Buscar este blog

viernes, 27 de junio de 2008

ELVIO ROMERO - POETA -

Posted by Picasa




Año IX • Nº 109
24 de mayo de 2004
Cagua, VenezuelaDepósito Legal:pp199602AR26ISSN: 1856-7983

La revista de los
escritores hispanoamericanos en Internet
Noticias
Murió el poeta
paraguayoElvio Romero


El poeta Elvio Romero falleció la madrugada del miércoles 19 de mayo, tras sufrir una larga enfermedad en la garganta. Aquejado hace meses de una operación que le afectó las cuerdas vocales, y aunque la intervención resultó satisfactoria, el restablecimiento se complicó debido a la diabetes que sufría el poeta, quien finalmente no pudo superar el trance y sufrió un paro cardio-respiratorio en Buenos Aires, donde residía.
El escritor nació en Yegros (Caazapá, Paraguay) el 12 de diciembre de 1926. Se incorporó a la vida literaria de Asunción siendo muy joven, y compartió tertulias con Josefina Plá, Hérib Campos Cervera, Óscar Ferreiro, José Antonio Bilbao y otros altos exponentes de las letras paraguayas de aquellos años.
En 1947 tuvo que exiliarse a Argentina. Primeramente vivió en Roque Sáenz Peña (Chaco), y por su casa pasaron, camino del exilio, figuras como José Asunción Flores, Herminio Giménez, los hermanos Larramendia y muchos otros. Posteriormente se instaló en Buenos Aires, y desde entonces su voz (testimonio poético de las vicisitudes y los padecimientos de su país) se dio a conocer en la América Latina.
Grandes escritores reconocieron tempranamente el talento de Romero. Recibió el elogio y el reconocimiento de numerosos lectores, entre ellos tres ganadores del Premio Nobel de Literatura, como Gabriela Mistral (que afirmaba leerlo "como acostada sobre la tierra"), Miguel Ángel Asturias ("poesía invadida llamo yo a esta poesía, poesía invadida por la vida, por el juego y el fuego de la vida") y Pablo Neruda ("poesía llena de fuerza y follaje"). El poeta Hamlet Lima Quintana lo señala como uno de los referentes más importantes de nuestra poesía latinoamericana. Josefina Plá decía que al leer la poesía de Romero "se va a escuchar la voz de un pueblo reclamando su lugar en el coro de la libertad".
Nicolás Guillén le dedicó estos versos: "Elvio Romero, mi hermano, / yo partiría en un vuelo / de avión o de ave marina, / mar a mar y cielo a cielo, / hacia el Paraguay lejano, / de lumbre sangrienta y fina".
Es la voz poética paraguaya más conocida en el mundo hispanoparlante. De su obra poética destacan Días roturados (1947), Resoles áridos (1948-49), Despiertan las fogatas (1950-52), El sol bajo las raíces (1952-55), De cara al corazón (1955), Esta guitarra dura (1960), Un relámpago herido (1963-65), Los innombrables (1959-73), Destierro y atardecer (1962-75), El viejo fuego (1977), Los valles imaginarios (1984), Flechas en un arco tendido (1983-1993) y El poeta y sus encrucijadas (1991). También publicó la biografía Miguel Hernández, destino y poesía (1958), el ensayo El poeta y sus circunstancias (1991) —por el cual se le otorgó el Premio Nacional de Literatura de ese año— y la colección de relatos Fabulaciones.
Producido el derrocamiento de Alfredo Stroessner, pudo regresar al país, donde tomó contacto con sus amigos y colegas paraguayos. Era miembro de número de la Academia Paraguaya de la Lengua Española y socio del PEN Club del Paraguay. Hasta su muerte ocupó un cargo diplomático en la Embajada del Paraguay en Buenos Aires.
Su último libro, la antología Contra la vida quieta, bajo el sello Candaya, fue presentado en España recientemente. Se trata de un libro que viene acompañado de un CD con la voz de Rafael Alberti recitando el poema que le dedicó en una oportunidad, y Romero, asimismo, incluye la canción Cielito del Paraguay, interpretada por Lizza Bogado.
"He pretendido que mis libros respirasen como los hombres", escribió Romero en una oportunidad. "Que contuvieran el aliento de nuestra naturaleza encendida por su vasto espacio verde y por el verano; por eso los poblé de personajes y de árboles que cantan y de gente cuyo oficio era sentarse en mitad de la luz del mediodía o del fulgor de la luna, de guitarreros demorados bajo las ventanas para entonar endechas; quise que esos libros invitasen a los viajeros a detenerse y a contemplar la magia de nuestra región escarlata".
Los restos mortales de Elvio Romero fueron velados en la sede de la Embajada de Paraguay en Buenos Aires, de donde partieron el jueves 20 hasta su última morada en el Cementerio de la Chacarita, donde fueron cremados según la voluntad expresa del poeta, cuya viuda, la guarambareña Élida Vallejos, y su único hijo, Ariel, recibieron las condolencias de quienes se acercaron a despedir a tan relevante personalidad del mundo de las letras y de la cultura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario