan” y aplaudirnos luego unos a otros por haber durado tanto… Pensemos mejor que de la sangre derramada en un lado y otro está hecha la sangre que llevamos en las venas, nosotros, los herederos de esta ciudad, hijos de cristianos y de moros, de negros y de judíos, de hindúes y de amarillos, en fin, de todas las razas y credos que se dicen buenos, de todos los credos y razas que llamamos malos. Dejemos en la irónica paz de los túmulos esas mentes desorientadas que, en un pasado no distante, inventaron para los portugueses un “día de la raza” y reivindiquemos el magnífico mestizaje, no solo de sangres, también y sobretodo de culturas, que fundó Portugal y hasta ahora le ha hecho durar.
Lisboa se ha transformado en los últimos años, ha sido capaz de despertar en la conciencia de sus ciudadanos fuerzas renovadas para salir del marasmo en que había caído. En nombre de la modernización se levantaron muros de hormigón sobre piedras antiguas, se transformaron los perfiles de las colinas, se alteraron los panoramas, se modificaron los ángulos de visión. Pero el espíritu de Lisboa sobrevive, es el espíritu que hace eternas las ciudades. Arrebatado por aquel loco amor y aquel divino entusiasmo que habita en los poetas, Camoens escribió un día, hablando de Lisboa, “…ciudad que fácilmente de las otras es princesa”. Perdonémosle la exageración. Basta que Lisboa sea simplemente lo que debe ser: culta, moderna, limpia, organizada –sin perder su alma. Y si todas estas bondades acaban haciendo de ella una reina, pues que lo sea. En la república que somos serán bienvenidas reinas así.
José Saramago

El Cuaderno de Saramago

El Cuaderno de Saramago


Caín - La nueva novela de José Saramago

Queridos amigos,
Saramago nos ha escrito otro libro. Su título es Caín, y Caín es uno de los protagonistas principales. Otro es Dios y otro es la humanidad, con sus distintos nombres y pulsaciones. En este libro, como en los anteriores, El Evangelio según Jesucristo, por ejemplo, nuestro escritor no se anda por las ramas, ni se busca subterfugios a la hora de abordar lo que durante milenios, y en las distintas culturas y civilizaciones, han dicho que es intocable e innombrable: la divinidad y el conjunto de normas y preceptos que los hombres establecen en torno a esa figura para exigirse a sí mismos -o tal vez sería mejo decir para exigirles a otros- una fe inquebrantable y absoluta, en la que todo se justifica, desde negarse a uno mismo hasta la extenuación, o morir ofrecido en sacrificio, o matar en nombre de Dios.
Caín no es un tratado de teología, ni un ensayo, ni un ajuste de cuentas: es una ficción en la que Saramago pone a prueba su capacidad narrativa al contar, desde su peculiar estilo, una historia de la que todos conocemos la música y algunos fragmentos de la letra. Pues bien, con la cabeza alta, que es como hay que mirar al poder, sin miedos y con buen trazo José Saramago ha escrito un libro que no nos va a dejar indiferentes, que provocará en los lectores desconcierto y quizá alguna angustia, pero, amigos, la gran literatura está para clavarse en nosotros, lectores, como un puñal en la barriga, no para adormecernos como si estuviéramos en un fumadero de opio y el mundo fuera pura fantasía. Este libro nos atrapa, lo digo porque lo he leído, nos sacude y nos hace pensar: apuesto a que cuando lo terminéis, cuando hagáis el gesto de cerrarlo sobre las rodillas, vais a mirar al infinito, o cada uno a su interior, diréis un ufff que os saldrá del alma, y empezará una buena reflexión personal a la que, más tarde, seguirán conversaciones, discusiones, posicionamientos y, en muchos casos, cartas diciendo que esas ideas estaban pidiendo forma, que ya era hora de que el escritor se metiera en faena y gracias por hacerlo con tan hermosos resultados.
Esta última novela de José Saramago, que no es muy larga, ni podría serlo, porque necesitaríamos más fuelle del que tenemos para enfrentarnos a ella, es literatura en estado puro. Dentro de muy poco podréis leerla en portugués, castellano y catalán, y entonces veréis que no exagero, que no me mueve ningún desordenado deseo al recomendarla: lo hago desde la más absoluta subjetividad, porque desde la subjetividad leemos y vivimos. Y os hablo a los amigos, porque esta carta solo a vosotros va dirigida. Con mucha alegría.
Felicidades a todos los lectores: un años después del Viaje del elefante tenemos otro Saramago. Son tres libros en un año, porque también hay que contar con los Cuadernos, el libro que vamos leyendo aquí cada día. No podemos pedir más, nuestro hombre ha cumplido y de qué manera. La edad, amigos, agudiza la inteligencia y agiliza la capacidad de trabajo. Qué suerte tenemos los lectores de tener quien nos escriba.

