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viernes, 19 de junio de 2009

CUADERNO DE SUEÑOS Y VIAJES

Viajes y algunos sueños.
--Alucinaciones cósmicas y aluvionales --
Cuadernos de sueños y viajes


Buenos Aires, San Telmo 15 de Septiembre de 1998, 4:53 pm

Las cajas siguen con sus nuevos-viejos y eternos traslados, algunas son las que quedan. Esta última , le muestra lo guardado vaya a saber cuando y donde. En cada una de sus mudanzas, empacó como cosas de otro. Cumplía ordenes, y cada vez que abre lo llevado, se encuentra con cosas que no recuerda que le hayan pertenecido. Pretende clasificarlas, las va poniendo en distintos grupos que pronto formar pilas en posibles alergias o simetrías, que las unen o rechazan . No son de los últimos años, han venido de todas y cada una de las mudanzas anteriores, movimientos de otros, y por supuesto cosas desconocidads, pero por supuesto atractide los otros, aunque les nota cierta familiaridad. Ahora está en el balcón de su nuevo cuarto, entra y toma una de las cajas que coloca sobre el escritorio: al abrirla vé diarios completos, recortes amarillentos, cuadernos con notas , todos en estado delicado, tal vez de soplarlos, piensa, desaparecerán todas las palabras escritas, se harán polvo de la nada. ¿Porque guarda esas cosas?. Se detiene ante un recorte...un amarillento, doblado con sumo cuidado, un clip lo tiene sujeto a un cuaderno...



LA PRENSA
Buenos Aires, sábado 20 de julio de 1935
CARTAS DE LISBOA

Lisboa, 13 de enero de 1935
Excelentísimo Señor D. Monteiro Rossi Crosse:
cc. Diario La Prensa de Buenos Aires.
Mi estimado amigo,
Le agradezco mucho su carta, a la que respondo inmediata e íntegramente. Antes de comenzar, quiero pedirle perdón si le escribo en este papel de copia. Pero se me ha acabado el papel bueno, es domingo, y no he podido encontrar otro. Pero siempre es mejor escribir en un mal folio que postergarlo para otro día.
Voy directamente a sus tres preguntas:
1. Plan futuro de la publicación de mis obras.
2. génesis de mis heterónimos, y
3. Ocultismo.
Lamento que a esta altura de mi vida me pregunte sobre mi plan futuro, el mismo es esto, sé que no llegaré a fin de año y poder discutir con Ud los desvios que se producirán.
Me pide además la génesis de mis heterónimos, realmente eso Ud. lo sabe bien, primero por ser uno de ellos, todos datan de 1911 y salvo Caeiro, fallecido en 1915, el resto están aligerando sus equipajes como lo hago yo y posiblemente lo estará ya haciendo ud .
O sea que realmente todos estamos para un estrepitoso Apocalipsis mas que para un silencioso génesis.
Su tercer pregunta la del ocultismo, se la dejo en un sobre aparte que le pido abra recien el dia 30 de noviembre de este año de 1935.
Seguramente, este sobre sobre el ocultismo Ud tratará de ocultarlo, y recien algun heredero suyo lo encontrará y dará a la luz por el año 1982.
Este sucesor suyo lo hará en extrañas circunstancias, cuando se halle frente a un gran baul, podria decirse lleno de gentes, de locos, se encontrará en medio de un manicomio. Alli estarán todos mis escritos, cuadernos y recortes..
Lamento no poder estar cuando Ud. o alguien muy cercano a Ud. llegue a Lisboa , huyendo de Casablanca con su esposa y la sombra de Blaine, pero no ha de faltar quien lo reciba y le de ayudar.
Le aviso que estoy enviando, copia de esta carta, no asi del sobre del ocultismo, al diario La Prensa de Buenos Aires, mis estudios de varias cartas natales y del desarrollo de los astros por esos lugares australes , y que Buenos Aires tenga electricos me han hecho llegar a la concluision que en el mes de julio han de ocurrir una gran cantidad de circurnstancias en esas llanuras.
Esa carta saldra publicada el dia 20 de julio de este año, pero nadie la notará y leerá , recien en Septiembre de 1998, alguien que Ud no conocerá iniciará una busqueda sobre su persona, pues cuando el venga por aca, yo lo recibiré y le daré información sobre lo que se de Ud. Que junto con Bernardo Soares sois mis preferidos heterónimos. Nos encontraremos cuando viaje a Cascais y hablaremos largo y tendido en el Terrero do Paco en Octubre de 1997.
Para mi administración, como se dice en lenguaje comercial, le rogaría que me hiciese saber lo antes posible si ha recibido esta carta. Por favor avíseme antes del 30 de noviembre de este año. Ud. verá que es una fecha que tendrá alguna importancia, por lo menos para mí.
Fernando Antonio Nogueira Pessoa
Apartado de Correo 147
Rua Coelho da Rocha 16, chambre 28
Tipeo: LN




que tiene ante él, hoy 15 de.Septiembre de 1998, es lúcida con toda su locura, Esta fechada desde el Apartado de Correo 147, de la Rua Coelho da Rocha 16, chambre 28, el 13 de enero de 1935 y va dirigida al Excelentísimo Señor D. Monteiro Rossi Crosse , firmada por Fernando Pessoa. El dia 30 de noviembre muere Pesoa en el Hospital Francés San Luis. Casi todos los heterónimos de cuya génesis se hablaba en la carta , tuvieron también en la misma fecha su propio y colectiva Apocalipsis. Aunque se dice que no todos han muerte junto con Pessoa. Se dice que algunos viven todavia.
En el mes de julio de aquel , el día 20 a las 9:30 a.m., en el Hospital Municipal Pirovano de la Ciudad de Buenos Aires nace LUIS NUÑEZ , el no lo supo hasta hace unos dias en que con su ultima mudanza aparecio ese baul lleno de papeles, lleno de gentes, lleno de locos. El fue el receptor indirecto de una paarte de aquellos papeles que le fueron apareciendo de esa caja desconocida de sus mudanzas.
Y han comenzado desde hace un tiempo a vivir otros seres que pueden llamarse también heterónimos, pero todos oriundo de un histérico-neurastenico rioplatense, no resultaron ser escritores ni poetas como los del lisboeta, pero todos fueron como personajes de una novelística cósmica y aluvional , con las características de que se perfilaban hombres grises, solitarios y derrotados, algunos terminaron siendo mujeres, o sea fueron algunas.
Entonces estos --algunos y algunas-- , rotundos perdedores y perdedoras, se emparientan con algunos de aquellos Monteiro Rossi Crosse , tal vez al que el poeta lisboeta escribe en su carta , y tenemos por ejemplo a Rosa Damasceno , Damasceno , Víctor Laslo, Richard Blaine, Ilsa Lung, Louis Renault, Iris, Sam. Durante un viaje a New York le aparecieron otros histéricos perdedores: Tom Travek, Siri Broming , Wooly, Hall Watkings, y se produce en nuestro hombre de Villa Pueyrredón y del tango una mezcla de Central Park, Empire State, Elevador de la Gloria, Rua Garrett, Saint Michell y Puente Alsina, todo esto con los ríos que están cerca de estas ciudades, y con lo que ellos arrastran, principalmente decapitadas cabezas, y algunas veces cuerpos sin cabezas.


,no tenía la menor duda. Era inconfundible, si era ella. No escuchaba de ella desde aquellos días de París, en Monteparnase, cuando lo llamó también por teléfono, para decirle que debía partir, le dejaba un encargo, una caja y un sobre. A los pocos días recibió lo prometido, la carta tenia claras instrucciones de arrojar la caja al Sena. Recordó su viaje desde Lisboa a París, la búsqueda de Víctor Laslo o Damasceno Monteiro, el Metro de París, deambulando con la caja, NotreDame, el Sena. Parece que fue todo un sueño hace ya un año de aquello, y ahora ella con este llamado. Su voz cálida, le recordó cuando cantaba en la Bella Aurora con su piano. Ahora, anoche en su teléfono encontró un cerrado y enigmático mensaje. Si era Iris, así era la que recordaba.
Al despertar esa mañana, luego de tomar un café negro, activó nuevamente su teléfono y escuchó el llamado guardado de las 6:46 p.m. del día de ayer, ¡Hola!, No tengo mensaje, No tengo teléfono, No sé quien soy, Y, bueno, no sé que decirte, Me vino a la memoria este número y llamé, Pero no puedo hablar con nadie,... Se produjo como una espera y otra voz femenina, esta mecánica y cibernética, Le dice este es su ultimo mensaje.
¿Que juego es este?, No tiene dudas, es claramente Iris. Al escuchar a Iris, asoció todo al recuerdo de Ilsa, aquel sombrero de ala ancha y allí sus ojos y aquella triste mirada, y aquella noche en el aeropuerto de Casablanca. ¿Pobre Ilsa, que será de ella en París?. Pero el mensaje de Iris era tan cerrado y raro. ¿Salvo que volviera a llamar, no podría contactarse con ella, estará en Buenos Aires?.
Luego de bañarse y afeitarse, encendió su primer cigarrillo y tomo un nuevo café.
Ya está listo para salir a su nada cotidiana. Está en este hilo de pensamiento, cuando el teléfono vuelve a sonar, sobresaltado atiende. Era ella, Richard o quien seas ahora, tengo que verte, estoy en el Tortoni, Se produce una espera y corta.




siempre jóvenes, Ilsa, Víctor Laslo y yo, tal vez hemos logrado el sueño del eterno retorno, habremos vencido al tiempo, la pierna me sigue jodiendo, es como si me inyectaran soda, la cintura me duele como si me hubieran clavado un tablón.
Crecemos, sufrimos, gozamos, lloramos, reímos, y tantas veces morimos, mientras andamos, hay un hecho cotidiano imperceptible, que nos arrolla, y sobrepasa y que generan nuestras sucesivas muertes: la vejez. Tarde o temprano llegan los tiempos, si el tiempo, distracciones en nuestro imparable rodar en el camino, y se llega al ultimo rollo de la película.
Soy componente de una comparsa sin tiempo, la vida se ha detenido en esos maravillosos instantes, que se sienten gratos porque son repetidos y cotidianos. Siempre ocurrió lo mismo. En un orden perfecto, ya lo sabemos de antemano. Idílicos momentos de amor, de renunciamiento, sacrificio, heroísmo, la despedida y el adiós, que de repetirse se han hecho normales y eternos. Me he distraído en fantasías que son realidades, ha llegado el tiempo, de despertar.
En la pantalla, esta todo bajo control, ocurrirá siempre la monótona, conocida rutina. Penetra en mi cuerpo ráfagas de un cálido viento, mientras siento un gran cansancio, ¿ Dormí durante toda la película, que es toda mi vida?. ¿ Cuál ha sido el sueño y cual la realidad? Se repite la historia, como en aquellas tardes de biógrafo.
El último rollo, ya llegan al aeropuerto.
El asunto de las cartas de transito a Lisboa, y el sacrificio incomprensible, ya conocido y repetido, pero nunca termina de convencerme, siempre espero otra cosa, ahora también, me vuelve a doler la pierna y la espalda, tengo fija la mirada en la pantalla, bajan del auto, primero Rick, un bastón de empuñadura plateada lo ayuda en su andar arrastrado y trabajoso, su pierna izquierda queda detrás, es como si su cuerpo la tuviera que esperar, igual que con mi pierna cuando siento, eso parecido a que me inyectan soda, el muchacho ahora encorvado y envejecido, con la barba de varios días, un impermeable arrugado y sucio, su sombrero golpea en el tirante de la puerta y cae, alguien se lo recoge, es una Ilsa, Todavía reconocible, si la muchacha, que también ahora, es toda una viejecita.
Ilsa y Rick ayudan a bajar a Víctor que también es otro fantasmal espectro, en este esfuerzo Rick queda apoyado, como colgado junto al auto. Sale el prefecto francés, ya no se lo ve arrogante y cínico, sino un simple hombrecito encorvado y envejecido, lo ayuda a Víctor a enderezarse y lo para junto a Rick.
Otro auto llega, en él viene el Comandante nazi, con su abrigo de cuero, y su bizarra gorra militar, llegó antes que los Laslo se embarquen.
Mi pierna sigue jodiendo, como si me inyectaran soda, mi cintura es un tablón. Todos somos viejas marionetas, nuestras facciones son borrosas, toman color, que pasa del negro al sepia, somos artistas de un varíete decadente, huimos de la ciudad, de escondidas y madrugada, buscamos refugiarnos del tiempo.
Los viejos fantasmas de la Munich o La Rambla de la Costanera Municipal, habíamos llegado en una ruidosa bañadera colectiva que había partido desde la Plaza del Congreso. Cómicos ambulantes, que ya no hacemos sonreír, solo herimos y lastimamos, a nosotros mismos. Tan ridículo espectáculo duele, se clava en nuestro presente haciendo crujir nuestros recuerdos, que rotos, casi enterrados, se desdibujan en la noche del aeropuerto. El motor del avión, suena incesante, diriase que ruge. Todo se ve muy extraño, como si yo estuviera también en la escena. Si soy uno más. Siento frío, en el cielo una gran luna, rodeada de estrellas. Un olor a mar me hace sentir profundamente bien. ¿Sueño o que?., Se oye la Marsellesa, Renault marcha por la pista, otra vez joven y arrogante, a su lado va una figura que simula una sombra, que sorpresivamente no es otro que Víctor, el también recuperó su lozanía, Pienso que esto ha de ser el comienzo de una hermosa amistad, le dice al francés mientras el avión sobrevuela el aeropuerto, ya va rumbo a Lisboa. Los espera otra sombra al final de un hangar, se les une, ellos llegan y pregunta: “¿ Comandante, podrá abrir el Bar de Rick? , No veo el problema, Todo el mundo, va a Rick's ", Uds. tienen la suerte que el bar está siempre abierto, Yo he venido a Casablanca por sus aguas, ¿Qué aguas?, Sí esto esta en medio de un desierto". Siempre mal informado, me he dejado llevar siempre por las mujeres, pero ahora soy libre, y parece que ella en su viaje a Lisboa también, Vamos por los tragos entonces muchachos. Nuevamente encorvados y arrastrando sus pies, cruzan la pista. Todos ríen y comentan como subieron al avión el cuerpo del herido en la pierna, cubierto con el sucio impermeable. Laslo al sentar al herido, cubierto con el piloto, junto a Ilsa, le entregó las cartas de tránsito nominadas para "Mr. and Mrs. Víctor Laslo", y tocándole la mejilla suavemente con un dedo, le dice Here's looking at you, kid. Yo no podré ir contigo, ni verte nuevamente, te pido que no me preguntes porque. Solamente cree que te amo. Ve, querida y que Dios te bendiga.
¿Temo sonreír, apenas una mueca, todo esto es un sueño desconcertante, o es real?. ¿Quien fue el que me dio el disparo en la pierna, fue el nazi o Lazlo. ?,¿ O tal vez el cínico Renault?.
En fin..., sí, el fin de un nuevo principio. Ilsa ahora libre, viaja a Lisboa.
Estoy ante aquella situación inesperada, que fue un nuevo empezar. Todo había sido confuso. Sigue la película, ahora en el bar de Rick, ¡Ud. es un extravagante! … Dejar ir a una mujer de clase como esta. El Comandante nazi, Renault y Laslo, beben y ríen rodeando al negro Sam que toca de vuelta la bendita canción.
THE END
Apago el vídeo y miro la familiar foto donde estoy con ella, atrás se ve la torre Eiffel. ¿Que será de nosotros?". Nosotros siempre tendremos París, donde habré puesto mi bastón con empuñadura plateada, mañana lo he de necesitar, Here’s looking at you, kid. Ilsa, junto a mí en el sillón, ya esta dormida desde la escena en que matan a Peter Lorre, mañana iremos a la Isla de San Luis, el Sena es muy bonito allí, mi pierna sigue jodiendo, el asunto de la soda nuevamente, mi cintura es un tablón, si, pero París, no es todo lo que tenemos.



, siento que han vuelto mis extrañas sensaciones. Suena el teléfono en la oficina de Walt, lo dejo sonar, no lo atiendo, quedo paralizado.
Mis amigos del Saint Michell, a estos escapes o saltos de vías los llamaban delirios o alucinaciones.
El que veo reflejado en el cristal de la ventana, no tiene nada que ver con el que siente lo que siento.
Así no más vuelvo a ser Blaine. Pero es otro al que yo veo.
Imágenes grises, borrosas, se reflejan en la ventana que da al río.
Veo París, el Sena. Ellos han tomado la ciudad; todos están vestidos de gris, lo recuerdo porque ella estaba de azul.
Luego la despedida bajo la lluvia en la Garé Monparnasse.
Mi triste llegada a Casablanca, empezando con un escape ferroviario, cruzando después toda España. Mis conexiones con el prefecto francés que me permiten abrir un café, realmente él es mi socio, que se hace centro de la poco atractiva vida nocturna de esta Babel africana. A Casablanca también llegan los de gris. La ciudad y mi café son lugares de tránsito. Yo reparto ganancias con mi socio, que es otro de gris, además negocio con él, pasaportes a los que huyen como nosotros.
Salir de aquí, era escapar de la Europa sitiada hacia Lisboa, en paso al norte de América o a Buenos Aires, para el sur. Por avión a Lisboa, por mar a Buenos Aires.
Ella, la de azul, llega también a Casablanca, pero no está sola, viene con su marido.
Luego las idas y vueltas conocidas por todos, la vieja y eterna historia y el final del aeropuerto.
Pero no fue así, todo siguió. Mi socio Renaut me saca de Casablanca, pero me envía por mar y aparezco en las pampas en Bahía Blanca. De allí a Vallejos.
Luego New York. Y New York está ahora frente a mí.
En la ventana de la oficina de Walt, me veo reflejado en los cristales que me protegen del gran mecano emergido en las aguas del río, el puente de Brodklin. El rostro no es el de Blaine, claro que no. Creo que aparecieron nuevamente las alucinaciones de aquellos tiempos, las que anticipaban mi internación en el Saint Michell Hospital. Fue donde conocí a Walt Wilson, un policía separado de la institución en extrañas circunstancias. Ahora, como ex, hace trabajos de investigación en esta “oficina – basura”, su agencia de búsquedas y seguimientos de personas. Me paso las horas mirando el gran puente desde la ventana. Muchas veces como ahora creo ver proyectadas en los cristales personas y cosas de otros lugares en los que alguna vez debo haber estado. En esta sala además de preparar el café y recibir la correspondencia, atiendo el teléfono. Walt odia los contestadores automáticos, creo que es por eso que yo he conseguido trabajar con él.
El río, a esta hora, tiene un brillo peculiar y el movimiento y las luces de los coches que lo cruzan son hilos luminosos y fantasmales. El teléfono –hace rato que no atiendo-, vuelve a sonar. Una voz de mujer quería hablar con Laslo, Víctor Laslo, así dijo. Mi cortante respuesta fue que no pertenecía a la agencia. Pero mientras contestaba me miraba en el cristal del ventanal. Yo sabia que la señora estaba hablando con la persona correcta. Ella volvió a llamar unos días después y esta vez le dije la verdad. Yo era Víctor Laslo, por lo menos eso era lo que me mostraba el ventanal.
Ella es Siri Broming. Luis Renaut, de la policía francesa, le había indicado que yo la podía ayudar; ella habia dejado de tener noticias de su marido hace ya algunos años, y hoy al volver a su hotel por la séptima se encontró con la foto de su marido en la tapa de unos libros en exhibición en una librería. Estaba alojada en el MyFlower de la 50, me esperaba a las 8 en el Bar, no debía preocuparme por mis honorarios y gastos. El titulo del libro, donde aparecía en tapa la foto de su marido, era “El cuaderno y la cámara” ; su autor, Tom Travek, ella me anticipó que lo habia citado a él también . Al terminar esta conversación, miré el puente. Ya muy pocas luces lo cruzaban a esa hora. El tipo reflejado en la ventana no era yo: Víctor Laslo, sino Richard Blaine.



otras cartas




Sábado 18 de octubre de 1997. Medianoche:

Amigo :

Un amigo común, el mismo que me hizo los arreglos con los travellers, me ha contado, sobre las tribulaciones de Víctor Laslo y Sra. desde que llegaron de Casablanca. Quiso reincidir su vida, busco una nueva identidad, un nombre, y nuestro común amigo le dio todo lo que necesitaba: pasaporte, residencia, permiso para trabajar, todo. Víctor, bajo su nuevo nombre, fue entonces vendedor callejero de loterías en Lisboa, su zona era el Rossio, Rua do Zapateiros. Las reiteradas expulsiones de A Brasileira, donde quería realizar su actividad, son recordadas todavía, mas ahora con el desenlace que tuvo su triste historia. Muchos dicen que el no ser gitano lo perjudico en este cambio de jurisdicción, eso le impidió a Víctor realizar su trabajo en el Chiado en A Brasileira. Hace unos cuantos años el nuevo hombre o Víctor, apareció degollado en las aguas del Tejo. Su cabeza perdida nunca fue hallada De este crimen fue acusada su mujer Ilsa, y el Tribunal Militar que la Juzgo, luego de un juicio sumarísimo la privó de su residencia, prácticamente fue expulsada de Portugal, desde entonces vive en París. Cuando nuestro común amigo me dijo el nombre que le había elegido para el nuevo Víctor, quede sorprendido: ¿Damasceno Monteiro, de donde sacaste ese nombre?, Me dijo yo vivo en la Gracia en la Rua de ese nombre, allí esta mi casa, creí que Víctor tomaría de esta manera un tono más local, de acuerdo a sus nuevas expectativas de vida.
Parto a París, el lunes a la tarde, me acompaña Iris, la hija de Ilsa. Ella tiene el mismo encanto de la madre, pero moreno, sus ojos tienen también el brillo de los de Ilsa, tal como los recuerdo de aquella noche en el aeropuerto de Casablanca.
Te agradeceré que para la fecha prevista, hagas que me espere una ambulancia del Hospital Alemán. Bueno, todo esto si regreso, como vienen desencadenase los hechos dudo de mi vuelta. Mi pedido, es solo, que no se digan discursos ni haya minutos de silencio, ya sabemos como nuestros amigos toman todas esas mundanas expresiones espirituales. Que no haya placas recordatorios con mi nombre e historia, ni marcas, ni cruces, nada. Yo fui, no volveré a ser. Siempre tendré París, es lo único que he conseguido.
Hasta pronto y te esperamos, no vas a poder hacer nada para no llegar donde ya estamos nosotros.
Alex Search.









Amigo:

