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sábado, 2 de junio de 2007

DEL BAUL DE PAPELES PORTUGUESES

Quedarse solo pensando en partir
Quedarme y tener razón,
Quedarme y morir menos.

Voy hacia el futuro como el que va a un examen difícil.
¿Y si el tren nunca llegara y Dios se apiadase de mi?

Ya me veo en la estación, hasta aquí simple metáfora.
Soy una persona perfectamente presentable.
Se ve, dicen, que he vivido en el extranjero
Por supuesto mis modales son los de un hombre educado.

Cojo la maleta y rechazo al mozo cual a un vicio vil.
Y la mano que la sujeta me tiembla y la tiembla

¡Partir.!
Nunca volveré.
Nunca volveré porque nunca se vuelve,
Siempre el lugar al que se vuelve es otro,
La garé a la que se vuelve es otro.
No hay ya la misma gente, ni la misma luz,
Ni la misma filosofía.

¡Partir, Dios mío, partir! Tengo miedo de partir.

(Frió especial de las mañanas de viaje.
Frío especial de las mañanas de viaje.
Angustia de partir, carnal en ese escalofrió
Que nos va desde el corazón hasta la piel
Y llora virtualmente aunque este alegre
Fue, nunca volverá a ser
SI entonces si
Partir, Dios mío partir.
Angustia de partir, carnal en ese escalofrió,

Que nos va desde el corazón hasta la piel

Caminaste para Rivadavia, yo me quede mirando
Yo un viajero perdido, comprendí que nunca volvería a ser.

ALVARO DE CAMPOS