Pilar del Río

comentario de EFE
José Saramago vuelve a ocuparse de la religión en Caín, su nueva novela, que la editorial Alfaguara publicará previsiblemente a mediados de octubre, en la que redime a su protagonista del asesinato de Abel y señala a Dios "como el autor intelectual al despreciar el sacrificio que Caín le había ofrecido". Caín viajará a la Feria del Libro de Frankfurt el próximo octubre y a finales de ese mes estará en las librerías de Portugal, América Latina y España, donde ver la luz también en catalán. Será en Lisboa, en su presentación mundial, donde el Nobel hable por primera vez de su nuevo libro, pero desde su casa de Lanzarote, donde pasa el verano y ya prepara las maletas para volver a Lisboa, ha explicado a través del correo electrónico que lo que ha querido decir con Caín es que "Dios no es de fiar. ¿Qué diablos de Dios es éste que, para enaltecer a Abel, desprecia a Caín?".
Casi 20 años después de su discutido libro El evangelio según Jesucristo, que fue vetado por el Gobierno portugués para competir por el Premio Europeo de Literatura, el Nobel luso hace un irreverente, irónico y mordaz recorrido por diversos pasajes de la Biblia pero no teme que vuelvan a crucificarle. "Algunos tal vez lo harán -explica Saramago-, pero el espectáculo será menos interesante. El Dios de los cristianos no es ese Jehová. Es más, los católicos no leen el Antiguo Testamento. Si los judíos reaccionan no me sorprenderé. Ya estoy habituado. Pero me resulta difícil comprender cómo el pueblo judío ha hecho del Antiguo Testamento su libro sagrado. Eso es un chorro de absurdos que un hombre solo sería incapaz de inventar. Fueron necesarias generaciones y generaciones para producir ese engendro".
José Saramago no considera este libro su particular y definitivo ajuste de cuentas con Dios -"las cuentas con Dios no son definitivas", dice-, pero sí con los hombres que lo inventaron. "Dios, el demonio, el bien, el mal, todo eso está en nuestra cabeza, no en el cielo o en el infierno, que también inventamos. No nos damos cuenta de que, habiendo inventado a Dios, inmediatamente nos esclavizamos a él", explica el autor. Niega que la cercanía de la muerte, hace ahora un año debido a su enfermedad, le hiciera pensar más en Dios. "Tengo asumido que Dios no existe, por tanto no tuve que llamarlo en la gravísima situación en que me encontraba. Y si lo llamara, si de pronto él apareciera, ¿qué tendría que decirle o pedirle, que me prolongase la vida?".
Y continúa Saramago: "Moriremos cuando tengamos que morir. A mí me salvaron los médicos, me salvó Pilar (su esposa y traductora), me salvó el excelente corazón que tengo, a pesar de la edad. Lo demás es literatura, y de la peor". Hace un año, el escritor sorprendió a sus lectores por la ironía y el humor que destilan las páginas de El viaje del elefante (Alfaguara) y que ahora vuelve a con Caín. Para él es un misterio. Y reflexiona: "No fue deliberado ni premeditado, la ironía y el humor aparecen en las primeras líneas de ambos libros. Podía haberlo contrariado e imprimirle un tono solemne a la narrativa, pero lo que está me vino ofrecido en una bandeja de plata, sería una estupidez rechazarlo".
El escritor empezó a pensar en Caín hace muchos años, pero se puso a escribirlo en diciembre de 2008 y lo terminó en menos de cuatro meses. "Estaba en una especie de trance. Nunca me había sucedido, por lo menos con esta intensidad, con esta fuerza", rememora. Saramago, que una vez escribió que
"somos cuentos de cuentos contando cuentos, nada"
y así sigue viéndose, escribe más y más rápido que nunca (tres libros en un año), quizás como la mejor manera de seguir vivo. "Es verdad. Tal vez la analogía perfecta sea la de la vela que lanza una llama más alta en el momento en que va a apagarse. De todos modos, no se preocupen, no pienso apagarme tan pronto", sentencia. En su blog (blog.josesaramago.org ) aparece hoy el anuncio de la nueva novela, una suerte de tráiler del libro y una carta de la presidenta de la Fundación Saramago, Pilar del Río, en la que anuncia a los lectores del Nobel que este Caín no les dejará indiferentes.