Tomando chocolate caliente, espero a Iris, que ha ido a comprar pan francés, con manteca y azúcar es exquisito. Mientras tanto te sigo contando de Víctor Laslo y Sra. Ya te dije como llego a ser Damasceno Monteiro y como perdió la cabeza. Antes de partir de Lisboa hice por mi cuenta algunas averiguaciones. La Rua Damasceno Monteiro existe, he estado en ella, allí queda la casa de nuestro común amigo. El Miradeiro de Nuestra Senhora tiene el parapeto en esa calle. El metro me dejo bajo, en la estación Socorro, y subí por esas empinadas Ruas, hasta llegar a la de Damasceno Monteiro. ¿Al llegar al parapeto pensé quien es Damasceno Monteiro? ,¿ Un político?,¿ Un escritor o poeta?,¿ Un militar?, Por lo que te voy a contar es un personaje algo confuso, perdido en algún extraño olvido, que incluso puede ser mío. Indague en varias bibliotecas en sus fichas y bases de datos y en la Grande Enciclopedia Portuguesa, no lo tienen. El Sr. Silva librero en el Chiado, en la Traversa da Quemada 28, me informo dándome una vieja lamina con un dibujo de Rosa Damasceno, me contó que ella era una actriz de otras épocas. Me dijo que la calle es por ella, el crimen de su marido. Pense en Ilsa, será?. Luego verifique todo lo que me habia dicho Silva en la Grande Enciclopedia y era real, ella habia muerto en 1905. No podría ser Ilsa. En la Casa de Fernando Pessoa, ante mi frustración, en las casi sin uso Grande Enciclopedia Portuguesa no lo encontré tampoco. Estaba casi en un llanto, con un grande y terrible desasosiego, pensaba que eso me pasaba a mí por ser un triste contable metido en investigador literato, entonces una voz me hablo desde el cuadro en la pequeña sala de lectura. El Sr. delgado de sombrero con un cigarro en la mano, me dice: Eh Search, tú el que llora, eres algo de Alexander Search, le dije que fue un tío, hermano de mi padre y que además me llamo igual pero todos me dicen Arpo. Magnifico Search, me dijo, deja todo eso y vamos a la esquina, tomamos un trago juntos, charlamos y yo te ayudare a buscar. Bajamos y luego de pasar por la tabaquería, donde compro tabaco y lío dos cigarros, uno que encendió para él y otro me lo ofreció a mí, saludo al barbero y llegamos al bar de la esquina, allí nos tomamos unos aguardientes y volvimos como pudimos a su casa, realmente me tuvo que ayudar el de la tabaquería Senhor Alves y el barbero, Senhor Manases, y lo llevamos a don Fernando, de vuelta a su casa a su cuadro. Subirlo al cuadro fue realmente el problema, pero mientras lo alzábamos me dijo busca, pero busca bien, Víctor Laslo es lo que debes buscar. Así volví sobre los tomos de la Grande Enciclopedia y en el volumen IX en la pagina 313 encontré lo siguiente: “”.....VÍCTOR LASLO: ....nacido en París el 30 de noviembre de 1915, refugiado en Portugal, luego de escapar de Casablanca, con su esposa e hija vivió y murrio bajo la identidad de Damasceno Monteiro. Héroe de la Resistencia Francesa pero en Lisboa devino en una víctima de la revolución de los claveles. Encontrado degollado en 1974, "sin su cabeza" en las aguas del Tejo.....””” Habia una lamina con el rostro bastante borroso de VL. Que encabezaba la pequeña biografía, al pie nota: dibujo realizado por Ricardo Reís. Mire hacia el cuadro, y Don Fernando ya había recobrado su apostura, no tenia puesto su sombrero. Creo que sonreía burlón. Saque una fotocopia de la pag 313 de la Grande Enciclopedia, y baje las escaleras para irme, en el descanso tropecé con un viejo sombrero, mire el cuadro y la figura de don Fernando estirando su mano, me decía por favor, y se lo alcance. Mientras espero que Iris vuelva, creo que me quede sin el pan y manteca, te sigo contando, ella vivió también durante algún tiempo con su madre aquí en París. Luego del juicio, vinieron aquí. Iris se había casado en Lisboa con Ruperto Tabucchi, un italiano de Toscana, periodista a veces escritor, que también tenia dificultades florales en Portugal, cuando la revolución de los algarrobos, tuvo que unirse en París con Iris y su madre. En Portugal nuestro común amigo, también con Ruperto, trabajo con su nueva documentación para que pudiera salir sin dificultades, y luego París, allí dejo de ser Ruperto y llego a ser Luis Nuñez, ese era el nombre que nuestro común amigo le había elegido al italiano. Luego de su escape de Lisboa, en París su permiso de trabajo fue de "mendigo clase B para operar únicamente en la estación Monparnasse Benvenue". Pero toda esta gente a la que nuestro común amigo le cambia el nombre, parece que se encapricha de trabajar donde no debe. El nuevo Ruperto, se empeño en mendigar, bueno trabajar, en Saint Michell y no hace mucho su cabeza apareció en una vidriera heladera de un restaurante tunecino de la rue de San Severin. Esta vez lo que se perdió fue el cuerpo. Con el tiempo apareció en el Sena, se dedujo que era el correspondiente a Ruperto, porque en su mano derecha empuñaba una Mont Blanck Presidente, y en su izquierda un toscano apagado. Todas este juego de cabezas y cuerpos, que aparecen y desaparecen, trastornaron a Ilsa, la que desde entonces esta internada en una clínica de París.
Todo lo que es hoy una profunda y seria investigación, me mueve a molestarte para que averigües allí ¿quien es este Luis Nuñez, o fue y que hace, donde está? ; pues el pasaporte que se le encontró a Ruperto es de la República Argentina. Iris pasó también de las suyas, sus problemas económicos la obligaron a trabajar y tocaba el piano y cantar en una viejo restaurante de París, "La aurora", tuvo gran éxito en esta actividad, vos ya sabes como son las negras para cantar blues.
Amigo, últimamente he tenido terribles sueños, pesadillas y alucinaciones, que me indican que yo Search podría ser, o fui o peor aun seré Luis Nuñez, y que tal vez mi cabeza aparecerá en las profundidades del Río Reconquista, realmente un río de Primera B. Yo que he estado en los mejores ríos del mundo: el Hudson, el Tejo, el Sena, el de la Plata, acabare en el Reconquista, todo este futuro es muy duro para mí. Por las dudas que Iris no vuelva, y yo tenga que regresar, ten preparada la ambulancia, como ya te dije y el nuevo pedido sobre Luis Nuñez, fíjate en Internet, o en el reciclaje de algún basurero electrónico en la web. Bueno, como verás mi problema no hay dudas es de Praxis y uno reiterado del plot, así que mi realidad está completamente desintegrada y bien decía nuestra tía Javiera, es necesario que me haga ver por un mecánico o psiquiatra, no me acuerdo bien como me habia dicho?.
Adiós


Alex Search



Viernes 31.10.97, ya casi en la madrugada del Holloween, y próximo a embarcar para Chicago.

Amigo:

El asunto de Víctor Laslo y Sra. sé esta casi clarificando.
He estado durante el día, caminado por París, principalmente por el Metro, con la gran caja que he encontrado sobre mi cama del hotel.
Iris ha desaparecido, ya te dije que los otros días no trajo el pan que había ido a comprar.
Días después una llamada telefónica me informa que regrese a mi hotel que hay un recado para mí, y allí esta la caja y la carta con instrucciones y la despedida de Iris, ella además me dice que me ama, pero por lo mismo me tiene que dejar.
La carta además de perfumada era muy clara, debía tirar la caja y su contenido al Sena.
Durante horas y horas anduve por la ciudad, un carrito lleva maletas me ayudaba con la gran caja. Tuve las dificultades que te imaginaras en las escaleras del Metro, pero esa dificultad la sortee con gran dignidad sudamericana.
No se porque pase dos veces por los jardines de Luxemburgo, estaría pensando en lograr el acuerdo de Senado para cumplir la misión de Iris.
Tuve algún problema para entrar con la caja en el teatro para niños que hay en los Jardines, pero no quería irme de París sin ver la obrita. Se llamaba "los 39 escalones".
El actor que representaba al actor le dice al público, que abramos la caja y en su contenido estaba develado el misterio.
Ya cerca del Sena, al pasar los empedrados y cruzar las calles de San Michell, la caja hacia un sonido como si dentro se desplazara algún "objeto", mi cabeza no dejaba de pensar en que cabeza me encontraría en su interior.
Así llego la noche y estaba sentado frente a Notre Dame, a mis espaldas el edificio de la Prefectura General de París, que generaba en mi una atracción física mayor que la de la Catedral que tenia a mi frente.
Algo irresistible se estaba armando en mi interior, y me precipite sobre la caja, la tome, como pesaba la condenada, algo se movía en su interior, corría hacia el río, y al llegar al parapeto, no pude mas y la abrí, y allí en su interior... no había n a d a.
Estaba vacía, una gran decepción se genero en mi interior y arroje la caja a las aguas del Sena.
Un silbido sacudió la noche, y me encontré perseguido por un gendarme que me agarro en la puerta de la Prefectura.
Me metió adentro, y me dijo pase lo están esperando, no haga esperar mas al inspector que se tiene que ir a la casa, lo espera la esposa con la sopa.
Entramos y en un gran despacho, estaba él, un diminuto hombrecillo muy parecido a Claude Reims, quien me dijo, Víctor Laslo, lo hacia en Lisboa. Vamos quedando pocos de aquellos tiempos, el que siempre me preocupo fue Richard Blaine, Rick cuando fue el nacimiento de nuestra maravillosa amistad, creo que el tenia un sentido algo especial de la amistad, para el era hasta las ultimas consecuencias, me dijeron que fue a parar a la Argentina, al fin del mundo.
Creo que perdí en ese momento el conocimiento, y al despertarme, una suave voz nos anunciaba que estabamos llegando a Chicago.
Bueno, tengo un gran dolor de cabeza, pero gracias a Dios ella esta sobre mis hombros, ya llego, espero que no te hayas olvidado de la ambulancia.
Te saluda Afectuosamente,
Luis Nuñez.


15/09/98

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